LOS LABERINTOS DEL DOLOR

De acuerdo con los científicos,  en el mapa genético ubicado en el cerebro y que representa todas las partes del cuerpo humano puede estar la respuesta a diferentes trastornos relacionados con la amputación de miembros.

Foto de rev.Salud y Vida 
En la teoría "neuromatrix" se afirma que existen en el cerebro mapas de representación genéticos. Es decir, el cerebro es como un atlas que guarda informacion exacta de cada una de las partes que conforman al ser humano.
Los científicos aún no se lo han podido explicar, pero algunos pacientes, a los que se les amputó una de susextremidades, sigue sintiendo dolor en esa parte de su cuerpo, sin que exista una razón que lo justifique. Otras personas manifiestan un síndrome que las lleva a automutilizarse con sus propios dientes.

¿Cuál es el origen de estos trastornos? Parece ser que la respuesta está en los mapas de representación genéticos de cada parte del cuerpo, localizados en el cerebro. Entre los científicos  existe una teoría llamada "neuromatrix" , la cual propone que una pierna o mano que haya sido  amputada sigue representada en ese mapa con los mismos síntomas de dolor.

El dolor es un mecanismo de alarma natural, necesario para detectar y tratar una parte del cuerpo que esté afectada. El individuo  recibe las sensaciones de dolor a través de unos receptores ubicados en todas partes del cuerpo como piel, articulaciones o visceras; esas señales  llegan al sistema nervioso donde son interpretados, es decir se identifica la fuente de la que proviene el dolor.

Cuando estas señales llegan al sistema nervioso toman dos vías receptoras de dolor que se relacionan entre sí:  la  paleo-espino-talámica o primitiva y la neo-espino-talámica.

Foto de periódico El País

Sentir dolor en un miembro amputado, causa angustia y ansiedad, lo que hace más difícil su tratamiento.

La paleo-espino-talámica está relacionada con el tálamo (región del cerebro medio, considerada una estación de paso de los impulsos nerviosos)  y la médula espinal; a ésta llegan los impulsos nerviosos de cada persona, cargados de un componente emocional.
 
La  neo-espino-talámica, conocida como "vía neo",  es la que recibe una información más exacta y definida del sitio de donde proviene el dolor.

"En el caso de presentarse dolor en un miembro amputado la teoría dice que  este  tomaría una de las vías receptoras, la emotiva, haciéndose más difícil de tratar, entre otros razones  por el grado de angustia y ansiedad que trae esa sensación", afirma Hernán Pimienta Jimenéz, Neurofisiólogo, Director del Centro de Estudios Cerebrales de la Universidad del Valle.

De acuerdo con el investigador, los estudios para comprobar o desmentir esta teoría aún continúan; la meta es llegar a comprender por qué se manifiesta ese "dolor fantasma".
 

El Síndrome de automutilación


Foto de periódico El País.
El Síndrome de automutilación es el rechazo inexplicable que se siente hacia una parte del cuerpo y que lleva a la automutilación. Esta enfermedad afecta principalmente a los niños. 

Según los investigadores, los misterios de la mente aún son muchos y más los que tienen que ver con el dolor. Uno de los interrogantes que más despierta el interés de los científicos en todo el mundo es el síndrome de automutiliación.

Aunque no es muy frecuente, el rechazo inexplicado que sienten ciertas personas por una parte de su cuerpo las lleva a automutilarse, utilizando sus propios dientes.
Este síndrome afecta principalmente a la población infantil, que en algunos casos presenta problemas de comunicación, autismo y retraso mental.

Según los investigadores, estos niños tendrían  el mapa genético de representación de su propio cuerpo alterado,  por lo cual desconocen y rechazan sus manos, labios o lengua.

"Lo extraño es por qué, si en estos pacientes los receptores de dolor están normales y  se siente dolor, continúa la automutilación. Una posible explicación es que las personas que manifiestan este trastorno no tengan conciencia del dolor que les produce su acción destructiva" , afirma Francisco Pellicer Graham, Ph.D en neurofisiología e investigador del Instituto Mexicano de Psiquiatría.

Para tratar de encontrar la respuesta a este síndrome, en el Instituto Mexicano de Psiquiatría se realizan experimentos con animales, a los cuales se les aplica una sustancia química que bloquee o estimule  la parte del mapa genético comprometida y así evitar que el síndrome se presente.

De esta manera, los investigadores continúan sus estudios que no sólo les permitirán comprender esta enfermedad sino también adentrarse en los misterios de la mente.

Contacto: Investigador Hernán Pimienta. Centro de Estudios Cerebrales. Universidad del Valle. Email: hepimien@sinsa.univalle.edu.co
 


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