Una tesis de grado de la Universidad Nacional, realizada con el apoyo del Programa Nacional de Investigación y Transferencia de Tecnología Agropecuaria Pronatta, comprobó que los terneros amamantados desde los 8 días de nacidos y sólo por 15 minutos diarios, desarrollan precozmente el rumen (estómago), padecen menos de parásitos internos, conservan la salud de la progenitora y brindan ganancias en venta de leche.
 Ilustración de Aupec |
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Dentro de este sistema, sólo a los 20 días de nacidos los terneros comienzan a comer forraje produciéndose en la cría un menor desarrollo del rumen y por ende un atraso fisiológico. Así mismo se afecta la condición corporal de las madres y el intervalo parto-primercelo, o sea el tiempo en que la vaca puede quedar nuevamente en embarazo, el cual es de aproximadamente 52 días después del parto.
Como si lo anterior fuera poco, el ternero padece gran infestación parasitaria al estar demasiado tiempo con su progenitora lo que genera atraso en su desarrollo integral y el productor pierde dinero, pues la leche en su gran mayoría la consume la cría para su subsistencia.
Por lo anterior, surge la “Evaluación del amamantamiento restringido, en un sistema doble propósito en el trópico alto colombiano”, título de una tesis de grado con la que puede pasar a la historia los métodos tradicionales de amamantamiento de terneros en el país.
La investigación fue desarrollada, durante 112 días, por los estudiantes de la carrera de zootecnia de la Universidad Nacional de Colombia, sede Palmira, Adriana de los Ángeles Roldán y Pablo Enrique Perdomo, en el municipio de Tuluá, departamento del Valle del Cauca.
Los investigadores emplearon para su experimento diez vacas recién paridas, distribuidas en dos tratamientos con cinco animales cada uno. Todos los animales estuvieron bajo las mismas condiciones de manejo, nutricionales, sanitarias y reproductivas.
Las crías, de siete días de nacidos, realizaban al grupo de cinco vacas escogidas para realizar el experimento, una estimulación preliminar de la ubre de la vaca y así obtener la leche.
Posteriormente se somete cada progenitora a un ordeño manual de los cuatro pezones, para luego reunirse con su cría y amamantarla durante 15 minutos, tiempo suficiente para que el ternero succione la porción de leche residual que, por su habilidad materna, la vaca guarda para él.
"Luego de succionar la leche residual, los terneros son llevados a un potrero donde, además de suministrársele forraje de muy buena calidad nutricional, se alimentan con concentrado comercial incrementando cada mes de 100 a 500 gramos del primer al quinto mes de nacido, para así, lograr que se estabilice su alimentación hasta el destete definitivo", afirma la zootecnista Adriana de Los Angeles Roldán.
A los terneros debe protegérseles con un adecuado plan sanitario consistente en purgantes y vacunas y suministrarles sal y agua a voluntad después del amamantamiento y la alimintación con concentrado.
Ventajas del amamantamiento restringido
El estudio demostró que los terneros desarrollan precozmente el rumen (estómago), lo que facilita que no padezca el estrés del destete ya que consume gran cantidad de forraje más temprano (a los 8 o 10 días de nacido) y no depende de la leche materna para su crecimiento post-destete.
La incidencia de parásitos internos es menor ya que el contacto con los adultos es reducido. La leche residual es tres veces más rica en grasa que la leche normal de la vaca y es de gran calidad.
Por tener una cantidad mayor de grasa es más energética para el ternero; al disminuir la cantidad de leche, él se ve en la necesidad de consumir rápidamente el forraje, lo que sirve para el crecimiento acelerado del rumen.
La vaca no padece de mastitis porque en la ubre no queda nada de leche, la cual es el medio de cultivo para las bacterias. No se afecta la condición corporal de las madres ya que la permanencia del ternero con su progenitora es mínima.
La principal ventaja económica está en el incremento de la producción de leche hasta en un 30%.Fuera de los costos del concentrado, se reduce la mano de obra ya que sólo es necesario un ordeñador y se obtiene una ganancia adicional por animal, pues el productor vende la leche que deja de consumir el ternero
Los investigadores continúan perfeccionando este sistema de amamantamiento restringido, para que no sólo los productores ganaderos de la zona del trópico colombiano sino también los del valle geográfica del río Cauca puedan implementarlo y así mejorar las especies bovinas y obtener más ganancias en la comercialización de leche.
Contacto: Adriana de los Ángeles Roldán. Universidad Nacional de Colombia, sede Palmira. Teléfono:92-654 22 87.
Para mayor información acerca del tema tratado en este artículo, escríbanos a aupec@mafalda.univalle.edu.co
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