Agencia Universitaria de Periodismo Científico y Cultural de la Universidad del Valle
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Cali, Colombia
marzo de 2001
 

SIEMBRE GUADUA Y COSECHE UNA CASA 
Un proyecto de pura paja, puro barro y pura guadua. 
Toda una obra arquitectónica construida con "pasto gigante".
 
 
Andrés Blanco 
Agencia AUPEC 

Han estado allí desde hace siglos, entre ríos y cañadas, cuidando el medio ambiente, creciendo desordenada pero naturalmente, protegiendo los ríos e incluso siendo protagonista de canciones. Poco a poco se ha comenzado a usar en la construcción, sobretodo en las zonas rurales.  

Sin embargo el uso de la guadua aún no se ha masificado. En Colombia hay sembradas 40 mil hectáreas de las cuales 36 mil son guaduas naturales y solo 4 mil son cultivos establecidos por el hombre. 

La guadua es una hierba, una gramínea, un pasto gigante que puede ser sembrado como bosque protector o como bosque reproductor. 

Como bosque protector, la guadua es sembrada para cuidar y proteger el medio ambiente ya que es un autorregulador de caudales y además, es el hábitat de animales y aves silvestres que se benefician con esta clase de cultivos. 

Como bosque reproductor, se siembra para ser un cultivo rentable y es vendida a la industria de la construcción; la guadua requiere un cuidado especial los primeros 30 días de sembrada, y es mejor aprovechar la época de lluvias para que el terreno donde se siembre esté húmedo todo el tiempo. 

Para la construcción de vivienda se deben usar guaduas "jechas" es decir maduras, que no tengan caparazón y que tengan unos hongos  blancos, señal que la planta ha alcanzado su madurez. 

Cuando la guadua está lista, más o menos 6 años después de la siembra, se debe cosechar, preferiblemente antes de que salga el sol, pues la guadua absorbe agua de la tierra a través de la raíz 

El calor, la sequedad del ambiente y la luz hacen que sus hojas pierdan agua y al sentir la carencia tratan de suplir la necesidad extrayéndola de la tierra, a través de las raíces, subiéndola por el tallo. Este fenómeno se conoce como transpiración. 

Durante la noche la temperatura es fresca y hay poca luz, por lo tanto la transpiración es mínima y el tallo no tiene mucho agua, por lo que el mejor momento para su cosecha es antes de que amanezca.  

Después de cortada, se deja parada lo más perpendicular posible apoyada en las otras guaduas de su entorno, por un mes, tiempo durante el cual la planta terminará por evacuar toda el agua de su interior, a este proceso se le conoce como la cura, después de curada  queda lista para ser inmunizada. 

Se conocen varias maneras para inmunizarla, la primera es construyendo una piscina o fosa de 11 metros de largo y un metro de profundidad, teniendo en cuenta que la guadua utilizada para la construcción pocas veces excede este largo.  

Esta fosa se forra en polietileno y se le echa una solución de aguacal en la cual se sumerge para acelerar el proceso de secado; posteriormente se agrega una solución de sulfato de cobre, bórax y agua, mezcla con que se inmuniza la guadua contra el ataque del xilófago, que no es otro que el gorgojo que se la come de adentro hacia fuera. 

Otro tratamiento para inmunizarla consiste en hacer una mezcla de petróleo, pimienta y cal que se inyecta con una jeringa 2,5 cm arriba de cada nudo. Este tratamiento resulta más barato pues evita la construcción de la fosa. Mientras que inyectando el preservativo el gasto es simplemente de mano de obra. Dos operarios trabajando durante 8 días pueden inmunizar todas las guaduas de una edificación de 180 metros cuadrados.  

Si la guadua queda bien inmunizada es un elemento muy resistente que puede durar cientos de años. En algunas ciudades latinoamericanas existen edificaciones en guadua de 300 y 400 años. 
 
Todo un sueño hecho de guadua
Las guaduas que van a sostener la estructura de la edificación no pueden ir apoyadas en la tierra pues se podrirían y es importante que queden apoyadas sobre el nudo. Para lograr que las guaduas puedan sostener una edificación se introducen en bloques de concreto de 40 cm por 40 y 80 cm de profundidad, antes de que sequen.  

Los bloques sostienen las guaduas, pero como esta gramínea y el cemento no tienen buena adherencia se deben clavar puntillas en la parte de la guadua que va sumergida en el concreto, para asegurar la unión y la firmeza de estos cimientos. 

Después de armada la estructura o esqueleto de la casa se procede a embarrar ésta con una mezcla de arcilla, paja y boñiga y se le agrega cal o cenizas y miel de purga para obtener un acabado impecable y sin fisuras. Para techarla se pueden usar varios elementos como palmiche, almoriche o iraca, también se usa el techo de zinc, eternit o teja de barro. 

La posibilidad de construir con guadua es una alternativa que se debe considerar para resolver el problema de vivienda en Colombia ya que un metro de vivienda en guadua de alto nivel puede estar aproximadamente en 100 mil pesos colombianos el metro, mientras que el mismo metro cuadrado en concreto costaría aproximadamente 500 mil pesos.  

Es importante que el ciudadano Colombiano sin importar que tenga recursos o no, sepa que hay una solución de vivienda viable y aplicable no solo al contexto rural sino también al urbano. 
  

 
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Lo invitamos a contactar  a Gabriel Libreros González. Ingeniero Civil. Universidad del Valle. 
Tel: ++57(2)6540352 
Fue él quien gentilmente nos sirvió como fuente para la elaboración del texto que usted acaba de leer.
 

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