El  lado mítico de los eclipses

EL SOL Y LA LUNA HACIENDO EL AMOR

Muchas personas están preparándose para presenciar el eclipse total de sol del próximo 26 de febrero. Algunos están adquiriendo sus filtros y gafas especiales otros, más afortunados se desplazan hasta los sitios donde se apreciará el fenómeno en su totalidad. Hay mucha expectativa y curiosidad por el eclipse. Para los antiguos  era igualmente fascinante  y aún más, revestía de un tinte mítico o religioso.


Ilustración de Aupec

De acuerdo a la mitología Inca, cuando se presentaba un eclipse total de sol, la luna y el sol hacían el amor. Este acontecimiento era motivo de gozo y celebración para los indígenas de esta cultura.

Agencia AUPEC. 20-02-1998

Zuhé, llamado también Bochica, era el sol; principal deidad en el culto religioso de los Chibchas. Chía era la luna, consorte de Zuhé.  Quizás la luna y el sol resultaron  enojados y  Chía la divina consorte de Zuhé, con su carácter díscolo, quiso en un arrebato de ira, opacar a la máxima deidad  Chibcha.

Podría ser esta, una manera de representar  el fenómeno de los eclipses, desde la cultura Muisca o Chibcha, conociendo  la importancia  que le otorgaban a ciertos cuerpos celestes como el sol  y la luna pues eran para ellos sus dioses.

Hoy en día, la física y las ciencias en general nos han dado bases y explicaciones lógicas para entender como o por qué  ocurren  los eclipses. Pero nuestros antepasados no podían acudir a las enciclopedias ilustradas  ni  conocieron a Karl  Sagan  para que les explicara el fenómeno. Recurrían entonces a su imaginación  y  le otorgaban matices religiosos y  místicos a aquellos  sucesos que racionalmente no conocían.

 Históricamente los eclipses han sido  relacionados con calamidades. Para el hombre en la antigüedad la luz era muy importante, tenía un carácter divino. "El hecho de que el sol en pleno día, de un momento a otro fuera oscurecido se interpretaba como algo trágico: que seres malignos lo estaban atacando. Desde algunas simbologías se interpretaba como que  se lo estaban comiendo.  A partir de esto se presagiaban desastres." narra Giovanni Barandica, un estudioso de la astronomía, Presidente de la Junta Directiva de La Asociación de Astrónomos Aficionados, ASAFI, de la Ciudad de Cali.

Las culturas antiguas de América Latina tenían mitos, algunos tristes, algunos muy hermosos.  Cuando había un eclipse total de sol, los Incas pensaban que el sol y  la  luna estaban haciendo el amor, entonces ellos  durante el fenómeno celebraban que los dos astros estuviesen en tan " romántica situación ".

Algunos pueblos,  como los egipcios, pensaban al contrario que el sol era atacado  y devorado.  Cuando reaparecía, era un sol nuevo, una reencarnación. " Era esta una
interpretación triste, dramática, pero luego venía una reformación de la vida", narra Barandica.

La Arqueo-astronomía


Foto de rev. Innovación y Ciencia

Las culturas y pueblos antiguos, interpretaban aquello que no conocían a través de mitos y leyendas. Actualmente contamos con las ciencias que nos brindan información clara y seria, para entender los fenómenos de la naturaleza .

Las connotaciones del eclipse tienen un  matiz más bien histórico, anecdótico. Todo estos datos  están  siendo objeto de estudio para  una rama de la astronomía que tiene ya independencia: la arqueo-astronomía ciencia  que está haciendo en este momento,  investigaciones muy interesantes .

En la historia de la antigua Mesopotamia se describe una batalla en la que se hace alusión a un acontecimiento con  la luna y el sol. De acuerdo con la narración hecha en escritura cuneiforme, registrada en tablillas de arcilla, se logró descifrar que en medio de esta batalla importante, los ejércitos pararon sobrecogidos y atemorizados porque de repente les cayó la noche, hecho que interpretaron  aquellos hombres, como el enojo de los dioses.

A los astrónomos se les ocurrió darse a la tarea de calcular cuando habían ocurrido  eclipses en épocas pasadas, para saber exactamente si este hecho se atribuía al mismo fenómeno. Encontraron que hubo un eclipse total en Ugarit, justo el sitio descrito en las tablillas,  en  el año  1375 antes de Cristo. Este es el eclipse total más antiguo que se ha  registrado hasta ahora.

Hay eclipses famosos en la historia. En el año 1504, Cristóbal  Colón se encontraba en Jamaica durante su tercer viaje y tenía problemas con su tripulación pues trataba mal a los indígenas y a sus colaboradores. Por esta razón se estaba " cocinando "  una rebelión a la que Colón temía.

Quiso entonces aprovecharse del conocimiento que poseía acerca de la ocurrencia de un eclipse cerca a esa fecha, exactamente el 29 de febrero, gracias a que tenía las tablas astronómicas  de un científico austríaco,  para intimidar a sus compañeros. "Esperó entonces a que el eclipse estuviera muy cerca y proclamó que Dios estaba enojado por la desobediencia de la tripulación y mostraría su ira , pero sus hombres no le creyeron  hasta que sucedió el eclipse", explica Giovanni Barandica López .

La misma suerte no corrió con un fraile español en Guatemala que fue decapitado por los Mayas. Existía, en tiempos de la conquista,  una persecución muy fuerte por parte de los españoles hacia la religión tradicional de los Mayas, por realizar sacrificios humanos.  Los Mayas estaban  muy resentidos por esto y  huyendo se refugiaron en la selva.

El fraile español en una ocasión  se extravió y fue encontrado por unos guerreros Mayas. Los indígenas se lo llevaron pero como el fraile sabía que iba a ocurrir  un eclipse al día siguiente, trató de hacer la misma jugada de Colón, engañar a sus verdugos. Lo que no sabía era que los Mayas también manejaban esa información pues sus astrónomos eran muy precisos. El no poder intimidarlos le costó la vida al fraile a quien finalmente le extrajeron el corazón.

Quizás, la mitología antigua sea mucho más rica en cuanto a relatos sobre eclipses. Es probable que algunas de las creencias populares de hoy día, tengan relación con estos  mitos y se hayan modificado a través de los años, pero actualmente contamos con ciencias que nos brindan información  precisa para que fenómenos como estos no sigan siendo un misterio y podamos comprenderlos.

Contacto: Giovanni Barandica López, Presidente de la Junta Directiva de la Asociación de Astrónomos Aficionados, ASAFI. Tel: 923212302


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