Investigadores colombianos desarrollan un proyecto con el que han disminuido el riesgo de infección por enfermedades parasitarias, como la Leishmaniasis cutánea, mediante una estrategia educativa con los pobladores de sectores endémicos.
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La Leishmaniasis cutánea es uno de los tipos más graves de esta enfermedad que se da en el trópico. |
La Leishmaniasis ocupa el sexto lugar en el conjunto de las enfermedades tropicales más graves del mundo y afecta tanto a hombres como animales.
Esta es una enfermedad producida por un parásito del género Leishmania y transmitida por la picadura de un mosquito conocido como Lutzomya, del cual se conocen en Colombia unas 140 especies; en la Costa Pacífica, este insecto es conocido con el nombre de "manta".
Una de las formas más comunes de esta enfermedad es la Leishmaniasis cutánea la cual se desarrolla en el sitio del cuerpo donde pica el mosquito transmisor; allí se forma una mancha roja que aumenta de tamaño y se va abriendo, formando una úlcera. Estas manchas se presentan generalmente en la cara, tronco, brazos y piernas.
La Leishmaniasis cutánea es adquirida en áreas boscosas donde hay muchos árboles, que sirven de sitio de reposo de la Lutzomya. Las personas más afectadas son las que se dedican a la caza, ya que tienen alta exposición a la picadura de este insecto. En Colombia, casi el 50% del territorio es considerado zona endémica de Leishmaniasis.
Un estudio sobre esta enfermedad, concluyó que desde 1980 se han detectado cerca de 2 mil casos nuevos por año en nuestro país. Sin embargo, los expertos aseguran que esta cifra es baja, si se tiene en cuenta que no existen registros precisos sobre los casos y que los programas de erradicación se orientan al diagnóstico y tratamiento pero no al control de la transmisión.
Por tal motivo, investigadores de la Fundación Centro de Investigaciones Multidisciplinarias en Desarrollo, CIMDER, de la Universidad del Valle, y de la Fundación Centro Internacional de Entrenamiento en Investigaciones Médicas, CIDEIM, de Colombia, han desarrollado una estrategia basada en la participación social y en la educación de las comunidades.
Este proyecto tiene como fin el control de la transmisión de enfermedades infecciosas en un sector de la Costa Pacífica colombiana, tomando como modelo la Leishmaniasis cutánea.
En el proyecto participaron como investigadores principales el médico, magister en Bioestadística y Salud Pública Jaime Becerra, Director de Investigaciones de la Fundación CIMDER y el médico Carlos Rojas, Investigador Asociado de la Fundación CIDEIM y como coinvestigadores, Bruce Alexander (PhD) Investigador Asociado de la Fundación CIDEIM y la bacterióloga magister es Salud Pública Alba Lucía Morales, Investigadora Asociada de la Fundación CIMDER.
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La Flor de Mayo (Erythrina sp) es una de las plantas utilizadas para obtener substancias naturales para tratar la leishmaniasis. |
Tumaco tiene una población predominantemente negra, cercana a los 110 mil habitantes, quienes trabajan la agricultura, la pesca artesanal y la explotación maderera. De ellos, un 50% vive en el área urbana y el resto en aproximadamente 50 veredas rurales.
Teniendo como base que el control y prevención de enfermedades parasitarias como la Leishmaniasis, depende de un adecuado conocimiento de la relación entre el parásito, el transmisor, el reservorio y el hombre, aplicaron la estrategia educativa y de participación y enseñaron a los pobladores métodos tecnológicos para evitar el contacto con el mosquito.
La estrategia educativa se adelantó mediante mensajes básicos sobre la Leishmaniasis y su control, a través de capacitaciones a una persona por cada diez familias que debía multiplicar lo aprendido, no sólo sobre Leihsmaniasis, sino en otros problemas de salud más frecuentes en esa comunidad.
De acuerdo con la bacterióloga Alba Lucía Morales, estos ciclos de capacitación por todas las veredas duraron un año y se realizaron mediante una metodología diseñada por CIMDER, denominada "Escuela de Madres", la cual hoy se aplica en varias localidades del país.
Con la colaboración de expertos en comunicación social y diseño gráfico, los investigadores elaboraron materiales educativos como audiovisuales, métodos innovativos de conversación grupal y juegos, que fueron usados en el entrenamiento de las comunidades y en talleres de sensibilización sobre la enfermedad.
Según los investigadores, los audiovisuales dieron gran resultado, ya que algunos estudios han demostrado que los habitantes de la Costa Pacífica colombiana se han adaptado en mayor medida al lenguaje visual y al audible, sin que el texto escrito, especialmente el libro, haya jugado un papel importante.
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Los frutos de "apaiñiki" (Pera benensis Rusby, Euphorbiaceae) son utilizados en varios países suramericanos para tratar la leishmaniasis cutánea. |
Actualmente CIMDER Y CIDEIM se encuentran analizando los resultados del proyecto, para establecer los cambios en la prevalencia e incidencia de la enfermedad, por lo que se calcula que el estudio culminará en diciembre de 1997.
"Este trabajo es una aproximación innovadora al control de la transmisión de enfermedades infecciosas, ya que combina la investigación biomédica en medicina tropical y la investigación social orientada al desarrollo comunitario", dice el médico Jaime Becerra.
Aseguran además, que este estudio es de gran importancia por tratarse de un ensayo con la comunidad, en el que se ponen a prueba medidas tecnológicas para el control de la Leishmaniasis cutánea y los estudios de este tipo son muy escasos.
Los investigadores esperan replicar este modelo educativo de control de Leishmaniasis en otras veredas y adaptarlo en la zona, para el control de otras enfermedades infecciosas.
Contacto: Fundación CIMDER. Email: cimder@sinsa.univalle.edu.co Cali, Colombia
Para mayor información acerca del tema tratado en este artículo, escríbanos a aupec@mafalda.univalle.edu.co