Innovación y ciencia |
AGENCIA AUPEC. octubre de 1998
Ciencia, Tecnología y Sociedad, CTS, es el nombre vinculado inicialmente a un movimiento social, relacionado con manifestaciones e inquietudes de diferentes sectores de humanistas, científicos, estudiantes e intelectuales en general, acerca de los desarrollos de la ciencia y la tecnología, y sus impactos en la sociedad, ya sean estos positivos como negativos.
Desde la segunda guerra mundial, aquella que exterminó a cuarenta millones de personas, se dieron diversas manifestaciones en torno al uso del conocimiento científico y tecnológico. Por ejemplo, no fueron pocos los físicos que abandonaron sus experimentaciones en el campo de la energía nuclear, decepcionados por la forma como sus trabajos de investigación habían sido utilizados en la producción de la bomba atómica que fue explotada en el Japón en 1945. Estos científicos buscaron otras ciencias, como la Biología por ejemplo, para trabajar allí por un conocimiento que contribuyera a la vida y no a la destrucción del planeta.
La bomba atómica obligó a pensar en lo que había sido capaz de hacer el hombre con el conocimiento científico: Crear el arma capaz de acabar con toda clase de existencia sobre la tierra. La ciencia, sinónimo de razón y de verdad, de progreso de la humanidad, parecía señalar el límite de su utilización a través de la creación de la bomba atómica.
Pero este sentimiento, aún muy individualizado en unas cuantas personas a mediados de este siglo, crece y se multiplica en la década de los años sesenta, bajo el escenario de la tensión internacional sobre la carrera armamentista y el creciente deterioro del medio ambiente.
Se hizo cada vez más evidente una sensación de temor y frustración generalizados, cuya fuente de origen parecían estar ligados a la ansiedad sobre el desarrollo científico y tecnológico. En este contexto se iniciaron diferentes propuestas sobre los valores de la civilización industrial. Por un lado, se propugnaba por un cierto rechazo al desarrollo tecnológico, cuyas expresiones radicales estuvieron en las manifestaciones estudiantiles de los años sesenta y comienzos de los setenta, tanto en Europa como en Norteamérica, dirigidos principalmente contra la guerra del Vietnam; el uso del napalm se convirtió en el símbolo de los excesos de la civilización científica - tecnológica de aquella época.
De otro lado, fueron surgiendo grupos de intelectuales que abogaron por un crecimiento moderado de la ciencia y la tecnología, el cual debía proveer unos niveles de "equilibrio autosuficiente", que permitiera un desarrollo social basado en actitudes éticas en las relaciones entre los hombres y de estos con el medio ambiente.
De la crítica tecnológica y la toma de conciencia ecológica, se ha pasado en la década de los 80, hacia la comprensión de las fuerzas sociales, políticas y culturales, que concurren en el desarrollo de la ciencia y la tecnología. Por ejemplo, se visualiza frente a la prosperidad norteamericana y su confort tecnológico, la necesidad de hacerle frente a los impactos negativos de la ciencia y la tecnología. De una postura antitecnológica y anti-establecimiento presente en la década de los sesenta, derivó hacia una actitud más positiva que pretende dilucidar qué valores culturales subyacen detrás del logro tecnológico.
En este sentido, la expresión CTS se ha convertido en una propuesta de análisis interdisciplinaria, gobernada principalmente por los estudios sociales de la ciencia y la tecnología, al punto de que CTS y estudios sociales de la ciencia se han convertido hoy en día en la misma denominación.
En otras palabras, avanzar hacia la comprensión de las fuerzas sociales, políticas y culturales, de la ciencia y la tecnología ha sido posible por el esfuerzo conjunto de varias disciplinas entre las que se destacan: La economía del cambio técnico, la historia y la filosofía de las ciencias y de las técnicas, la sociología del conocimiento científico, la antropología de las ciencias contemporáneas, la política científica y tecnológica, la enseñanza de las ciencias y de la tecnología, la divulgación y comunicación de las ciencias, entre otras.
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Analizar esta relación entre la ciencia, la tecnología y la sociedad, permite construir un marco comprensivo que busca hacerle frente a los impactos negativos de la ciencia y la tecnología, creando con ello una propuesta de reflexión y de acción en tres frentes, principalmente:
- En el campo de la investigación,
como una alternativa a la reflexión académica tradicional
sobre la ciencia y la tecnología, promoviendo una nueva visión
profundamente contextualizadas.
- En el campo de la educación,
contribuyendo en la aparición de numerosas propuestas interdisciplinares
en torno a la educación de las ciencias y de las tecnologías,
tanto en la educación secundaria, como universitaria y de tipo no
formal.
- En el campo de la política,
los estudios CTS han definido una activa participación pública
en la gestión de la ciencia y la tecnología, promoviendo
diferentes procesos para la toma de decisiones y de participación
social en aspectos relacionados con la implementación de políticas
científicas y tecnológicas.
Con el fin de reflexionar sobre este tema, Colciencias, la Organización de Estados Iberoamericanos, OEI, y la Vicerrectoría de Investigaciones de la Universidad del Valle, organizan la conferencia “Apropiación del Conocimiento y Participación Pública en Ciencia y Tecnología”, a cargo de José Antonio López Cerezo, Doctor en Filosofía y Profesor Titular de Lógica y Filosofía de la Ciencia, de la Universidad de Oviedo, España.
La conferencia tendrá lugar el miércoles 21 de octubre de 1988, a las 3 pm, en el Edificio Ágora, de la Universidad del Valle.
Contacto: Profesor Carlos Osorio. Universidad del Valle. Cali. Colombia. E-mail:carosori@mafalda.univall.edu.co
Para mayor información acerca del tema tratado en este artículo, escríbanos a aupec@mafalda.univalle.edu.co
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