LA BúSQUEDA DE “EL DORADO” NO TERMINA
Ante la problemática de la metalurgia del oro en el país, Ingeominas y la Agencia de Cooperación Técnica Internacional, de Japón, pusieron en marcha un convenio de transferencia de tecnología en procesamiento de minerales auríferos, a nivel de laboratorio.

Foto de Salud Coomeva

Para los investigadores la búsqueda de El Dorado no termina. Cada vez se buscan mejores métodos que permitan extraer un mineral de excelente calidad, de una manera adecuada y segura.

AGENCIA AUPEC. 26-03-1998

El oro siempre ha estado presente en la historia de Colombia, aún desde la época precolombina; sólo basta con recordar la leyenda de El Dorado, en la laguna de Guatavita, o las referencias de los cronistas españoles sobre el Templo del Sol, en Sogamoso, cuyas paredes estaban forradas con láminas de este precioso mineral.

Tradicionalmente el Departamento de Antioquia es el que más se ha destacado en la explotación aurífera. Sin embargo, el Departamento de Bolívar en el año de 1995, fue el mayor productor de oro. Otras regiones donde se practica esta actividad son Guanía, Vichada, Nariño, Valle, las Cuencas del Pacífico y Santander.

A pesar de que Colombia tiene una tradición aurífera, el país no maneja una tecnología adecuada a nivel de extracción y procesamiento del mineral, como si ocurre en otros lugares como Suráfrica, Brasil, México, Perú, Estados Unidos, Chile, Rusia, Australia.

Por ejemplo, en algunos de estos países existen minas que producen 2 mil toneladas de mineral por día; en Colombia la planta aurífera más grande genera máximo 15 toneladas por día.

El 60 por ciento de la producción aurífera del país corresponde a la pequeña minería o de susbsistencia, realizada de forma individual o familiar y en donde no hay acumulación de capital. La minería mediana genera el otro 40 por ciento.

Extracción y producción

Ante la problemática de la metalurgia del oro en el país, Ingeominas y la Agencia de Cooperación Técnica Internacional, de Japón, pusieron en marcha un convenio de transferencia de tecnología en procesamiento de minerales auríferos, a nivel de laboratorio.

De esta manera, Ingeominas constituyó un equipo conformado por geólogos mineralogistas, ingenieros, químicos de minas y metalurgias y auxiliares de laboratorio, quienes trabajan el oro desde un punto de vista multidisciplinario y realizan evaluaciones de los diferentes depósitos del país.

De acuerdo con el ingeniero Jorge Iván Londoño, en el laboratorio, ubicado en Cali, se realizan varias pruebas que permiten a los investigadores hacer un pronóstico acerca de las posibles respuestas del oro en los depósitos, cuando es sometido a las tecnologías de extracción y producción.

Foto de "Fronteras"

En el laboratorio de Ingeominas se realizan varias pruebas que permiten a los investigadores hacer un pronóstico acerca de las posibles respuestas del oro en los depósitos, cuando es sometido a las tecnologías de extracción y producción.

La pequeña minería tiene muy poco acceso a esta serie de procesos que le permitirían aprovechar yacimientos que tienen baja proporción de oro, es decir, por debajo de un gramo por tonelada.

Precisamente, en muchas ocasiones el oro se encuentra en vetas junto con otros minerales,  como los sulfuros metálicos de hierro, cobre, arsénico y antimonio, además de óxidos, magnetitas, cuarzos y silicatos. Este material que no es de interés se llama "ganga".

Cuando esto ocurre, se aplican diversas técnicas para separarlos. Una de ellas es la de flotación, que aprovecha el bajo peso que tiene el oro con respecto a otros minerales; la otra es de disolución, por medio de agentes como el mercurio o el cianuro.

Existen otros procesos como el de trituración donde se fracturan los grandes bloques que se extraen de la mina, para luego llevarlo hasta un molino y reducirlo de tamaño, de tal manera que se logre un gramo de diámetro pequeño.

"Definitivamente, la actividad minera también es un asunto tecnológico complejo, con altas inversiones de capital", afirma el ingeniero Londoño.

Más allá del laboratorio

De acuerdo con el ingeniero Londoño, no son suficientes los estudios de laboratorio sobre el comportamiento del mineral frente a los diferentes procesos a los que va a ser sometido en la planta.

Por esto es necesario hacer pruebas en una planta piloto que le proporcionen al investigador datos más concretos sobre estos procesos, trabajando con equipos de menor capacidad que los encontrados en una planta real, pero mayores que en el laboratorio.

"Lo que buscamos es unir estas dos fases para hacer pruebas de banco o de simulación que permitan establecer cuál es el tratamiento más adecuado para cada planta, pues cada una es diferente, según sus características. En otras palabras, buscamos el mejor procedimiento para extraer oro de manera más eficiente y obtener un material de mejor calidad".

Precisamente, la segunda parte del convenio entre Ingeominas y la Agencia de Cooperación Técnica Internacional, de Japón, es montar una pequeña planta piloto en las instalaciones del centro de investigación colombiano.

La construcción empieza este año, con un costo de 4 mil millones de pesos, financiados por los gobiernos japonés y colombiano.

Foto de "Salud Coomeva"

En algunos países se utiliza la biotecnología para preservar el medio ambiente de los efectos dañinos provocados por la actividad aurífera. Se trata de un proceso de carácter biológico que desactiva el cianuro, pues utiliza bacterias aprovechan este veneno como nutriente.

Una de las principales características de la planta piloto es que es portátil y se puede montar en diferentes lugares, para  mostrar "in situ" los beneficios de la transferencia de tecnología a las minas de oro.

De todas manera, la extracción de este mineral presenta un impacto perjudicial sobre el ambiente, especialmente si se utiliza amalgamación, proceso donde se utiliza mercurio. También se presentan problemas con el cianuro, la sedimentación y el impacto de la actividad sobre el terreno.

Por esta razón, una parte del proyecto adelantado por Ingeominas es estabecer una planta de aguas residuales, con el fin de evitar que las corrientes del líquido reciban cargas perjudiciales propias de un procedimiento como estos.

Según el ingeniero Londoño, en otros lugares del mundo se utiliza la biotecnología para preservar el medio ambiente. Se trata de un proceso de carácter biológico que desactiva el cianuro, pues utiliza bacterias aprovechan este veneno como nutriente.

Aunque esta metodología no se sigue en el país, los investigadores esperan que en un futuro, la biotecnología vaya de la mano con la actividad minera.

Con este tipo de actividades, los científicos de Ingeominas pretenden aprovechar la más alta tecnología para posicionar la actividad aurífera en el mercado nacional e internacional.

Contacto: Ingeniero Jorge Iván Londoño. Ingeominas. Teléfono:923395176
 


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