Las ranas de la familia Dendrobatidae, con un tamaño entre 1 y 5 centímetros y la facultad de segregar en su piel uno de los tóxicos mas peligrosos entre los animales, se han convertido en exóticos elementos de colección para europeos y norteamericanos.
El alto esfuerzo reproductivo de
las ranas de la Familia Dendrobatidae y la presión que existe
sobre ella por cacería, para ser llevada ilegalmente a los
mercados de Europa y Estados Unidos, está poniendo en riesgo estas
poblaciones. “Un comerciante puede colectar entre 200 a 500 animales,
en una misma localidad, y esto representa una cantidad importante en poblaciones
tan localizadas” , explica Fernando Castro, Director del Laboratorio de
Herpetología de la Universidad del Valle, Cali, Colombia.
Las ranas de la familia Dendrobatide,
conocidas como “ranas nodrizas”, habitan a lo largo de Centro y
Suramérica, pueden medir de 1 a 5 centímetros y tienen el
color de su piel amarillo, naranja, rojo o azul , pero lo más
destacable de estos animales es la facultad de poseer uno de los
tóxicos mas peligrosos.
La rana segrega el veneno cuando se encuentra en peligro o en cautiverio, a través de unas glándulas microscópicas presentes en su piel. En el menor de los casos, la sustancia puede producir desde adormecimiento hasta la muerte de los depredadores; una pequeña dosis de 0.01 microgramos de veneno mata un ratón en 8 minutos.
La estrategia reproductiva de esta especie no es menos interesante; su comportamiento implica el cuidado parental de sus crías, por un timepo limitado. Esto le permite a la especie aumentar la oportunidad de supervivencia de las crías.
Desde el momento en que ocurre la fecundación y por espacio de algunas horas o hasta poco más de una semana, los padres se encargan de la atención de los huevos y el transporte de las larvas, llevándolos en el dorso, así como de la alimentación.
En la reproducción, el macho tiene un alto gasto energético, marcando el territorio y llamando a las hembras con prolongados cantos. Durante el acto copulatorio el macho sujeta firmemente a la hembra, a manera de abrazo, tomándola de la cabeza por la parte de las mejillas; esta posición le permite asegurar la fecundación de los huevos que va liberando la hembra.
Una vez los huevos eclosionan, el macho o la hembra transportan los renacuajos en su dorso a un sitio seguro, generalmente los ubica en bromelias, plantas que se encuentran en la parte alta de los arboles y retienen agua entre sus hojas. Los renacuajos permanecen entonces allí hasta llegar a la etapa juvenil. La hembra alimenta los renacuajos depositando en cada bromelia un huevo no fecundado que les proporciona proteínas y carbohidratos.
Todo este comportamiento reproductivo señala que estas especies realizan un gran esfuerzo para garantizar la supervivencia de las crías; igualmente, el número bajo de huevos que pone la hembra y el transporte de las larvas hasta las bromelias representa riesgos de superviviencia para los adultos.
El auge de la cacería de estas ranas, entre los acuaristas euopeos y norteamericanos que tienen como “hoobie” su colección y cría, las está poniendo en peligro de extinción, pues el nivel de extracción de la población comparado con el esfuerzo reproductivo tan alto no le deja muchas opciones de supervivencia a estas especies.
Para mayor información acerca del tema tratado en este artículo, escríbanos a aupec@mafalda.univalle.edu.co
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