LA BELLEZA TAMBIEN ES UN ASUNTO CIENTÍFICO


Foto de rev. Avianca

¿La ciencia podrá hacer un rostro como éste?

Clara, al igual que muchas otras mujeres de su edad, a diario se miran en el espejo para asegurarse de que en su rostro no hayan aparecido las temibles líneas de expresión o para comprobar cuánto han evolucionado las ya existentes.

Si usted es de aquellas personas que sigue este mismo ritual y recurre a diferentes tratamientos  para solucionar el problema de las líneas de expresión, le comentamos que dermatólogos y cirujanos plásticos de todo el mundo ponen a su disposición varias alternativas que le permiten detener, en parte, el paso del tiempo..

Según los investigadores, la principal responsable de las líneas de expresión en el rostro es una especie de atrofia del tejido graso, la cual hace que los lípidos se reabsorban; generalmente esto sucede alrededor de los 35 años.

Dentro de estas técnicas que le permiten “rellenar” estos pliegues. a los profesionales que trabajan en esta área se encuentran el lipoimplante y el injerto dermograsoso. El problema con el primero es que a pesar de ser un procedimiento más sencillo, el tejido implantado en la piel se reabsorbe en un 40% aproximadamente, en un periodo que va de 2 meses a un año.,

Por su parte,  el injerto dermograso es un método novedoso que no presenta este inconveniente,  se obtienen mejores resultados y un éxito más duradero.

De acuerdo con el médico dermatólogo de la Universidad del Valle cirujano cosmético Pablo Trochez Rodríguez, miembro de la Academía Americana de Cirujía Cosmética, este  procedimiento se aplica especialmente en los labios, sobre todo en el inferior, los pómulos y el mentón.

El profesional viene trabajando con este método en la ciudad de Cali con la asesoría del investigador norteamericano Saúl Asken, uno de los pioneros en liposucción y otros procedimientos de cirujía cosmética en Estados Unidos.

Pero en qué consiste el injerto de tejido dermograso?


Foto de Aupec

La edad indicada para realizarse un injerto dermograso es muy relativa. Los investigadores lo recomiendan sólo cuando las líneas de expresión son profundas.

En el  injerto dermograso los científicos trabajan con una muestra de dermis,  capa que se encuentra entre la superficie externa de la piel y el tejido graso,  y grasa extraída de otro lugar del cuerpo. En la dermis se encuentran las fibras elásticas de la piel y el colágena.

Generalmente el área donante es el pliegue inferior del glúteo, en este lugar no se ve la cicatriz y además  la piel es gruesa, elástica y rica en colágeno.

Al cortar el injerto se le extrae la epidermis y se limpia quirúrgicamente para quedarse con la dermis y el tejido subcutáneo, el cual se implanta inmediatamente en el lugar a rellenar. El procedimiento quirúrgico es simultáneo, es decir que el trozo extraído no se puede guardar e implantar después, pues los vasos sanguíneos se pueden colapsar o perder su actividad circulatoria.

De acuerdo con el médico Trochez, el proceso completo dura aproximadamente una hora y el mejor lugar para realizar el injerto es la cara, pues allí existe una mejor vascularización.

“Este tipo de injerto dermograso no deja cicatrices y el aspecto es natural; además es un procedimiento de consultorio, lo cual implica que no es necesario ir al quirófano”.

La edad indicada para realizarse un injerto dermograso es muy relativa pues depende de las líneas de expresión. Los investigadores lo recomiendan sólo cuando estas líneas son profundas, como las que se marcan en el ceño, las que se forman el los labios o entrecejo.

Cuando las líneas de expresión no están tan marcadas es recomendable  eliminar las células muertas de la piel  por medio de químicos, lo que estira la piel y logra  hacerla parecer más joven.

El caso es que hoy los médicos trabajan e investigan también con el ánimo de mejorar la apariencia física de las personas sin que ello implique dolores y molestias, poco a poco el ser humano ha logrado “vencer” la vejez, al menos aparentemente.


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