¿ESPERANDO A "EL NIÑO"?

Colombia cuenta con suficiente información sobre El Niño, fenómeno que probablemente se avecina; sin embargo, igual que en otras oportunidades, el país se encuentra poco preparado para enfrentarlo.

Foto de rev. Fronteras

Los satélites permiten observar cómo evoluciona el fenómeno de El Niño en el Trópico.

Desde el "Super-Niño" de 1983, la ciencia ha avanzado mucho en la capacidad de entender y pronosticar el fenómeno, con base en una muy extensa, densa y compleja red de observación en toda la cuenca del Pacifico y con el apoyo de supercomputadores para seguir el proceso.

La evolución del fenómeno, que en su fase tropical dura más de un año, se puede detectar desde sus inicios en océano Indico Oriental/Pacífico Occidental, muchos meses antes de llegar a las costas de Sur América. Sin embargo la ciencia aún no ha logrado predecir la magnitud del fenómeno.

Su verdadera dimensión sólo se ha reconocido en los últimos 10 ó 15 años. La cíclica llegada de corrientes marinas cálidas a las costas del Perú que los pescadores llamaron "El Niño" - por manifestarse en la época de Navidad, hoy en día está caracterizada como la más global y compleja de todas las anomalías climáticas recurrentes "interanuales".

Este fenómeno de interacción entre océano y atmósfera, cuya causa es aún desconocida, se ubica en la franja tropical y afecta las condiciones metereológicas como nivel de de aguas, vientos y lluvias, entre otras, en todo el Pacífico tropical, para luego extenderse al resto del Trópico y a latitudes mayores.


Foto de rev. Fronteras

Plataforma continental marina de América Tropical.

El Niño es tan complejo que, por ejemplo, mientras en Colombia causa catastróficas depresiones del régimen de lluvias, en el Perú genera desastrosos aguaceros y avalanchas, y en Norteamérica episodios invernales casi inmanejables.

En este momento hay indicios muy claros de que el fenómeno de "El Niño" se está desarrollando. Por ejemplo, el calentamiento de las aguas superficiales del Pacifico Oriental es el mayor observado desde 1983 y también se observan valores atmosféricos anómalos, según afirma el geofísico y profesor de la Universidad del Valle, Hansjurgen Meyer, miembro del Observatorio Sismológico del Suroccidente, OSSO.

De igual manera, los actuales modelos de pronóstico desarrollados por el Consorcio de Universitario de Investigación Atmosférica, UCAR, de Estados Unidos, anticipan una intensificación del actual episodio.

Existe, pues, una alta probabilidad de que las condiciones del tiempo en Colombia hacia finales de 1997 y durante 1998 sean anómalas, con las consecuencias que el país ya conoce, principalmente la disminución de los niveles de los embalses que alimentan al sector eléctrico. Como quien dice, si no se toman las medidas adecuadas, el país volverá a estar a oscuras.

Contacto: Investigador Hansjurgen Meyer. Observatorio Sismológico del Suroccidente, OSSO Cali, Colombia. Email: hjm@tsunami.univalle.edu.co


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