Arquitecta de la Universidad del Valle crea modelo para gestionar y evaluar la calidad en empresas de la construcción
Una de las soluciones al problema, para aplicar en el futuro, en Colombia, radica en construir obras civiles y edificaciones, con calidad total, lo que implica hacer las cosas bien desde un principio, máxime si se tiene en cuenta que en el sector de la construcción cada producto final es único e irrepetible.
Si se construye con calidad se tendrá la certeza de una mayor capacidad de resistencia, aguante y manejo de las obras civiles frente a movimientos telúricos, explicó la profesora de la Escuela de Arquitectura de la Universidad del Valle, Luisa Esperanza Gómez Toro, quien acaba de regresar de España, donde realizó estudios de doctorado en dirección y administración de empresas de la construcción.
La construcción con calidad total comienza a ser una exigencia mundial. En Europa ha disminuido la demanda así que las empresas han comenzado a ofertar en Latinoamérica, y es por ello que las similares de Colombia que no construyan con calidad saldrán rápidamente del mercado, explicó la arquitecta Gómez Toro, quien, en su tesis de grado de doctorado, estudió las 17 empresas españolas que mayor incidencia tienen en el mercado de la construcción, en ese país.
En su tesis doctoral en la Universidad Politécnica de Cataluña, España, que recibió la calificación sobresaliente ¨Cum Laude¨ la docente de Univalle creo un modelo para la gestión de la calidad total en las empresas constructoras, que espera aplicar a organizaciones colombianas, para el mejoramiento de sus productos.
Para hacer su modelo la arquitecta Gómez Toro analizó comparativamente tres modelos para la gestión de la calidad: el premio Japonés Deming, el premio norteamericano malcom Baldrige y el premio europeo a la calidad.
La calidad no cuesta, es una inversión, explica la docente, pero en Colombia, algunas empresas constructoras aún compiten con la disminución de costos en detrimento de la calidad de la obra. Nuestros constructores acostumbran a rebajar la calidad de los materiales para disminuir precios, a pesar de que ésto podría lograrse evitando rehacer partes de la obra y disminuyendo los desperdicios, mediante un mejor aprovechamiento.
La calidad se inicia desde el momento mismo en que se empieza a diseñar e implica planificar, controlar y mejorar continuamente los procesos, para satisfacer a todas las personas implicadas en la construcción, incluyendo a los trabajadores de la empresa y al cliente, dice la docente Luisa Esperanza Gómez.
Los trabajadores de la construcción son un grupo con mucha movilidad y para su capacitación y educación es necesario que todas las empresas tomen conciencia de su importancia, pues con esfuerzos aislados e iniciativas aisladas poco se logra.
Para sobrevivir en el mercado internacional e incluso para competir a nivel nacional es necesario generar una cultura de la calidad que conduzca a los constructores y trabajadores a hacer las cosas cada vez mejor, reduciendo precios, en lo posible, y mejorando cada obra con respecto a la anterior, teniendo en cuenta que la calidad no siempre implica disminuir costos, aunque si es una verdadera inversión.
La calidad en la construcción está relacionada con la vida de las personas, por esta razón también tiene en cuenta el impacto social de una obra
Aunque el sector de la construcción es poco innovador la profesora Luisa Esperanza Gómez espera aplicar en Colombia, el modelo para la gestión de la calidad total en las empresas constructoras que realizó con base en las experiencias de empresas europeas, algunas de las cuales han ganado y participado en algunas de las grandes construcciones que ha licitado el Gobierno Nacional.
Mayores informes: Arquitecta Luisa Esperanza Gómez, profesora de la Escuela de Arquitectura de la Universidad del Valle. Teléfono (572)3212378 Cali, Colombia
Para mayor información acerca del tema tratado en este artículo, escríbanos a aupec@mafalda.univalle.edu.co
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