julio de 1999

SILICONA HASTA EN LAS...

La silicona, presente en los senos femeninos, la ropa que usamos y  hasta en las botas de los astronautas.

Tomada de "Semana"

Un claro ejemplo de lo que pueden ser las bondades de la silicona

Por Eduardo Posada
Agencia AUPEC

Hace un tiempo Pamela Anderson y Demi Moore redujeron sus senos al tamaño que originalmente poseían. La silicona que les extrajeron -una cantidad considerable- es una de aquellas sustancias que hacen parte de nuestra cotidianidad. Está presente en la suela de los zapatos, en pegantes, en cordeles de pesca y en reinas de belleza. Muchos cauchos están hechos de silicona o un material similar y no es exagerado afirmar que sin ellos una relación sexual segura no podría darse.

La silicona tiene como nombre científico siloxano y su estructura corresponde a la de un polímero blando. Polímero por ser una molécula gigante que resulta de la unión de moléculas más pequeñas y  blando por su consistencia la cuál está acompañada de amorfidad y transparencia. Estas sustancias para pasar de estado vítreo a cauchoso necesitan poco calor, o sea, que esos zapatos baratos comprados en la calle y los cuales dejan su suela adherida al ardiente suelo, solo son culpables de su blanda y polimeral consistencia.

Por otro lado tenemos los polímeros duros. Los más cotidianos són aquellos de los cuales está constituida nuestra ropa, como por ejemplo el poliester que, combinado con el algodón -un polímero natural- se utiliza para hacer camisas, blusas, pantalones, y el nylon, empleado  en la fabricación de medias, alfombras, llantas, hilo de pesca, etc.
Estos polímeros son sólidos altamente cristalinos con temperaturas de fusión relativamente altas, que solo con mucho calor se convierten al estado líquido.

Foto de "Precio Estrella"

No sólo son un par de zapatos, también son dos montones de polímeros

Para crear un compuesto que resista condiciones extremas como el utilizado en las botas de los astronautas o arterias artificiales, se debe unir  un polímero blando y  uno duro, creando así un copolímero llamado elastómero termoplástico. Estos copolímeros están presentes tanto en varias partes de los automóviles como en unos zapatos Nike.
Siempre hay que verificar si se tiene realmente una unión o una mezcla. Sólo si se integran dos polímeros por medio de uniones muy fuertes entre sus átomos -enlaces covalentes- no hay riesgo de que el nuevo compuesto con el tiempo se separe en sus componentes originales.

La silicona, además de su temperatura de transición vítrea baja, posee otro problema: es hidrofóbica -no afín con el agua-. Cuando se implanta en los senos de las mujeres puede producir incompatibilidades ya que los tejidos musculares están compuestos en gran parte por proteinas relativamente hidrofílicas-afines al agua-. Para superar tal eventualidad se puede modificar la superficie de la silicona con oxígeno, creando grupos hidroxilos (OH) que són compatibles con el agua y con compuestos hidrofílicos.

La prueba más sencilla para probar la hidrofilicidad-capacidad para absorver agua- de un material es mojar su superficie con una gotita de agua, si se esparce es hidrofílico, pero si se queda como una gota normal, sin cambios de forma, entonces es hidrofóbico.

Los siloxanos, los polímeros blandos y duros, los copolímeros, todas aquellas sustancias con nombres un poco difíciles de recordar, hacen parte de nuestra vida diaria. Para hacerles honor a tan útiles sustancias debería declararse un día en el que se tenga que llamar a todas las cosas por su nombre científico. Ojalá esa ocasión no coincida con un desfile de modas, un viaje a la luna o un transplante de corazón artificial.
 
 

¿Necesita más información acerca de este artículo? Puede contactar al profesor Fabio Zuluaga  Décano de la Facultad de Ciencias de la Universidad del Valle. Tels (57-2)3315203  (57-2)3305829   E-mail  fazulu@quimica.univalle.edu.co Fué el quien gentilmente nos sirvió de fuente para la elaboración del texto que usted acaba de leer.

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