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EL MEDIO AMBIENTE NO TIENE FRONTERAS

La estructura socioeconómica de la frontera colombo-ecuatoriana ha ocasionado la contaminación de las aguas, el suelo, la flora, la fauna y el paisaje de la cuenca binacional que surte de agua a las poblaciones fronterizas de los dos páises. Los planes de recuperación son muchos, no así el dinero necesario para adelantar estos proyectos
A ambos lados de la frontera colombo - ecuatoriana las autoridades ambientales tienen un propósito común: salvar la cuenca hidrográfica binacional. Esta zona nace en la región fronteriza del volcán - nevado Chile en el Ecuador; en su recorrido de 4 mil kilómetros, pasa por el suroeste de Tulcán (Ecuador) atraviesa 12 municipios nariñenses (Colombia) y llega a la desembocadura del río Guáitara, que a su vez es afluente del Patía, en territorio colombiano.

La importancia de la cuenca binacional es que abastece de agua al 50 por ciento de la población nariñense y a gran parte del Cantón de Tulcán, departamento ecuatoriano, con sus dos parroquias urbanas y dos rurales.

Sin embargo, y pese a la importancia de la cuenca, ni los colombianos ni los ecuatorianos tienen dinero para desarrollar los planes previstos. Colombia por ejemplo, prevé una inversión cercana al millón de dólares, pero sólo cuenta con 40 mil, cifra que la Corporación Autónoma Regional de Nariño, Corporariño, obtuvo del Fondo Nacional de Regalías. Con esta suma se continuarán los programas de educación ambiental y sensibilización frente a la importancia del ecosistema y su conservación con los habitantes que tienen influencia sobre la cuenca binacional, incluyendo a los de la zona fronteriza de Tulcán.

Además se actualizará el plan de manejo para la parte alta de la cuenca, se reforestarán ocho hectáreas de esta zona y se producirá material vegetal a través de viveros.

La puesta en marcha de soluciones definitivas como la construcción de rellenos sanitarios y las plantas de tratamiento de aguas, quedará postergada.

El objetivo del Plan de Ordenamiento y manejo de la cuenca binacional Carchi-Guáitara es uno de los planes operativos de la regional de Corporariño en Ipiales, ciudad fronteriza, el cual tiene como objetivo integrar acciones e instituciones de Colombia y Ecuador para el saneamiento del ecosistema.

Además, la Comisión de Vecindad Colombo Ecuatoriana implementará acciones conjuntas para el desarrollo armónico de la zona de frontera y definir un programa de saneamiento y control de la contaminación de la cuenca.

Luis Alfredo Martínez, de la subdirección de planeación de Corpornariño, explica que debido a la estructura socioeconómica de la región, la cual tiene como única fuente el aprovechamiento de la oferta ambiental, se ha ocasionado la contaminación de las aguas, el suelo, la flora, la fauna y el paisaje, lo que se traduce en el deterioro actual del recurso binacional. A esto se suma que los municipios vierten sus aguas residuales y basuras sin ningún tipo de tratamiento.

Por estas razones, la Comisión de Vecindad creó el Comité Binacional que se encargará del saneamiento y control de la contaminación de esta cuenca hidrográfica y de coordinar a las instituciones colombianas y ecuatorianas involucradas en el proyecto.

Sin embargo, hasta el momento no ha sido posible la consecución de los dineros y es muy poco lo que se ha podido hacer, aseguró el funcionario. Por tal razón, la iniciativa sigue en el banco de proyecto del Departamento Nacional de Planeación, DNP, para buscar recursos del Presupuesto General de la Nación.



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