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DIME QUÉ CARNE COMES Y TE DIRÉ SI "SOLITARIA" TIENES

Gracias a la cría poco tecnificada de cerdos y a la deficiencia en la eliminación de excretas en estos criaderos, los seres humanos corren el riesgo de adquirir un parásito conocido como "solitaria", que puede causar ceguera, convulsiones, parálisis, dificultad para caminar, dolor de cabeza y otros problemas neurológicos.
Si Adán y Eva vivieran en esta época, probablemente en vez de ser una manzana el fruto prohibido, la serpiente se las arreglaría para darles una jugosa costillita de cerdo a medio freír, que para muchos es un pecado y a la que muy pocos se resisten.

En lugar de ser expulsados del paraíso, por comer lo que no debían, a lo mejor la célebre pareja correría el riesgo de ser enviada al hospital, por adquirir una enfermedad llamada cisticercosis.

La cisticercosis es la presencia, en el organismo humano, de cisticercos o larvas de Taenia Solium, un parásito más conocido como "solitaria".

El cerdo es el hospedero común de los cisticercos, los cuales aparecen en la carne del animal cuando come materia fecal humana, donde hay huevos de solitaria. Cuando una persona tiene solitaria en su intestino, libera en la materia fecal partes del cuerpo de este parásito, llamadas proglótidos, que pueden contener más de 20 mil huevos.

Por este motivo, la prevalencia de la cisticercosis está ligada a la cría poco tecnificada de cerdos y a la deficiencia en la eliminación de excretas de humanos en estos criaderos, lo que facilita que estos animales se infecten.

El problema, según el biólogo, Humberto Carvajal, jefe del Departamento de Microbiología y profesor de parasitología de la Universidad del Valle, en Cali, Colombia, se da cuando el hombre reemplaza al cerdo, ingiriendo los huevos de solitaria por medio de sus propias heces. Así, el individuo desarrolla cisticercos y se hace hospedero intermediario del parásito, lo que es una situación anormal.

"La ingestión de materia fecal humana por parte de las mismas personas es más común de lo que se cree, debido a la falta de higiene, defecación al aire libre y otros factores", dice el parasitólogo Carvajal.

Los cisticercos se ubican en los músculos, la piel u otras partes del cuerpo, pero los que ofrecen problemas para la salud son los que se alojan en los ojos, en la médula espinal y en el cerebro. Los primeros, pueden causar ceguera; los localizados en el cerebro, producir convulsiones, parálisis, dificultad para caminar, dolor de cabeza y otros problemas neurológicos.

Problema de salud pública

En México, la cisticercosis es un problema de salud pública y avanza al punto de causar muertes, sobre todo en zonas rurales, según una conferencia de la Coordinadora de Investigación y Postgrado de Microbiología y Parasitología de la Universidad Nacional Autónoma de México, UNAM, Ana Flisser.

Comenta, que una de cada tres veces que en México se consume carne de cerdo, ésta contiene cisticercos y que el 50% de los mexicanos que padecen epilepsia es por causa de cisticercosis. Se conoce también que en Asia, la cisticercosis está causando graves problemas musculares.

En Colombia, según el parasitólogo Carvajal, no hay mucha información sobre cisticercosis, sino algunos trabajos en los departamentos de Antioquia y Santander, que indican que entre 1 y 2% de la población, están infectados del parásito. Nariño, Cauca, Putumayo y Tolima, son algunas regiones en las que también se ha descubierto.

En Cali, se han presentado casos de pacientes con problemas neurológicos, a los que se les ha descubierto cisticercos. Un estudio realizado por el parasitólogo Carvajal, informó que de 145 personas examinadas y que presentaban síntomas neurológicos, 35, o sea el 24 por ciento, estaban infectadas con el parásito, sin que se conozcan las fuentes ni formas de contaminación.

Por eso, el equipo de investigadores del Departamento de Microbiología de la Universidad del Valle, coordinado por Humberto Carvajal, considera necesario un análisis para determinar la existencia de la enfermedad en esta ciudad y la manera cómo la están adquiriendo. Uno de los primeros pasos será averiguar la prevalencia de cisticercos en los cerdos, ya que se calcula que en Cali hay más de 3.000, criados en condiciones no técnicas.

También investigarán la presencia del parásito en las personas que viven cerca a estos criaderos y estudiarán la cisticercosis en la población humana, no asociada a la cría de cerdos.

Corte de lengua

En las zonas rurales, una manera de saber si el cerdo tiene cisticercosis es hacer un corte lateral en la lengua del animal, donde es común que se acumulen los cisticercos. Estos se ven como bolsitas blancas de medio centímetro.

Pero para evitar este control, el propietario le hace la prueba al cerdo, dos o tres semanas antes de venderlo; en caso de salir positiva, arranca los cisticercos con un alicate y vuelve a cerrar la herida.

Por esta razón y por la dificultad para evaluar todos los porcinos que salen de los mataderos, los controles para identificar este parásito son insuficientes. Incluso, en algunas regiones del país, las personas prefieren comer esta carne infectada con cisticercos, a la cual conocen como con "pepa" o "granizo", porque la consideran más blanda y de mejor sabor.

Ahí viene la lombriz...

El Departamento de Microbiología de la Universidad del Valle es el único centro de diagnóstico de cisticercosis en el suroccidente colombiano y uno de los pocos en Colombia, en investigar sobre la enfermedad.

Hasta ahora, se conoce que el 18% de la población del corregimiento de Llanobajo en Buenaventura, tiene cisticercos y se esperan muestras de la localidad de Istmina en el Chocó, donde se sospecha una alta prevalencia.

También, el Departamento adelanta investigaciones con la Universidad del Quindío, para determinar la presencia de cisticercos en pacientes asociados a la Liga de Lucha contra la Epilepsia del departamento del Quindío y que presenten convulsiones. Con la participación de un neurólogo y tres parasitólogos, durante seis meses tomarán muestras de líquido cefalorraquídeo de 100 pacientes, los cuales serán analizados en los laboratorios de Cali.



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