Las altas tasas actuales de desperdicio, calculadas en un 40 por ciento en el proceso de tala y aserrío y en más de un 20 por ciento en los manufactureros, se debe a la falta de criterios en el manejo de los recursos y la poca coordinación entre los diferentes actores del gremio.
El gremio de la industria maderera suscribirá |
Según lo pactado, en un plazo máximo de cuatro meses, se elaborará un acuerdo de competitividad, que definirá una visión estratégica del sector y los lineamientos para el abastecimiento sostenible y rentable de la madera, así como las estrategias para cumplir los requerimientos mundiales en materia del medio ambiente.
Además, estudiará cómo lograr la reconversión industrial y su modernización, el fortalecimiento de las actividades de desarrollo tecnológico y la formación del recurso humano, el estímulo para las exportaciones y los mecanismos para las mediciones de productividad y el seguimiento del acuerdo.
Con respecto a lo ambiental, la declaración argumenta que en los productos madereros, las exigencias en este sentido son crecientes, especialmente a través de numerosas organizaciones dedicadas a la certificación ambiental como la Organización Internacional de Maderas Tropicales -OIMT.
La reconversión industrial, teniendo en cuenta las bases del desarrollo sostenible de los recursos forestales, debe adoptar tecnologías para disminuir las altas tasas actuales de desperdicio que se calculan en un 40 por ciento en el proceso de tala y aserrío y en más de un 20 por ciento en los manufactureros por la falta de criterios en el manejo de los recursos y la poca coordinación entre los diferentes actores de la cadena productiva, hecho que se repite en los fabricantes de muebles que prestan un alto nivel de atraso tecnológico.
Para lograr la transformación de las empresas de la cadena, el acuerdo de competitividad establecerá las fuentes de financiación requerida para la reconversión industrial y modernización empresarial. Simultáneo a esto, se reducirá los aranceles de importación de equipos e insumos.
Según la declaración, la sostenibilidad también debe tenerse en cuenta en el abastecimiento de la madera para asegurar la adecuada provisión del recurso hacia el futuro. El acuerdo de competitividad debe propender por la conformación de acciones, con la conciencia productiva eficiente, en la cual se identifiquen los diversos actores del proceso extractivo y se den las bases para una progresiva sustitución de la informalidad con que actualmente se realizan la mayoría de las actividades de tala, aserrío y transporte a los centros de consumo.
También se debe promover la concertación de acciones con las empresas fabricantes de los productos de primera transformación, como aglomerados y contrachapados, en función del mejoramiento de la competitividad de los muebles colombianos en el mercado internacional.
Al hacer referencia al estímulo a las exportaciones, el documento dice que no se dispone de la capacidad, ni de posibilidades de abastecimiento de materias primas, que garanticen la permanencia y consolidación de las exportaciones de productos colombianos, lo que ha influído a que en los últimos años representen valores pequeños de 26.8 millones de dólares en 1991 a 20.7 millones de dólares en 1995.
El acuerdo sectorial de competitividad, deberá trazar la definición de una visión estratégica, que permita el desarrollo de las ventajas competitivas que tiene el país en la producción forestal, en las facilidades de acceso que tienen los productos de madera y muebles procedentes de Colombia en todos los acuerdos comerciales y en la existencia de segmentos importantes del mercado internacional que puedan potencialmente ser abastecidos por los productos nacionales.
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