Santiago de Cali, 4 de febrero de 1998

SONIA Y EL MOSQUITO

La comunidad científica mundial se enfrenta a un reto de vastas proporciones: eliminar el peligro del dengue que, cada año, deja 20,000 muertes. El Trópico, zona de alto riesgo



Ilustración de rev. Innovación y Ciencia
Agencia AUPEC.

Hacía un par de días Sonia sentía un terrible desgano matutino que no sabía si atribuir al intenso calor provocado por el Fenómeno de El Niño que, según había escuchado en la radio, tenía al borde de la desesperación a los agricultores de la región.Pero el viernes en la noche, al llegar a su casa, se encontró con que un vecino estaba hospitalizado porque, según le dijeron, había sido picado por un mosquito.

Sonia no podía creer que una simple picadura de un mosquito pudiera ser la causa del problema de su vecino. Sin embargo, no tenía ni idea que ella, como su vecino es una más entre las 2.500 millones de personas que se encuentran en riesgo en más de 100 países tropicales donde se presenta el dengue, según datos de la Organización Mundial de la Salud (OMS).

Al día siguiente Sonia se dirigió al Centro de Salud más cercano pues la fiebre, el dolor de cabeza y de estómago eran demasiado fuertes. El médico le explicó que, así como ella, actualmente en el mundo hay 10 millones de personas víctimas del dengue. Aun cuando lo que le dijo el médico no le alivió lo fuertes dolores en su cuerpo ni la alta fiebre, al menos supo qué estaba sucediendo en su organismo.

Los 4 días siguientes no fueron más agradables pues padeció de náuseas, vómito, diarrea y poco apetito, por lo cual tuvo que regresar al Centro de Salud. Para entonces ya presentaba un pequeño brote por todo el cuerpo, menos en el rostro. El médico le dijo que aunque ya no tenía fiebre, esta sensación de mejoría podría ser peligrosa pues el brote era un síntoma de algo más complicado: el dengue hemorrágico.

Para tranquilizarla el médico dijo a Sonia que son muy pocos los pacientes que llegan a un desenlace fatal por dengue. Los días siguientes fueron muy penosos para Sonia, con una intensa depresión mental y con una terrible sensación de fragilidad y vulnerabilidad.

“Y todo por un mosquito”, se repetía Sonia. Una vez superada la enfermedad, y descartado un posible dengue hemorrágico, regresó al trabajo. Lo que ella ignoraba era que aún continuaba expuesta a ser, una vez más, víctima del dengue.

Con nombre propio

El mosquito causante del dengue en Sonia es el Aedes aegypti, un zancudo que se reproduce en aguas estancadas, llantas, floreros, tinas, botellas abandonadas y muchos otros implementos que en la mayoría de los casos se encuentran comúnmente en las casas.

Se ha descubierto que un solo mosquito puede picar a 3, 4 ó 5 personas, pues hasta hace poco se pensó que solo podría picar a una. Los científicos han descubierto que el Aedes aegypti no se conforma con una sola “pruebita” de sangre.

Generalmente pica en horas de la mañana o a finales de la  tarde, aunque hoy todas las investigaciones apuntan a que el exceso de mosquitos ha hecho que la competencia por tomar la sangre los obligue a actuar incluso durante la noche.

Otra teoría que quedó desvirtuada es la  de que el Aedes aegypti es de corto vuelo, pues  los experimentos han indicado que tiene capacidad para volar hasta 800 metros.

Amenaza mundial


Ilustración de OMS

El Aedes aegypti, mosquito transmisor del dengue protagoniza una problemática de carácter mundial pues es el culpable de que actualmente haya en el mundo 10 millones de personas víctimas del dengue.

El calentamiento global del planeta, como consecuencia del deterioro del medio, puede ser factor adicional de riesgo para la aparición del dengue y otras enfermedades transmitidas por vectores.

