En problemas del agua:

LA MUJER TIENE LA PALABRA

La mujer es quien prepara los alimentos, baña a los bebés, pasa mayor tiempo con los niños y debe velar porque no consuman aguas sin tratamiento o tengan contacto con aguas contaminadas. Por esta razón debe ser tenida en cuenta a la hora de tomar las decisiones relacionadas con el sector de agua y saneamiento.

Foto de The challenge to do things differently

En algunos países en desarrollo, es la mujer quien debe ocuparse de acarrear el agua hasta su vivienda.

AGENCIA AUPEC. 08-06-1998

La responsabilidad por los problemas de salud de la familia, ocasionados por deficiencias en el servicio de agua  y saneamiento, recae principalmente en la mujer, por ser ella quien está al frente del hogar.

En muchos países en desarrollo, es la mujer quien tiene que acarrear el agua hasta la  vivienda, por los  problemas de suministro. Madres e hijas, en algunas regiones, deben recorrer grandes distancias para obtenerla, de tal forma que invierten  gran parte de su tiempo en esta labor.  Esta circunstancia, muchas veces  resta a las mujeres la oportunidad de ir a la escuela.

Por esta razón es muy importante, capacitar a la mujer para que conozca los riesgos que se corren al usar aguas sin tratamiento y la manera de  prevenirlos, así como  las alternativas  que puede tomar cuando maneja el líquido.

Teniendo en cuenta lo anterior, Ranjiht Wirasinha, Secretario del Consejo Colaborativo de Agua y Saneamiento, resalta la importancia de reconocer el valor de la mujer en la toma de decisiones y en el desarrollo de las iniciativas que tienen que ver con el sector del agua y el saneamiento.

Mayor gestión de las comunidades

Históricamente, la oferta de servicios domiciliarios se ha dado de una manera vertical, en donde el gobierno es el que proporciona las soluciones que considera más viables para la comunidad, creando con esto la dependencia y  falta de participación de esta última.

Actualmente, se persigue el propósito de que las comunidades sugieran y autogestionen las soluciones a sus necesidades, que más se adecuen a su contexto social, cultural y económico. Con esto se pretende que la gente se involucre en los procesos y se concientice y apropie del mantenimiento de las tecnologías y la evolución de los proyectos, para garantizar la sostenibilidad de los mismos.

Sin embargo, lograr este objetivo precisa de un  cambio en la manera como se vienen haciendo las cosas, un cambio cultural, pues la comunidad ha jugado hasta ahora, un papel de espectadora en lo que tiene que ver con las respuestas y decisiones sobre sus propios requerimientos y  necesidades básicas.


Foto de The challenge to do things differently

Actualmente, las políticas mundiales buscan que las comunidades se involucren directamente en los proyectos de agua y saneamiento, para que se concienticen de la necesidad de velar por su mantenimiento.

“Esta ausencia de participación de la comunidad, le ha generado una falta de confianza sobre sus capacidades para proponer nuevas estrategias y  soluciones a sus problemas, además de una cierta comodidad, por esperar que el estado les provea y solucione todo”, expone, Ranjith Wirasinha, invitado al evento internacional Agua 98.

Para que las comunidades generen sus propias soluciones se requiere crear condiciones que  promuevan la participación de la comunidad. Por ejemplo, abrir el espacio para que la comunidad participe,  a través de reuniones, talleres, mesas de trabajo y otros mecanismos de consulta, que recojan sus inquietudes y propuestas para tomar decisiones conjuntas y de esta manera lograr mayor  autogestión  e independencia de la comunidad.

Consejo Colaborativo, vigía mundial

Uno de los organismos que mundialmente coordina y orienta las iniciativas que se emprenden en torno al sector  del agua, es el Consejo Colaborativo de Agua y Saneamiento, que se encarga de  reunir a todos los expertos del mundo, la academia, las organizaciones no gubernamentales, el Banco Mundial y otras agencias financieras;  todo con el propósito de unificar esfuerzos sobre las alternativas de solución para  los problemas de saneamiento.

El consejo colaborativo les indica el camino a seguir  para que no se dupliquen los esfuerzos y todos trabajen mancomunadamente, con un espíritu de cooperación.

Otro de los objetivos de este organismo es identificar las barreras que entorpecen el trabajo, encontrar las herramientas para superarlas y colaborar para que se implementen esas herramientas y además se diseminen entre todos los proyectos.

Un punto en el que hace claridad Ranjith Wirasinha, es que el Consejo Colaborativo no tiene la responsabilidad de tomar las decisiones frente a lo se va a hacer  en los países, pues este organismo simplemente reúne a la gente para intercambiar información y ponerla al servicio de los expertos y  del gobierno,  pero  cada país toma las decisiones conociendo ya lo que están haciendo en otras regiones y  según las políticas internacionales sobre el agua.

En América Latina, el Consejo Colaborativo revisa las prácticas y las reglamentaciones con las que se trabaja para buscar que las iniciativas que surgen y  se tratan de aplicar, estén respaldadas por las políticas de cada estado, pues en ocasiones existen estrategias que no tienen eco por esta  razón.

Contacto: Ranjiht Wirasinha, Secretario del Consejo Colaborativo de Agua y Saneamiento.
e-mail: wirasinhar@who.ch


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