Son muy pocas las mujeres que tienen la conciencia de planificar su embarazo. Más del 50% de las mujeres que quedan en embarazo, no lo esperaban y tristemente la mayoría de estos embarazos, son además  no deseados.

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La condición ideal para el embarazo de una mujer, es que este sea planeado y así, disponer del tiempo y de la dedicación necesarios para garantizar un embarazo saludable a nivel físico y emocional.

Ana tiene  la meta de cambiar de empleo para el próximo año, planea viajar al Uruguay en sus próximas vacaciones, sabe que en menos de dos años terminará de pagar su carro y sabe que vestido lucirá en la fiesta del sábado. Lo que no sabe Ana y que además no lo contaba entre sus planes, es que está en embarazo.

Muchas mujeres, por desconocer su estado, hacen  cosas que afectan al feto, por tanto hay que emprender acciones de control de riesgos, no sólo desde la etapa prenatal sino considerando además la etapa preconcepcional y durante toda la edad reproductiva.

Es deber de toda mujer detectar cuales son los riesgos que correría ella y su bebé, en caso de quedar embarazada  y  ver de que manera esos riesgos se pueden modificar. No se trata solamente de preocuparse por planificar, sin considerar que por un descuido o alguna falla en su método de contracepción , puede quedar en embarazo.

Uno de los aspectos que se recalcó en el Simposio La Enfermera Ante la Salud  de la Mujer, la Familia y el Recién Nacido, realizado recientemente en Cali, Colombia, es la responsabilidad que tienen estas profesionales de la salud, en la prevención de  problemas y la identificación de riesgos en mujeres que están en su etapa reproductiva.

Cuando una mujer va  a una consulta médica , independientemente de la ayuda que solicite, es una oportunidad para hacer cuidado preconcepcional  a través de la valoración del estado de salud para determinar los factores de riesgo por medio de la historia médica de la paciente, la historia familiar, su historia social  y ocupacional.
 
¿Cuáles riesgos?

Hay  drogas que son extraordinariamente  buenas para tratar la hipertensión arterial , la diabetes, la epilepsia, pero que son dañinas para el feto.” También hay enfermedades en la mujer, que pueden agravarse con el embarazo”, explica la doctora María del Pilar Bernal, Docente del Departamento de Salud Familiar de la Universidad de California, San Francisco, quien estuvo presente en el Simposio.

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Uno de los mayores temores de las mujeres embarazadas es el de tener un bebé con malformaciones o deficiencias físicas, pero muchos de estos problemas pueden evitarse si se detectan a tiempo los factores de riesgo. De esta manera, aún las mujeres de alto riesgo pueden tener bebés sanos.

Por ello es importante que la mujer aprenda qué tipo de drogas pueden ocasionar daños,  para que una vez que tome la determinación de quedar embarazada,  tenga una consulta previa, prevenga problemas y modifique los riesgos, por ejemplo, cambiando  las medicinas por otras que no produzcan daños en el bebé.

Otro caso de riesgo es el que se presenta en las mujeres que tienen deficiencia de  ácido fólico, vitamina  presente en las verduras de color verde como el brócoli,  la espinaca, las acelgas. Desafortunadamente  la población no está acostumbrada a comer vegetales,  y la deficiencia de este ácido, tiene efectos sobre el bebé.

En los Estados Unidos, de acuerdo con una investigación, se ha encontrado que aunque las personas tengan  una buena dieta, presentan deficiencias en el ácido fólico. Debido a esto, en ese país,  se están fortificando los cereales, para que la mujer tenga una dieta mas elevada  en  este ácido.

En la dieta americana, la presencia de ácido fólico no alcanza siquiera los 280 microgramos cuando lo  recomendado,  es ingerir diariamente 400 microgramos, aclara la doctora

Todas las mujeres que están en edad reproductiva, idealmente deberían estar suplementadas con ácido fólico, con mayor  razón, si planean quedar embarazadas. Durante el embarazo deben continuar con este suplemento, en los dos primeros meses, porque la deficiencia de esta vitamina aumenta la probabilidad para el bebé,  de tener deficiencias de tipo neural, en la formación del cráneo y la columna vertebral.

