Una de cada cuatro mujeres pueden ser incontinentes en cualquier momento de su vida, debido a factores como el parto, estreñimiento o la acción de algunos medicamentos que relajan los músculos pélvicos. Sin embargo, los hombre no son inmunes a esta molesta fuga.
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¿Un mal femenino? |
Se calcula que en el mundo existen aproximadamente 32 millones de personas que sufren de este mal, de las cuales la gran mayoría son mujeres. Una de cada cuatro mujeres pueden ser incontinentes en cualquier momento de su vida.
La mayor frecuencia de incontinencia urinaria en mujeres se debe a varias causas. En el caso de las jóvenes puede suceder por la relajación de los músculos pélvicos, ocasionada por los partos, estreñimiento y algunos medicamentos.
Ya en edad senil, ocurre este problema porque con la menopausia, al bajar los niveles de estrógenos, todos los músculos del cuerpo pierden fuerza incluyendo los de la pelvis.
La incontinencia urinaria es definida científicamente como la incapacidad para orinar en el lugar y momento conveniente. Cuando la persona presenta una o dos fugas de orina al mes se considera ya como incontinente.
Para entender este problema es necesario conocer la fisiología del proceso, el cual inicia con el estímulo sensorial que origina el tener la vejiga llena, es decir, cuando el volumen equivale a 250 centímetros cúbicos.
Este estímulo llega al centro sacro de la médula y posteriormente se activa la corteza frontal del cerebro donde se decide el control voluntario. Los esfínteres se relajarán y entonces se expulsa el líquido.
En caso de que existan las ganas de orinar pero el baño está ocupado el mensaje de no orinar aparece y los esfínteres se cierran.
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Sistema para continencia masculina |
Otra clase de incontinencia es por urgencia. Cuando existe un enorme deseo de orinar, el baño está ocupado y la persona no puede aguantar.
Estos casos, de los más comunes entre la población, se explican por la relajación de los músculos del piso pélvico , que inducen la movilidad de la vejiga y la uretra.
En el tratamiento de los problemas de incontinencia urinaria se establecen técnicas conductuales que consisten en el entrenamiento de la musculatura que interviene en el proceso a través de los ejercicios de Kegel. Esto es apretar y relajar constantemente los músculos.
Igualmente se emplea droga y en los casos extremos se hace uso de la cirugía para resolver la incontinencia.
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Las pesas vaginales para los ejercicios Kegel favorecen la continencia urinaria. |
En este sentido uno de los más novedosos instrumentos son las pesas vaginales , las cuales ayudan a la mujer a entrenar los músculos pélvicos. Cuando se inserta en la vagina el cono del peso adecuado, los músculos se contraen alrededor del elemento con el fin de retenerlo. El peso del cono y las contracciones repetidas fortalecen el músculo pubococcígeo, responsable de mantener la continencia urinaria.
"A través de estudios, se ha comprobado que el 70% de las pacientes que usaron este sistema presentan mejoría del problema a las ocho o doce semanas de iniciar el tratamiento", afirma la enfermera Lucy Socorro Aguirre, de Laboratorios Convatec, multinacional reconocida a nivel mundial por sus innovaciones en este campo.
Otro de los elementos desarrollados es el Tapón Intra-Uretral también para mujeres. Esto representa un método de fácil aplicación el cual consiste en un dispositivo que se inserta en la uretra manteniendo la orina dentro de la vejiga, permitiéndole a la paciente controlar el proceso de evacuación.
Con respecto a los hombres, existe una diversidad de catéteres externos masculinos adhesivos, los cuales conducen la orina desde el pene hasta una bolsa recolectora que puede estar adherida a la pierna o a la cama.
A través de estos métodos para el control de la incontinencia urinaria, las personas afectadas por este mal pueden llevar una vida más segura y confiable.
Para mayor información acerca del tema tratado en este artículo, escríbanos a aupec@mafalda.univalle.edu.co