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14 de septiembre de 1999
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La importancia de los polímeros
sintéticos es tan grande que sin ellos nuestra calidad de vida se
reduciría a niveles alarmantes. Por ejemplo ¿cómo
podríamos vivir nosotros sin plástico? ¿En qué
hubiéramos llevado nuestro fiambre a la escuela? cómo harían
los ingenieros aeronaúticos para hacer mas ligeros sus aviones de
combate -hay plásticos que són más duros y menos densos
que el acero- ¿cómo haríamos para cargar nuestras
compras al salir del supermercado? ¿qué tan desnudos andaríamos
o cuantas ovejas se esquilarían al día para los diseñadores
y para el servicio de la moda?. Sólo tomando a los plásticos
como ejemplo de los polímeros sintéticos los beneficios son
incalculables. Incluso algunos químicos han llamado a este siglo
"el siglo de los plásticos".
Conociendo la estructura química
y arquitectura molecular de los polímeros sintéticos se pueden
construir los materiales que se deseen. Todo un mundo a disposición
de quien quiera tomarlo.
Aunque antes de 1920 la lista de polímeros sintetizados para usos de la industria era de por lo menos diez, la segunda guerra mundial quizás fue el desencadenante para el aprovechamiento a nivel masivo de estos recursos. El nylon, por ejemplo, se desarrolló a raiz de la incapacidad de traer seda del Japón y el lanzamiento en E.U de las primeras medias veladas confeccionadas en ese material fue un grán espectáculo. El dacrón también surgió por un motivo similar ya que remplazó a un producto que se exportaba mayoritariamente de Indonesia, lugar de dificil acceso en los años de la Grán Guerra.
Mas el desarrollo tecnológico
muchas veces trae consecuencias para el medio ambiente, para la Madre Tierra.
Contrario a los polímeros naturales la mayoría de los polímeros
sintéticos no son biodegradables o su degradación demora
muchísimo tiempo. Tomemos como ejemplo a dos de los más comunes
como el PVC -con el cuál se arregla la casa cuando la tubería
saca la mano- y el Polientereftalato -PET- materia prima del dacrón,
aquel material con el que se realizan algunas camisas en combinación
con algodón u otro polímero natural. El PVC y el PET se pueden
reciclar como material para construir mangueras y botellas plásticas
de gaseosa. El PET desechado también se utiliza como combustible
sólido en la industria cementera en remplazo del carbón.
Sin embargo hay materiales muy necesarios hechos de polímeros no degradables y de los cuales solo unos pocos pueden reciclarse. Los restantes se entierran o se botan y son un problema ecológico.
Pero no todo está perdido,
además de la labor de reciclaje hecha por industrias y particulares
existe una esperanza con respecto a la contaminación causada por
los polímeros sintéticos. Su nombre es polímeros biodegradables
y fueron desarrollados inicialmente por la Imperial Chemical Industries
en Inglaterra y la empresa Cargill en Estados Unidos.
En el Brasil se aprovechan las mieles de la caña de azucar para producir polímeros biodegradables en un proceso biotecnológico con bacterias. ¿Cómo? pues al igual que los seres humanos su cuerpo es una fábrica y para fortuna del mundo su producto principal son polímeros. El proceso actualmente es costoso pero optimizándolo a nivel industrial logrará ser mas económico. Todos los países con grandes sembrados de caña podrían implementar esta biotecnología que en sí es una grán industria con beneficios económicos y ecológicos aún no calculados.
La biotecnología lograría eliminar la contaminación que se produce en la elaboración del plástico, la cuál, aunque parezca increible, es menor a la generada en el proceso de fabricación del papel. Sería ideal que cuando en el supermercado ofrecen una bolsa de plástico o de papel para llevar las compras explicaran al cliente con cuál de ellas colabora menos en la contaminación del planeta. Quizás tomando conciencia de este hecho empecemos a usar bolsas hechas de fique o cualquier otro material reutilizable y seamos parte de la solución y no del problema.
Lord Todd, presidente de la Sociedad
Real Británica, que agrupa a los científicos de ese país,
sin duda tenía razón cuando afirmó que la polimerización
es quizás la contribución de la química que mayor
impacto ha tenido en la vida diaria. Ahora hay que esperar que podamos
concertar entre el desarrollo tecnológico y la situación
ecológica del planeta; de lo contrario buscaremos vano consuelo
en aquella máxima de Albert Einstein que dice: "La capacidad
destructora del hombre es infinita...afortunadamente el universo también
lo es".
¿Necesita
más información acerca de este tema?
Contactar al Doctor Fabio Zuluaga, Decano de la Facultad de Ciencias de la Universidad del Valle, Cali. Tels (57-2)3315203 (57-2)3305829 E-mail fazulu@quimica.univalle.edu.co quien entregó la información para la elaboración de este texto. |
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