VIVIENDAS TEMPORALES PARA DAMNIFICADOS
 
Con la propuesta de diseñar viviendas temporales que se conviertan en definitivas se pretende disminuir el exodo de los damnificados hacia otras regiones del pais.

Sandra Banguero
AUPEC-Univalle

Sólo en el último año el huracán Mitch en Centro América y el terremoto del Eje Cafetero en Colombia, dejaron a miles de personas sin casa, literalmente en la calle.

En Cauca, Colombia, muchos de los indígenas paeces damnificados por la avalancha del Río Paez  viven desde hace cuatro años en sitios cercanos a su lugar de origen en casas de plástico y palos

Armenia y muchos otros pueblos de Quindio y Valle transformaron de un momento a otro su arquitectura  y ahora en las calles donde antes se veían casas antiguas con diseño paisa, solo se ven casas de plástico y carpas.

Armenia es una ciudad de carpas y plástico porque nunca nadie se preocupó por diseñar viviendas que pudieran abrigar temporalmente a los damnificados de una catástrofe.

SE NECESITA ARQUITECTURA  DE  EMERGENCIA

Los arquitectos normalmente orientan sus trabajos y diseños a situaciones de normalidad y estabilidad.  En Colombia solamente a partir de desastres como el del volcán Arenas y el terremoto de Popayán  se empezó ha pensar que la prevención y mitigación de desastres debería ser un propósito nacional.

Pero esas reflexiones se quedaron en conceptualizaciones porque aún ahora, una década después, en el desastre en la zona cafetera los organismos de socorro no han podido resolver, de forma ágil y oportuna, el problema de cobijo a las personas afectadas.

Y es en situaciones como las que vive Colombia que se hace urgente la aplicación de proyectos que respondan a estas necesidades.  De ahí la validez de la propuesta de investigación que adelantan dos profesores de la Escuela de Arquitectura de la Universidad del Valle y que han denominado ¨Sistema Progresivo y Modular de Construcción con Guadua para Hábitat de Emergencia en Zonas de Desastre en Colombia¨.

Los profesores Ricardo Aguilera y Eduardo Bruges han diseñado un sistema arquitectónico y constructivo cuyo material es la guadua y que puede ser utilizado como hábitat de emergencia y después convertirse, con base en la progresividad y la autoconstrucción en una solución definitiva de vivienda.

Generalmente a los damnificados se les reubica en coliseos, espacios abiertos, escuelas, es decir, sitios temporales que después deben ser abandonados o dasalojados sin que haya una respuesta definitiva a su necesidad de techo.  Es allí donde esta propuesta de vivienda temporal, que con el tiempo debe convertirse en definitiva, cobra validez .


LO PRINCIPAL ES EL TECHO

La propuesta desarrolla varias líneas: por un lado retoma la guadua como material base de construcción y por otro conceptualiza en que el sistema de construcción debe ser progresivo, racionalizado, ecoeficiente, rápido y apropiado para el medio.

Progresivo porque debe ser adicionado y reformado con la máxima eficiencia, abierto porque debe aceptar su combinación con muchos tipos de componentes livianos existentes en el mercado, racionalizado porque debe tener dimensiones coordinadas para todos sus componentes, ecoeficiente porque debe causar el mínimo impacto ambiental –tanto en la producción de sus partes como en la construcción del todo- para que los damnificados tengan cobijo en cuestión de horas y apropiado, porque se trata de que sea aceptado y entendido culturalmente.

En términos claros y simples lo que proponen los dos profesores de la Universidad del Valle es diseñar un sistema de vivienda temporal donde los damnificados de un desastres puedan desde el primer  momento resguardarse y continuar viviendo en ella, transformándola, adaptándola a sus requirimientos, hasta convertirla en su vivienda definitiva.

Para ello, plantean los arquitectos, el tiempo de estadía de los damnificados en carpas o albergues solo debe ser de días, porque "inmediatamente pase una catástrofe los organismos de socorro deben construir con guadua las estructuras de las casas averiadas, ya sea en el mismo sitio donde estaban situadas las viviendas o en otros lugares de acuerdo a las recomendaciones profesionales" afirma el profesor Aguilera.

Este proyecto jerarquiza la guadua como material adecuado para levantar los esqueletos de las viviendas porque su forma, composición y tamaño la hacen fuerte, resistente, manejable y liviana.

Pero sin duda, el éxito del proyecto se centra en el trabajo que se desarrolle para    capacitar educativa y técnicamente a la comunidad en el proceso de construcción de su vivienda definitiva.  Capacitación que  debe empezar por rescatar antiguos métodos de construcción desvalorizados, las ventajas y la seguridades de materiales tales como el tríplex, el bahareque,  las láminas  y otros materiales que se complementan muy bien con las estructuras de guadua.

El proyecto también busca involucrar a toda la comunidad en la reconstrucción de su hogar y generar empleo en la zona de la catástrofe, ya que el proceso de construcción y reconstrucción de estas viviendas requiere de las habilidades de carpinteros, albañiles, constructores, obreros  y demás.

A nivel educativo, el objetivo es enseñarle a la gente otras posibilidades de construcción de vivienda a partir de materiales no pesados, resaltando sobre todo el buen comportamiento de estos elementos frente a los sismos, y evitar en lo posible, el éxodo de los damnificados hacía otras regiones del país o hacía las grandes ciudades donde, sin duda, siempre van a elevar el índice de miseria, reduciendo su calidad de vida.

Mayores informes: Arquitecto Ricardo Aguilera, Profesor Escuela de Arquitectura de la Universidad del Valle. Cali, Colombia.  Teléfono (572) 3212377


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