Los estudios señalan que a mayor temperatura los mosquitos se reproducen con mayor velocidad al igual que el virus dentro de  ellos. En condiciones normales, después de picar a una persona infectada el insecto tarda entre 10 y 11 días para ser capaz de transmitir la enfermedad; con el aumento de la temperatura este proceso se acelera y sólo tarda 3 o 4 días.
 
Consideraciones como esta llevan a pensar que el dengue amenaza ser una catástrofe mundial porque la enfermedad  y el ambiente están ligados, según afirmó el investigador cubano Gustavo Kourí, director del Instituto de Medicina Tropical de La Habana, Cuba, durante el curso-taller centroamericano sobre dengue, organizado por la Organización Panamericana de la Salud, en Managua, Nicaragua, el año pasado.

La clave: el control

El científico asegura que estas enfermedades tienen formas de control bien conocidas; prueba de ello es que el Aedes aegipty se erradicó en la Habana a principio de siglo y luego en Panamá para construir el canal. Por lo tanto,  no hay razón para no hacerlo hoy en cualquier parte del mundo, con los conocimientos y medios actuales.  Como no hay vacuna contra esta enfermedad, el control es con el vector.

El éxito contra el mal depende de la coordinación intersectorial y la intervención activa de los organismos que no son salud pública: educativos, religiosos sociales y políticos.

Una respuesta sería enfatizar en el control. La fumigación baja la epidemia al matar el mosquito adulto, pero si no se eliminan los criaderos, en diez o menos días habrá de nuevo otra gran población de mosquitos adultos. Tal vez se cree que fumigar es la solución; pero no es la forma de controlar el Aedes, expresa el especialista cubano.

El investigador Kourí enfatiza que para controlar y erradicar el Aedes aegipty es fundamental la participación comunitaria. "No es nada fácil pero si cada quien en su casa, en su jardín o alrededor, controla los criaderos, se le dará un golpe mortal al dengue”

Precisamente uno de los focos principales de contaminación es el hogar, pues el mosquito se reproduce en agua limpia. Recordó que gran parte de la población guarda agua, por la insuficiencia de abastecimiento. Estos son los principales  sitios de reproducción, además de floreros y otros lugares. Debemos ser conscientes de que estamos "durmiendo con el enemigo".  No hay que hablar de los muertos por dengue, sino de cómo evitar el próximo muerto. El próximo debe ser el mosquito, el criadero.

Los medios titulan ‘un muerto por dengue hemorrágico’, lo cual provoca miedo, pero lo importante es informar sobre "los diez mil criaderos de Aedes aegipty en tal parte, y que pueden producir casos de dengue y muertes” comenta el especialista cubano.

En algunos países se ha utilizado la fumigación aérea, fumigación por calles y carreteras las cuales producen más un efecto de alivio en la ciudadanía que un efecto real, pues en general este tipo de insecticidas no alcanzan a llegar a los sitios en donde se encuentran los pequeños huéspedes.

La batalla apenas comienza


Ilustración de Tierra Verde

El zancudo se reproduce en aguas estancadas, llantas, floreros, tinas, botellas abandonadas y otros implementos que se encuentran comúnmente en las casas. La fumigación no es efectiva por sí sola, hay que trabajar conjuntamente con la comunidad para eliminar los criaderos del zancudo. .

A pesar de que hace  17 años llegó a América el dengue hemorrágico, la batalla de los investigadores y científicos para combatirlo apenas comienza.

“El dengue clásico, conocido como biotipo caribeño, es diferente al dengue asiático relacionado con la aparición de hemorragias debido a que el virus presenta un comportamiento más agresivo“ afirma el médico internista Fernando Roso especialista en el tema y quien actualmente trabaja en el Hospital Universitario del Valle en Cali, Colombia.

Cuando un paciente tiene dengue hemorrágico se ven afectados tres sistemas: el vascular, circulatorio y los factores de coagulación, lo que lo cual se determina a través de exámenes de sangre. De la misma forma asegura el científico los síntomas de alarma son dolor abdominal, vómito persistente y postración, si el enfermo no presenta estos síntomas es probable que no necesite ser hospitalizado.