Deficiencias del tubo neural

En EEUU, la incidencia del tubo neural es la segunda malformación congénita  después de malformaciones congénitas cardiacas. Igualmente es la que produce mayor mortalidad, aunque es sólo el 2.1%, es alta considerando los daños tan grandes que puede producir.

Las consecuencias por  este problema, pueden ser incluso fatales, pues si el bebé nace anancefálico, es decir, sin el cerebro; no sobrevivirá y cuando presenta daños en la columna, estará imposibilitado para caminar.

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La alimentación juega un papel vital durante el embarazo. Uno de los nutrientes indispensables, es el ácido fólico presente en los vegetales verdes.

Un estudio en Gran Bretaña demuestra que  las mujeres que ya habían tenido un hijo con daños en el tubo neural, al ser suplementadas después con dosis más altas de ácido fólico, disminuye en un 70% la incidencia del problema . En mujeres que no habían  tenido el problema, disminuía entre el  7% y el 3 %.

Es importante entonces, que las mujeres que planean quedar en embarazo, enriquezcan su dieta con alimentos que contengan ácido fólico. Por ejemplo, una taza de lentejas tiene 358 microgramos, una de frijoles 229, un vaso de jugo de naranja 136, las espinacas 131, la lechuga  76 y  el maíz, 52 microgramos.

Hepatitis B, enfermedad silenciosa

El 90 % de las mujeres que son portadoras de la hepatitis B, son asintomáticas, es decir que no presentan los síntomas y por tanto difícilmente saben que portan la enfermedad.

La hepatitis B, es otra de las enfermedades que pueden repercutir gravemente en el desarrollo del bebé. Entre el 70% y el 90% de los bebés de madres portadoras de la hepatitis B, corren el riesgo de adquirir perinatalmente  esta enfermedad y de esos niños el 85% o 90%, van a infectarse y a convertirse en portadores crónicos de la hepatitis .

De los recién nacidos que desarrollan la enfermedad, el 25% van a morir más tarde por carcinoma hepatocelular, es decir cáncer en el hígado o por cirrosis. De ahí la importancia de la acción preconcepcional de investigar si hay riesgo de contagio de la hepatitis B.

Las mujeres que corren riesgo de contagiarse de esta enfermedad, son aquellas que tienen relaciones sexuales con más de un compañero, las que han recibido una transfusión sanguínea o consumen drogas por vía intravenosa.

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Las mujeres que son concientes de tener factores de alto riesgo al quedar embarazadas, deben usar métodos de contracepción muy seguros.

Otras prácticas que ponen en riesgo la salud del bebé, son el consumo de  cigarrillo, alcohol y drogas alucinógenas adictivas. Muchas mujeres están tomando alcohol y no saben que están embarazadas ni que el alcohol en exceso puede producir retardo mental, retardo en el crecimiento y malformaciones congénitas.

La tuberculosis es también un problema bastante serio y que está creciendo a nivel mundial . Esta enfermedad se puede transmitir al feto por medio de la placenta y la ingestión del líquido amniótico.

Otro aspecto importante, es el tipo de ocupación de la mujer, por ejemplo aquella que está expuesta a gases de anestesia, al plomo o a los rayos X, tiene mayores riesgos y está en el deber de ser aún más rigurosa en sus métodos de planificación familiar.
 
Finalmente, existen también riesgos sociales, psicológicos y de comportamiento que generan situaciones estresantes y también pueden poner en riesgo el normal desarrollo del bebé. Es preciso entonces, informar y educar  a las  mujeres sobre todos estos riesgos y es deber de ellas, tomar las acciones preventivas para garantizar embarazos satisfactorios y sin complicaciones.

Contacto : Maria del Pilar Bernal. Docente del Departamento de Salud Familiar de la Universidad de California, San Francisco.
E-mail: pilarp@itsa.ucsf.edu.nur

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