LAS TRAVESURAS DE "EL NIÑO"

Las autoridades climatológicas piensan que el fenómeno puede ser moderado en 1997. Sin embargo, las autoridades del Ministerio del Medio Ambiente advierten al sector energético que debe estar preparado.

Tomado de El País.

Días calurosos y madrugadas frías caracterizarán el clima del Valle del Cauca durante el resto del año. Pero, ¿quién podría pensar que este fenómeno es ocasionado por un acontecimiento atmosférico que sucede a miles de kilómetros de distancia?.

Se trata de la diferencia de presiones entre un punto ubicado en Australia y otro en la Polinesia Francesa. Esta presión atmosférica causa aumento en las temperaturas del mar Pacifico Tropical que de todas formas termina afectando el resto del mundo porque este es un fenómeno de escala y el globo terrestre es un sistema en equilibrio que se desestabiliza si alguna de sus circunstancias "normales" cambia.

Y precisamente el responsable de esas circunstancias anormales tiene nombre propio: El Fenómeno de El Niño. Uno de los cambios de temperatura más fuertes que ha causado este trastono se vio en 1982, la temperatura subió hasta en 5 grados; sin embargo las lluvias arreciaron en Ecuador, Perú y Tumaco. Ahora en el 96 y en lo que va corrido de 1997 las temperaturas han subido hasta en 4 y 5 grados.

En épocas de verano se presentan las mayores y las menores temperaturas en el Valle del Cauca, pues los cielos están despejados y no hay nubes que atajen el calor que se produce cuando la tierra refleja radiación. Esta situación provoca que la tierra se enfríe de manera más acelerada durante la noche; al llegar la madrugada se ha alcanzado un fuerte descenso de la temperatura, principalmente entre las 5 y las 6 a.m De acuerdo con el ingeniero civil de la Universidad del Cauca, William Ospina, la sequía provocada por el fenómeno ocasiona que los ríos del departamento del Valle del Cauca pierdan hasta un 50 por ciento de su caudal. La principal afectada es la cuenca del río Cauca, desde su nacimiento hasta las poblaciones Zarzal o la Virginia, ubicadas al norte del departamento.

Willian Ospina, Asesor de la Subdirección de Gestión Ambiental de la Corporación Autónoma Regional del Valle del Cauca, CVC, especializado en Meteorología en el Instituto Nacional de Meteorología de España y con postgrado en Hidrología en el Instituto Nacional de Hidrología en Madrid, España, señala que "al disminuir las lluvias se consumen más las aguas subterráneas debido a que las superficiales son escasas. Así mismo, los residuos contaminantes no se diluyen satisfactoriamente, lo que aumenta el peligro de incendios forestales, pues el sol se refleja en ellos y el fuego no se hace esperar".

Un Niño eléctrico


Tomado de El País.

En 1992, año del famoso racionamiento eléctrico decretado por la administración del ex-presidente de Colombia, César Gaviria Trujillo, a causa del fenómeno de El Niño, las lluvias en la región de Tumaco, según datos del HIMAT, fueron un 20% superiores al promedio; en cambio, en el resto del occidente colombiano, especialmente en la zona andina, las lluvias bajaron considerablemente.

Similar respuesta se obtiene cuando se analizan otros años donde se presentó El Niño, lo que indica que el fenómeno produce sequía en el occidente colombiano y la región andina, y solamente en el extremo sur del país el efecto es contrario.

Las autoridades climatológicas piensan que el fenómeno puede ser moderado en 1997. Sin embargo, las autoridades del Ministerio del Medio Ambiente le advierte al sector energético que debe estar preparado, pues el embalse de Salvajina, por ejemplo, está en este momento en el 92 por ciento de su capacidad y el de Anchicayá en el 88 por ciento aproximadamente..

El suministro de energía eléctrica en el país se atiende en un porcentaje del 78% con generación hidráulica y el resto 22% con generación térmica. Los expertos aseguran que aunque es conveniente incrementar el porcentaje de participación del componente térmico en generación, no se puede olvidar el potencial hídrico del país y menospreciar las centrales hidroeléctricas; pero ellas deben estar localizadas adecuadamente en todo el territorio nacional, sin que primen los intereses regionales del pasado.

El Ingeniero Civil Guillermo Regalado Hammerle, de la CVC y el especialista William Ospina, opinan que si algún aspecto positivo se puede sacar del apagón del 92 es el de reconocer la necesidad de desconcentrar las plantas de generación, construyendo centrales en la vertiente de los llanos donde es mucho menor la incidencia de "El Niño" y en el extremo sur del país donde aumentan los caudales, en vez de diminuir.

De esta manera el país se prepara para que El Niño llegue y se vaya causando los menores daños ecológicos, económicos y sociales posibles.

Contacto : Investigador William Ospina. CVC. Teléfono: 92-339 66 71. Cali, Colombia.


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