El matrimonio de un hombre y una mujer afrocolombianos no significa el comienzo de una nueva familia sino la ampliación de la familia extendida, cuyos lazos son más importantes que los conyugales. Pertenecer a este tipo de familia garantiza a sus miembros la conservación de sus costumbres
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De esta manera se ha conformando lo que hoy en día se denomina la cultura afrocolombiana. Apasionado por conocer y rescatar la cultura afrocolombiana, el historiador Mario Diego Romero, profesor de la Universidad del Valle, se ha dedicado a estudiar los principales componentes de los asentamientos de la costa pacifica colombiana, desde hace diez años.
Uno de los principales elementos que el historiador rescata es la tradición de la familia extendida. A diferencia de la cultura occidental donde predomina la concepción de la familia nuclear, conformada por papá, mamá e hijos, en la familia extendida el grupo es mayor.
El matrimonio de un hombre y una mujer no significa el comienzo de una nueva familia sino la ampliación de la familia extendida. Así no se da un distanciamiento con el matrimonio sino que se mantienen los lazos consanguíneos, los cuales son más importantes que los conyugales.
"Abuelos, tíos, primos y padrinos comparten el mismo clan familiar. Los parentescos se establecen a través de la línea maternal. Los hijos son hijos de todos y cuidados por todos", afirma el investigador.
Crecer y establecerse bajo el amparo de la familia extendida implica el goce del afecto, la ayuda y la participación en el trabajo y otras actividades de la vida diaria, así como la perpetuación de sus costumbres.
Un hombre puede tener varias mujeres, engendrar hijos con ellas y todos hacen parte de una superfamilia mientras que la mujer puede establecerse como compañera de un hombre soltero o de uno que ya tenga esposa o compañeras. En este tipo de familias aparecen los hombres como padres sociales, es decir, que se pueden encargan de los hijos independientemente de que hayan sido concebidos por ellos. "De esta manera, en la concepción de familia extendida que predomina en la cultura afrocolombiana se establece la figura de un padre social y una madre biológica" dice el investigador Mario Diego Romero.
El trabajo realizado por este historiador muestra cómo el concepto que se tiene de las familias negras donde la mujer es el centro del hogar y el hombre es solo un "macho" con gran poder sexual, sin autoridad y que permanece lejos de la educación y sostenimiento de los hijos, se aleja de la realidad. Es simplemente una cultura diferente, con otros fundamentos sociales.
El papel que cumple la mujer dentro de su núcleo familiar la lleva a ser reconocida como matrona comunitaria al establecer una relación constante con todos los miembros de la comunidad en calidad de rezandera, partera, curandera y consejera. "La mujer negra se convierte en la memoria histórica de la etnia, guarda y transmite las creencias y tradiciones", dice el historiador.
La mujer es el centro del aspecto ideológico de su pueblo. Es quien reza, canta, observa, es la mensajera cultural. Si bien los mundos del hombre y la mujer son de alguna forma independientes entre si y generan poderes distintos en la concepción de familia extendida de la cultura negra, tal diferencia no implica inferioridad o subordinación dentro del papel familiar.
En definitiva mucho de lo que la gente cree sobre la cultura afrocolombiana son conceptos alejados de la realidad, y esto precisamente motiva al historiador Mario Diego Romero para continuar con sus investigaciones en busca de la verdad acerca de esta etnia.
Contacto : Investigador Mario Diego Romero, Departamento de Historia, Universidad del Valle. Teléfono 92-3393041 Ext.162. A.A 25360 Cali, Colombia
Para mayor información acerca del tema tratado en este artículo, escríbanos a aupec@mafalda.univalle.edu.co