Muchos países gastan millones de dólares al año tratando de reconstruir sus bosques y revivir los ríos; sin embargo, nunca se pueden recuperar totalmente pues, en casi todos los casos, la perdida de biodiversidad es irreparableEn algunos países donde la lluvia es escasa, como Chile, Perú y en las Islas Canarias de España, atrapar la neblina se ha convertido en la mejor alternativa para garantizar un abastecimiento adecuado de agua.
Se sabe que los bosques no son sólo madera, clima, fauna, flora, paisaje y aire puro; también son importantes fábricas de agua. En efecto las hojas que caen de los árboles actúan como un colchón amortiguador en el piso, formando una especie de cobertura que almacena el agua temporalmente, permitiendo que se acumule en tiempos de lluvias y liberándola en el verano.
Así mismo los bosques atrapan la neblina, logrando que el agua, en forma de vapor, se condense sobre las hojas al pasar a través de los arboles; el follaje de los árboles también retiene el agua depositándola en forma de rocío. De no existir bosque, la neblina no se detiene, pasa de largo impulsada por el viento, sin depositar valiosas cantidades de humedad.
Teniendo en cuenta esto, científicos del Departamento de Mecánica de Fluídos, área de hidrología, de la Universidad del Valle, estudian el papel del bosque como ecosistema productor de agua y elemento básico en la conservación del recurso hídrico en Colombia.
El estudio está a cargo del ingeniero agrícola Henry Jiménez, hidrólogo de la Escuela Politécnica Federal de Laussana, Suiza, y Master en manejo de cuencas hidrográficas de la Universidad de Clemson, Estados Unidos.
El investigador considera prioritario apoyar la evaluación del comportamiento hidrológico de los bosques del país, en particular los de niebla, pues allí es en donde se genera la mayor cantidad de fuentes de agua que abastecen acueductos, sistemas de riego y demás requerimientos hídricos.
De acuerdo con el ingeniero Jiménez, los resultados de la investigación servirán para valorar nuevas alternativas de producción de agua. Además se podrían establecer incentivos económicos a quienes protejan los bosques y les den otros usos distintos al tradicional.
"Pagar a quien produzca agua y ayude a cuidarla puede ser una alternativa para cuidar los bosques. Si se educa a las personas para que puedan sacar partido de los bosques no hay porque acabar con ellos", afirma el investigador.
Se debe tener en cuenta que sale más barato pagar por preservar el hábitat que pagar por reconstruirlo. Muchos países gastan millones de dólares al año tratando de reconstruir sus bosques y revivir los ríos; sin embargo, nunca se pueden recuperar totalmente pues, en casi todos los casos, la perdida de biodiversidad es irreparable.
La protección de los bosques como sistemas productores de agua permitirá conservar la biodiversidad, crear alternativas y prevenir el desastre que puede sobrevenir a la escasez de agua.
En este sentido los investigadores de la Universidad del Valle han instalado equipos de medición hidrológica y climatológica, inicialmente en la parte alta de las cuencas del municipio de Cali. Posteriormente se harán mediciones en algunos bosques de niebla del país, los cuales varían entre los 1800 metros de altura hasta por encima de los 3000 metros sobre el nivel del mar y se localizan principalmente en las zonas andinas de Colombia.
En última instancia los científicos pretenden demostrar que atrapar la niebla si paga.
Contacto: Investigador Henry Jiménez, Departamento de Mecánica de Fluídos, Universidad del Valle. Email : hjimenez@mafalda.univalle.edu.co Teléfono 92-3392345
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