En realidad son muy pocos los pacientes que llegan a un desenlace fatal, sin embargo es necesario un control especial con cada uno y una recomendación importante de los expertos es no consumir aspirinas pues puede acelerar la hemorragia.

El dengue tiene su historia

Se tiene conocimiento que el dengue existía incluso 98 años atrás y que causó problemas a finales del siglo pasado con la fiebre amarilla. En el Siglo XX  apareció el denominado dengue hemorrágico, transmitido por el mismo mosquito conocido como Aedes aegypti, sólo que produce una reacción diferente en el organismo. Por este motivo algunos terminan más afectados que otros.

A inicio de los años 80 atacó en Cuba la epidemia más grande del mundo de dengue hemorrágico. En 1981 murieron por esta causa 158 personas, se registraron 300 mil casos y hubo 116 mil hospitalizadas.

En esta ocasión, los investigadores observaron que el dengue hemorrágico y el síndrome de choque del dengue tuvieron una frecuencia cinco veces menor en personas de raza negra que en blancos. Las personas de regiones de Oriente, indios y blancos son totalmente susceptibles.

El dengue hemorrágico pasó de Cuba a Puerto Rico en el 86 y la primera epidemia de dengue en América continental ocurre en Venezuela en el 89, según datos suministrados por el médico internista Fernando Roso especialista en el tema y quien actualmente trabaja en el Hospital Universitario del Valle en Cali, Colombia.

En Colombia aparecen los primeros casos en Santander en límites con Venezuela, a finales del 89 y comienzos del 90, el próximo brote aparece en 1992 en Santander y el Valle del Cauca y en Cali en 1995, donde  la gran primera gran epidemia ocurre en el 95 con 566 casos con cuadros sospechosos de dengue hemorrágico y empiezan a aparecer desde entonces síndromes de choque de dengue con desenlace fatal.

La problemática del dengue es de carácter mundial; en la actualidad, los virus de múltiples tipos son endémicos en la parte meridional de China y en Hainán, Vietnam, Laos, Camboya (Kampuchea), Tahilandia, Myanmar (ex Birmania), India, Sri Lanka, Indonesia, Filipinas, Malasia y Singapur.

En Africa se encuentran los cuatro tipos de virus que hasta el momento se han relacionado con el dengue y el dengue hemorrágico.

El endemismo es menor en nueva Guinea, Bangladesh, Nepal, Taiwán y gran parte de la Polinesia. Desde 1983 han circulado en el norte de Australia virus del dengue de varios tipos.  México, algunas islas del Caribe y muchos países de América central, así como Venezuela, Colombia y Ecuador  también son considerados endémicos. De igual manera, el virus se ha propagado a Brasil, Bolivia y Paraguay.

Última esperanza

Al igual que muchas otras enfermedades el Dengue es un dolor de cabeza para los investigadores, pues provoca más de 20 mil muertes al año.

Es por ello que la comunidad científica mundial, así como grandes centros productores de medicamentos, hacen numerosos esfuerzos en desarrollar mecanismos de control genético con el fin de conseguir que el mosquito pierda la capacidad de desarrollar el virus. Si ello se logra  significaría que podría existir cualquier cantidad de mosquitos sin que hubiera el riesgo de propagar la enfermedad. Según el investigador Marco Fidel Suárez estas investigaciones son muy prometedoras.

Contacto: http://www.netsalud.sa.cr/ms/estadist/enferme/dengueh.htm
Contacto Marco Fidel Suarez. mazuares@sinsa.univalle.edu.co
Contacto: Fernando Rosso Hospital Universitario del Valle. Tel 925561131

Ver mas información en:Mosquito come mosquito.y ¡Ja, que bombita tan anticuada!


© Se permite la reproducción total o parcial de este material, siempre y cuando se cite a AUPEC como fuente original


Para mayor información acerca del tema tratado en este artículo, escríbanos a aupec@mafalda.univalle.edu.co
 
HOME PAGE