Con el apoyo de Colciencias y Centelsa se construye en Univalle un laboratorio que servirá para probar los cables de alta tensión que van bajo tierra.
 

Laboratorio de descargas parciales de la Universidad del Valle.

Andrés Blanco
Agencia AUPEC - Universidad del Valle.

Los cables se convirtieron en un producto básico de nuestra canasta familiar, pues la totalidad de aparatos eléctricos que usamos en nuestros hogares, necesitan cables para funcionar y ser manipulados. Así mismo la energía que circula en nuestra casa y la que usan en la industria es transportada a través de cables que van subterránea o aéreamente, conocidos como cables de alta tensión. Estos cables son de gran importancia para el desarrollo de la industria de cualquier país en el mundo.

Los cables que van bajo tierra usan un aislamiento en caucho para proteger el cable de piedras, arena u otros elementos. La calidad de estos cables debe ser óptima para prestar un servicio impecable a quien lo utilice. Por el contrario los cables que van aéreamente no necesitan ningún aislamiento, “se dice que van desnudos”.
Si una empresa o conjunto residencial es alimentado por un cable subterráneo y se daña, no podrá suministrar más energía y además habrá que retirarlo, elevando los costos de instalación.

Uno de los terminales a través de los que se aplica el voltaje.

Debido a esto se implementó una prueba para medir la calidad del aislamiento utilizado por el producto, indispensable para su buen funcionamiento bajo tierra: La prueba de descargas parciales. A través de ésta se detectan pequeñas impurezas o cavidades en el aislamiento del cable. Esto hace que cuando transporte energía se produzcan chispas que van quemando y deteriorando su aislamiento, recortando su vida útil.
Cuando se realiza la prueba de descargas parciales a un cable, se detecta cuántas imperfecciones tiene, ayudando también a determinar la calidad del proceso de producción. El fabricante puede determinar, de acuerdo al resultado de las pruebas, en que nível del proceso está el problema y soucionarlo.
Las imperfecciones en el aislamiento del cable se pueden producir por el uso de materiales de baja calidad, por defectos de fábrica o por problemas de instalación.

En el mundo existen laboratorios de descargas parciales desde hace mucho tiempo, pero en Colombia solo algunos fabricantes tienen la posibilidad de hacer estas pruebas debido al costo que implica montar un laboratorio dentro de su planta física.
Centelsa, la empresa más grande de Colombia en fabricación de cables, donó al grupo de Alta Tensión de la Universidad del Valle, los equipos y el sistema de medición necesarios para implementar la prueba de descargas parciales.

El laboratorio es un hangar dividido en dos salas. En la primera encontramos un transformador elevador que entrega un voltaje hasta 250 Kilovoltios, el cual se aplica a los cables. En la segunda sala, encontramos los terminales por donde es conducido el voltaje. Esta sala está totalmente forrada en metal para evitar que ondas electromagnéticas ingresen y alteren las mediciones que realice el laboratorio.
La prueba de descargas parciales consiste en tomar el cable que se va a probar y aplicarle la tensión de trabajo. Por ejemplo si un cable es de 75 Kilovoltios se le aplica este voltaje. Este voltaje se aplica a través del transformador elevador y por medio de unos sensores se detecta el valor de la cantidad de energía que se pierde por las imperfecciones del aislamiento del cable y se comparan con los valores que recomiendan las normas nacionales e internacionales para cables de alta tensión.
Estas pruebas permiten confirmar la calidad del aislamiento empleado por los cables, asegurándole al usuario que sus especificaciones se encuentran dentro de las normas permitidas para su uso.
Este laboratorio, al ser construido específicamente para esta función cumple con todas las normas nacionales e internacionales para dedicarse a la experimentación y desarrollo de estas pruebas.
 

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