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A pesar de que las leyes protegen a la mujer, ella |
A partir de 1991 la Constitución Nacional de Colombia incluyó dos artículos que han modificado radicalmente el marco jurídico de la igualdad entre mujeres y hombres (13 y 43). Estos dos artículos, los cuales abogan por la no discriminación son la base de los más de 2050 fallos que sobre el tema de la igualdad ha pronunciado la Corte Constitucional en estos 5 años.
"De los anteriores fallos, al menos el 30% hacen referencia a la igualdad jurídica y a la igualdad real social, económica y política de las mujeres", afirma Beatriz Espinoza, abogada y perteneciente al equipo de investigadores del Instituto de Estudios Jurídicos de la Universidad del Valle, en Cali, Colombia.
"El marco jurídico se ha transformado con la Constitución Nacional y las leyes concretas que favorecen la nivelación de las mujeres en la sociedad, buscando acabar con la discriminación a distintos niveles. Pero la realidad contidiana aún no ha cambiado" , afirma la investigadora.
"Los colombianos, asegura la investigadora, apenas se están acostumbrando a que la mujer se desempeñe de igual forma que los hombres en el campo laboral y en los aspectos de pareja en general.
Sin embargo, las tareas del hogar siguen siendo papel casi que exclusivo de la mujer. Son pocos los hombres que cuidan los niños, les dan el biberón o hacen la comida, pues se sigue manteniendo la idea de que esto les quita masculinidad. Mientras tanto la mujer debe colaborar en los gastos y en el cuidado y bienestar de los integrantes de su familia.
En este sentido, afirma la investigadora Beatriz Espinoza, se continúa siendo injusto con la mujer, pues si los derechos legales no se aplican no tienen ningún valor. Lo que la abogada pretende, entonces, es determinar si la igualdad formal, o escrita en las leyes, corresponde a la que aspiran las colombianas.
El concepto que rige a los investigadores actualmente es que la igualdad formal a la que se refiere la Constitución no significa que seamos biológica o socialmente idénticos, pero lo que no puede pasar es que estas diferencias se conviertan en desigualdades. Las diferencias construidas social y culturalmente entre hombres y mujeres, que se hacen discriminatorias, son las que deben ser cuestionadas.
A pesar de todo el hecho de ser mujer o pertenecer a algún tipo de raza lo convierte en un ser vulnerable y discriminado. Es decir que la ley no está siendo acatada debido a prejuicios culturales, de los cuales algunas personas aún continúan siendo victimas.
"Esto se ve claramente en el trabajo donde no es tan frecuente que las mujeres ocupen cargos importantes y es difícil encontrar a un afrocolombiano en la escala social alta, pues suelen encontrar impedimentos raciales para conseguirlo", afirma la investigadora.
Los investigadores de la Universidad del Valle hasta el momento han anlizado 250 fallos de la Corte Constitucional y la Corte Suprema, la mayoría referidos a causas laborales.
Lo que los investigadores desean ver en estos fallos es qué representación de igualdad tienen los jueces y cómo se protege la mujer. Además se estudia qué alternativas se le plantean a la sociedad para que se eduque y respete realmente estas normas, qué propuestas éticas y sociales plantean las cortes en sus fallos sobre igualdad entre hombres y mujeres y qué impacto tienen dichos fallos.
La investigación también quiere plantear por qué estos casos no se divulgan socialmente y existe una especie de rechazo social hacia ellos.
"Con investigaciones de este estilo se revela que a pesar que las leyes protegen los derechos de la mujer, ellas aún no han logrado conquistar el espacio cultural y social que les corresponde", afirma la abogada Espinoza.
Contacto : Investigadora Beatriz Espinoza. Instituto Altos Estudios Jurídicos. Universidad del Valle. Teléfono : 92-3307733. Cali, Colombia
Para mayor información acerca del tema tratado en este artículo, escríbanos a aupec@mafalda.univalle.edu.co