Recientes investigaciones en Colombia demuestran que la Displasia-Luxación o Enfermedad del Desarrollo de la Cadera (DLD) no es una enfermedad hereditaria y que se puede corregir mediante un tratamiento fisiológico cuando se detecta a tiempo.
Según el Médico Pediatra
Néctar Daza de la Universidad del Valle, el mayor número
de casos de Coxo-Artrosis se debe a la existencia de una desproporción
entre la capacidad de la “copa” acetabular y el volumen de la cabeza femoral
que queda cuando se ha completado el desarrollo articular. El Doctor Daza
explica que el tratamiento que ofrece la medicina cuando ya existe la degeneración
de la cadera ya ha llegado a este nivel es el Reemplazo Total de Cadera
(RTC) que es una cirugía delicada, costosa y cuyos resultados no
siempre son los esperados. En E.U de cada 100 personas menores de 45 años
que han sido sometidas al RTC, 54 debe ser reintervenidas antes de haber
transcurrido cinco años de la cirugía. Teniendo en cuenta
lo anterior y después de más 20 años de investigación
y experiencia en este tipo de patología, el Pediatra Daza ha desarrollado
una forma de prevenir la Coxo-Artrosis mediante un tratamiento
fisiológico, sencillo y económico que logra corregir la DLD,
mal formación que causa el 50% de las Coxo-Artrosis, detectándola
a tiempo y, sobre todo, suprimiendo operaciones quirúrgicas traumáticas
para el paciente sin resultados del todo alentadores.
FACTOR MECÁNICO Y NO GENÉTICO: CAUSA DEL PROBLEMA
Parte del trabajo del pediatra colombiano ha consistido en demostrar que la DLD se debe a un factor mecánico. El Doctor Daza explica que la desproporción, la falta de armonía entre la capacidad acetabular y el volumen de la cabeza femoral se debe a que un factor mecánico afectó el desarrollo articular, afectó el proceso de profundización acetabular en alguna de sus dos fases : dentro o fuera del útero.
Cuando el problema se inicia dentro
del útero se debe a la posición del feto o a una deformidad
uterina.
Cuando la lesión ha ocurrido
fuera del útero ésta se debe a una posición inadecuada
del bebé al dormir, al ser alimentado, al bañarlo y en general
a la forma como se toma entre los brazos. En épocas anteriores,
y aún hoy en algunos casos, existe la costumbre de “chumbar”, “entabacar”
o “enrrollar” a los bebés. Esta posición hace que el
bebé tenga las piernas juntas y prácticamente inmóviles
la mayor parte del día. Esta posición afecta el proceso de
profundización de la copa, que tiene lugar fuera del útero,
pues la fácil maleabilidad del esqueleto infantil hace que las cabezas
del fémur se desplacen desde el fondo del acetábulo
o “copa” de la cadera que “alberga” la cabeza del fémur) hacia
los bordes del mismo.
Durante los primeros meses de vida se realiza el proceso de profundización que le permite a la cadera poco a poco y de manera fisiológica formar un “albergue” adecuado para la cabeza del fémur. El doctor Daza explica que este proceso de profundización se lleva a cabo de manera normal y fisiológica cuando la cabeza femoral está en permanente contacto con el fondo de la “copa” gozando de plena movilidad. Así “bailando” dentro de la copa se lleva a cabo este indispensable proceso de profundización acetabular. Por ello, es imprescindible que el niño tenga los muslos abiertos y libres.
En cualquiera de los dos casos en que se haya presentado la lesión, ya sea dentro o fuera del útero, la malformación puede ser corregida cuando se detecta
El Doctor Daza hace énfasis
en el hecho preocupante de que hoy en día el 50% o más de
niños con la cadera luxada por DLD no fueron detectados en el examen
neonatal.
a tiempo.
DIAGNÓSTICO ADECUADO Y A TIEMPO
El Doctor Daza ha desarrollado una
técnica que permite evaluar de manera sensible al recién
nacido para detectar la luxabilidad de la cadera. Según el
pediatra, esta técnica es muy fácil de aprender y cualquier
persona ya sea un médico, una enfermera o una madre de familia puede
y debe estar en capacidad de detectar el problema.
UN TRATAMIENTO FISIOLÓGICO
Y DE BAJO COSTO
A diferencia de otros tratamientos, el Pediatra Daza ha desarrollado una especie de “pañal” dinámico y fisiológico que, por una parte, se adapta fácilmente a la evolución de la enfermedad y le permite al bebé tener una movilidad normal. De esta manera este “pañal” permite y aprovecha el desarrollo motor del niño y logra que las presiones ascendente y descendente que se ejercen sobre la cadera se conviertan en las fuerzas de remodelación fisiológica. Esta cualidad hace que el tratamiento pueda mantenerse hasta que la cadera haya alcanzado un tamaño y osificación ideales.
Con este tratamiento fisiológico se tiene éxito en niños cuya Degeneración de la Cadera (DLD) incluso se diagnostica después del año de edad sin necesidad de ser manejados mediante cirugía e inmovilización con yeso, método que sólo consigue que la cadera tenga una vida útil de 15 a 20 años.
Finalmente, es importante tener en cuenta que existe una clase de lesión por DLD que puede pasar desapercibida durante la infancia y la juventud, permitiendo un desarrollo motor y prácticas deportivas normales. En este caso, la cabeza femoral está firme dentro del acetábulo pero por falta de profundidad, parte de la esfera queda sin cubrir por el techo de la copa. Sólo una radiografía permite su diagnóstico temprano para que pueda ser corregido fisológicamente. Si no se trata en la edad adulta irrumpe como una lesión invalidante en la vida de una persona que creía tener su cadera normal.
Mayor información: Doctor Néctar Daza. Teléfono: (572)5583266 y (572)5583215 Cali-Colombia-Sur América
Para mayor información acerca del tema tratado en este artículo, escríbanos a aupec@mafalda.univalle.edu.co
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