Un virus que provoca la autodestrucción
Científicos colombianos encontraron que el virus  HTVL-I  incita el cuerpo humano a autodestruir algunas células del sistema nervioso
Sin título - óleo de Luis Caballero 1991
Jairo Canaval

La ´ Pareparesia Espástica Tropical ´ que causa impotencia en los hombres, frigidez en las mujeres e inmoviliza la parte inferior del cuerpo, es producida por un virus que activa procesos de autodestrucción de algunos órganos del cuerpo humano.

Hasta hace poco se consideraba que la enfermedad era producida solamente por el virus HTLV-I, que ataca las células sanguíneas, pero recientes investigaciones, realizadas en la Universidad del Valle, determinaron que los síntomas de la enfermedad es producida por un anticuerpo o inmunoglobulina que el cuerpo humano segrega para defenderse del germen patógeno y que puede atacar células del sistema nervioso.

Entre el 4 y el 10 por ciento de las personas infectadas con el virus HTLV-I padece de la enfermedad. El resto son portadores asintomáticos, es decir que aunque tienen el germen patógeno no sufren las consecuencias de la ´Paraparesia´.

Cuando el cuerpo es infectado por el virus mencionado, los linfocitos o glóbulos blancos,  segregan tres clases de inmunonoglobulinas conocidas como IgG,  IgM e  IgA, que reconocen las proteínas del virus. Estos anticuerpos, junto con otras células conocidas como asesinos naturales, tienen la función de destruir los microorganismos patógenos y, en este caso, atacan el virus, pero al mismo tiempo los anticuerpos pueden destruir algunas células del sistema nervioso.
 

Auterretrato - Oleo de Luis Caballero
Una de las subclases de inmonoglobulina, la IgG ataca las células del sistema nervioso, ubicadas en la médula espinal porque éstas tienen proteínas parecidas a las del virus, lo cual confunde al anticuerpo. La destrucción de algunas células del sistema nervioso podría explicar la inmovilización de los miembros inferiores y el resto de síntomas que de la enfermedad.

La Investigación realizada por el Grupo de Biología Molecular y Patogénesis  de la Universidad del Valle que dirige el biólogo con estudios de doctorado (Ph.D.) Felipe García Vallejo, se realizó confrontando muestras de suero sanguíneo de personas infectados que sufren la enfermedad y de personas infectadas que no padecen la enfermedad con las células de la médula espinal de personas sanas.

Luego de varios análisis el grupo de investigación encontró que la diferencia entre estos tres grupos está dada por los de anticuerpos  IgG que presentan los enfermos y que reacciona contra una proteína específica de la médula de la columna vertebral, en contraste con los otros dos grupos de personas que no tienen rastros del anticuerpo.

Quienes padecen la ´Paraparesia´ tienen anticuerpos IgG en la columna vertebral y en la sangre, mientras que los no enfermos, incluyendo los infectados, no tienen este tipo de anticuerpos.

Durante la investigaciones científicas, en las que el grupo ha invertido cerca de siete años, se encontró que la inmunoglobulina no sólo es segregada por los linfocitos de la sangre sino también por las encías, en el fluido denominado crevicular.


Dibujo de "HTLV: Truths and Questions", editado por Vladimir Zaninovic, M.D.

Estructura y composición del virus HTLV-I

El virus HTLV-I, considerado como retrovirus porque, entre otras características,  tiene RNA y ataca las células sanguíneas, tales como los glóbulos blancos, los glóbulos rojos y las macrófagos, produciendo con su RNA una copia del DNA que introduce en el DNA de las células humanas.

El Grupo de Investigación en Biología Molecular y Patogénesis también encontró que el retrovirus HTLV-I no sólo ataca las células del sistema sanguíneo sino también afecta la mucosa bucal pues en esta parte del organismo también halló el virus y el anticuerpo y anticuerpos específicos contra proteínas virales. Pero, tal vez, lo más preocupante es que se ha establecido que el virus también se transmite a través de la leche materna y, en muchos de estos casos, aunque la madre sea portadora asintomática del virus su hijo podría contagiarse fácilmente durante la lactancia.

Trabajos previos  de otros grupos de investigación demostraron que si la madre que es portadora del virus no amamanta su hijo, el virus no se transmite.

La Paraparesia Espástica Tropical está registrada en la literatura médica desde 1967, cuando se hallaron varios casos en la India y Africa. En Colombia el médico Vladimir Zaninovic publicó, por primera vez,  literatura científica sobre la enfermedad, en la década de los 80, época en la que se iniciaron las investigaciones sobre el tema en la Universidad del Valle, por parte de científicos de la Facultad de Salud.

Esta enfermedad debe su nombre a que paraparesis significa falta de movimiento; espástica es rigidez y tropical por que inicialmente se hallaron los primeros casos en zonas tropicales; sin embargo ahora la enfermedad está regada en diversas zonas del planeta, tan lejanas como las islas del Japón.

El grupo de investigadores en Biología Molecular y patogénesis está integrado por tres estudiantes de doctorado y cuatro estudiantes de maestría. Su director Felipe García Vallejo es doctor en ciencias bioquímicas y biología molecular de la Universidad de Sao Paulo, Brasil y realizó un postdoctorado en la Universidad de Harvard, Estados Unidos de Norteamérica.
 

Mayores informes: Felipe García Vallejo es doctor en Biología. Tels (572)5542496, (572)5542499, y (572)5542494   Fax (572)5542468.  E-mail  labiomol@hotmail.com


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