Las infecciones producidas por condiciones deficientes de abastecimiento de agua, saneamiento e higiene personal y doméstica, cobran mayores víctimas en Asia, Africa y América Latina, regiones dónde se concentra la mayor cantidad de gente pobre.
Foto de CIAT en Perspectiva |
Las infecciones producidas por problemas en el agua, encuentran en la población pobre sus principales víctimas. |
Los problemas de salud relacionados con el agua, afectan casi exclusivamente a la población pobre; o sea que la mitad de toda la población mundial está expuesta a estos riesgos, pues una de cada dos personas en el mundo es pobre y debe sobrevivir con menos de un dólar y medio diarios, en promedio, según datos del Banco Mundial.
La salud de los pobres se ve afectada en primera instancia, por la mala nutrición pero en segundo lugar por condiciones deficientes de abastecimiento de agua, saneamiento e higiene. Según cifras de la Organización Mundial de la Salud, en 1980, el 80% de la morbilidad en los países en desarrollo se debió, a la deficiencia en la prestación de estos servicios.
Cifras más recientes, correspondientes a 1990 y publicadas por la Universidad de Harvard en 1996, muestran que en los países en desarrollo, la mala nutrición fue responsable del 15% de todas las muertes. Así mismo, la deficiente calidad en los servicios de agua, saneamiento y aspectos relacionados con la higiene, fueron responsables del 7% de todas las muertes.
La población mundial en 1990 era de 5.300 millones de personas, de las cuales 3.900 millones (74%), se concentraban en los países en desarrollo explica, Duncan Mara, catedrático de la Universidad de Leeds en Inglaterra e invitado al evento internacional Agua 98, celebrado en Cali.
De acuerdo con el
estudio de Murray y López, publicado por la Universidad de Harvard,
las estadísticas globales de 1990 sobre la presencia de diarrea
y otras enfermedades producidas por parásitos intestinales, son
las siguientes:
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Diarrea | 4,073,920,110 Episodios | 56% en niños entre 0-4 años
94% en países en desarrollo |
Ascariasis | 61,847,000 personas con infección severa | 73% en niños entre 5-14 años, todos en países en desarrollo |
Trichuriasis | 45,421,000 personas con infección severa | 79% en niños entre 5-14 años, todos en países en desarrollo |
Infección producida por Anquilostomas duodenales | 152,492,000 personas con infección
severa
36,014,000 personas con anemia |
84% en adultos entre 15-59 años,
todos en países en desarrollo
72% en adultos entre 15-44 años, todos en países en desarrollo |
También puede concluirse a partir de este estudio, que la población infantil, sufre principalmente las consecuencias de la diarrea, mientras que los adolescentes y adultos padecen las consecuencias de las geohelmintiasis, enfermedades producidas por parásitos intestinales, que llegan al organismo por beber agua no apta.
En el mismo informe
publicado por la Universidad de Harvard, los investigadores Murray y López
presentaron las estadísticas globales de la presencia de diarrea
y Geohelmintiasis sólo en América Latina y el Caribe, en
el año de 1990.
Enfermedad | Número | Observaciones |
Diarrea | 434,539,000 Episodios | 52% en niños entre 0-4 años |
Ascariasis | 8,005,000 personas con infección severa | 76% en niños entre 5-14 años |
Trichuriasis | 7,306,000 personas con infección severa | 82% en niños entre 5-14 años |
Infección producida por Anquilostomas duodenales | 15,309,000 personas con infección
severa
3,138,000 personas con anemia |
83% en adultos entre 15-59 años
88% en adultos entre los 15-44 años |
Foto de Guía Médica Familiar |
Algunos de los parásitos intestinales, que causan desórdenes en el organismo, son producto del mal manejo del agua. |
“Este panorama lo que nos muestra , es la imperiosa necesidad de mejorar las condiciones de salud de los pobres de las áreas rurales y urbanas, implementando servicios de abastecimiento de agua, saneamiento, manejo de las aguas residuales y reuso productivo de las mismas y buscar también un manejo adecuado de los residuos sólidos o las basuras”, explica Duncan Mara.
Es decir que invertir en proyectos de abastecimiento de agua, saneamiento y tratamiento de agua residuales, para los países en desarrollo, equivale a invertir también en salud porque si disminuyen los casos de enfermedades producidas por el agua, se está atacando el segundo factor de morbilidad en estos países.
Además, los costos que implican las drogas, las horas de atención de los profesionales de la salud y los demás servicios hospitalarios y médicos que reciben los enfermos por problemas relacionados con el agua, pueden destinarse para la atención de los pacientes con otras enfermedades de más difícil prevención.
Contacto : David Duncan Mara, catedrático de la Escuela de Ingeniería Civil de la Universidad de Leeds, Inglaterra. E-mail: d.d.mara@leeds.ac.uk
Para mayor información acerca del tema tratado en este artículo, escríbanos a aupec@mafalda.univalle.edu.co
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