LA LEPRA, VEINTE SIGLOS DE PERMANENCIA

Científicos de la región se unen al seguimiento mundial que se le hace a una enfermedad que sigue ocasionando estragos.

Grabado francés del siglo XIX.

San Luis, rey de Francia, consuela a un leproso, cuando la lepra era tenida como una maldición y como enfermedad contagiosa.

La lepra es la enfermedad más antigua de las que se conoce actualmente; era considerada como un castigo de Dios. Cuando se descubrió el bacilo de Hansen , como responsable de esta enfermedad al atacar los nervios periféricos, los mitos creados alrededor del mal fueron derrumbados por la ciencia.

La lepra es una enfermedad que todavía aparece en esta época. El 95% de la población mundial es inmune a la lepra, esto quiere decir, que a pesar de ponerse en contacto con el bacilo no la desarrolla pues se necesita ante todo predisposición genética para que la enfermedad se manifieste.

"En total aparecen registrados tres millones de casos en el planeta. En Colombia se reportan 200 mil leprosos, de los cuales 1500 están en el Valle del Cauca", explica el médico dermatólogo y microbiólogo Luis Hernando Moreno, del Centro de Investigaciones en Enfermedades Tropicales, CIET, de la Secretaría Departamental de Salud del Valle.

En la ciudad de Cali existen 500 personas enfermas. De este grupo, el 70% corresponde a la lepra lepromatosa, la forma más agresiva y el porcentaje restante a la lepra tuberculoide, de menor gravedad.

Aparecen manchas

La lepra tiene varias formas clínicas, de acuerdo con el grado de inmunidad de la persona. Comienza con manchas blanquecinas similares a las producidas por el sol.

Muchas veces la gente piensa que es vitiligo, enfermedad que causa despigmentación de la piel, pero la diferencia radica en que la lepra induce pérdida de sensibilidad en el área donde se presenta la mancha, debido a que el bacilo ataca los nervios periféricos. Igualmente el pelo o vello, que cubre la zona, desaparece.

Por esta pérdida de la sensibilidad es que al leproso se asocia comúnmente con una persona físicamente deforme, pues el paciente puede cortarse o quemarse y no se da cuenta. Esto ocasiona heridas graves, llegando a convertirse en ulceraciones.

"A pesar de todos los mitos creados alrededor de la lepra, esta enfermedad tiene cura. Un leproso puede llevar una vida normal, y no es necesario aislarlo como se hacía antes. Actualmente existen drogas que acaban con el bacilo, después de un minucioso tratamiento la persona se recupera", dice el investigador Luis Hernando Moreno.

En el 2000: ningún leproso

La Organización Mundial de la Salud se ha propuesto erradicar la lepra en todo el planeta antes del año dos mil , tomando como referencia los pocos casos que aparecen. En este aspecto, los médicos quieren tener certeza con respecto a los pacientes que reciben el tratamiento para garantizar su total recuperación.

Pues parece que la droga empleada en el tratamiento de la lepra no mata del todo a los bacilos sino que disminuye la cantidad presente en el paciente, hasta tal punto que no se pueden detectar con los métodos de diagnóstico tradicionales. Y de esta manera se piensa que el leproso está curado, pero no resulta ser así.

En el CIET, adscrito a la Secretaría Departamental de Salud del Valle, se realiza actualmente una investigación con miras a seguir detenidamente la recuperación de los enfermos, igual a como se está haciendo en otras partes del mundo.

En este momento, los científicos llevan a cabo el ensayo inmunoabsorbente ligado a enzimas, conocido como Prueba de Elisa, para detectar la respuesta del organismo ante la presencia del gérmen. En el caso del bacilo de Hansen, se trata de reconocer el glicolípido fenólico único.

Este examen se aplicará a doscientos pacientes, la mitad de los cuales se consideran curados y la otra mitad corresponde a los que están en tratamiento.

"Con esto se trata de determinar si los paciente curados tiene Elisa positivo o negativo y de esta manera, garantizar su recuperación definitiva. Pues en algunos casos se ha encontrado que a pesar de no manifestarse la enfermedad, el bacilo todavía está presente", explica el investigador Luis Hernando Moreno.

La importancia de este trabajo radica en poder demostrar si los métodos empleados en el tratamiento de la lepra son efectivos o no y cuestionar el tiempo de seguimiento que debe hacerse a los pacientes.

Con el estudio, los científicos de la región esperan contribuir a la erradicación de este mal que desde hace tanto tiempo afecta a la humanidad.

Contacto: Luis Hernando Moreno, Diagonal 37 A Número 37-61 Teléfono 5587261. Centro de Investigaciones de Enfermedades Tropicales, C.I.E.T. Cali. Colombia.


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