14 de septiembre de 1999

EL PLÁSTICO, CONDENADO A NO DESAPARECER
" Me inclino a pensar que el desarrollo de la
polimerización es la contribución de la química
que mayor impacto ha tenido en la vida diaria
Lord Todd

Eduardo Posada
Aupec. Solo hasta 1928 los científicos del mundo se convencieron de la existencia de los polímeros, moléculas gigantescas naturales o sintéticas formadas por cientos o miles de moléculas más pequeñas y de las cuales están constituidos los plásticos, algunas telas, la silicona y una infinidad de cosas de usos tanto cotidianos como especializados.  En ese año el profesor Hermann Staudiger, en un congreso celebrado en Dusseldorf, Alemania, logró demostrar a sus colegas científicos la existencia de estas moléculas gigantescas y dar el primer paso para uno de los grandes fenómenos del siglo, el desarrollo de la polimerización.

La importancia de los polímeros sintéticos es tan grande que sin ellos nuestra calidad de vida se reduciría a niveles alarmantes. Por ejemplo ¿cómo podríamos vivir nosotros sin plástico? ¿En qué hubiéramos llevado nuestro fiambre a la escuela? cómo harían los ingenieros aeronaúticos para hacer mas ligeros sus aviones de combate -hay plásticos que són más duros y menos densos que el acero- ¿cómo haríamos para cargar nuestras compras al salir del supermercado? ¿qué tan desnudos andaríamos o cuantas ovejas se esquilarían al día para los diseñadores y para el servicio de la moda?. Sólo tomando a los plásticos como ejemplo de los polímeros sintéticos los beneficios son incalculables. Incluso algunos químicos han llamado a este siglo "el siglo de los plásticos".

Conociendo la estructura química y arquitectura molecular de los polímeros sintéticos se pueden construir los materiales que se deseen. Todo un mundo a disposición de quien quiera tomarlo.

Aunque antes de 1920 la lista de polímeros sintetizados para usos de la industria era de por lo menos diez, la segunda guerra mundial quizás fue el desencadenante para el aprovechamiento a nivel masivo de estos recursos. El nylon, por ejemplo, se desarrolló a raiz de la incapacidad de traer seda del Japón y el lanzamiento en E.U de las primeras medias veladas confeccionadas en ese material fue un grán espectáculo. El dacrón también surgió por un motivo similar ya que remplazó a un producto que se exportaba mayoritariamente de Indonesia, lugar de dificil acceso en los años de la Grán Guerra.

Mas el desarrollo tecnológico muchas veces trae consecuencias para el medio ambiente, para la Madre Tierra. Contrario a los polímeros naturales la mayoría de los polímeros sintéticos no son biodegradables o su degradación demora muchísimo tiempo. Tomemos como ejemplo a dos de los más comunes como el PVC -con el cuál se arregla la casa cuando la tubería saca la mano- y el Polientereftalato -PET-  materia prima del dacrón, aquel material con el que se realizan algunas camisas en combinación con algodón u otro polímero natural. El PVC y el PET se pueden reciclar como material para construir mangueras y botellas plásticas de gaseosa. El PET desechado también se utiliza como combustible sólido en la industria cementera en remplazo del carbón.
 

Sin embargo hay materiales muy necesarios hechos de polímeros no degradables y de los cuales solo unos pocos pueden reciclarse. Los restantes se entierran o se botan y son un problema ecológico.


Pero no todo está perdido, además de la labor de reciclaje hecha por industrias y particulares existe una esperanza con respecto a la contaminación causada por los polímeros sintéticos. Su nombre es polímeros biodegradables y fueron desarrollados inicialmente por la Imperial Chemical Industries  en Inglaterra y la empresa Cargill en Estados Unidos.

En el Brasil se aprovechan las mieles de la caña de azucar para producir polímeros biodegradables en un proceso biotecnológico con bacterias. ¿Cómo? pues al igual que los seres humanos su cuerpo es una fábrica y para fortuna del mundo su producto principal son polímeros. El proceso actualmente es costoso pero optimizándolo a nivel industrial logrará ser mas económico. Todos los países con grandes sembrados de caña podrían implementar esta biotecnología que en sí es una grán industria con beneficios económicos y ecológicos aún no calculados.

La biotecnología lograría eliminar la contaminación que se produce en la elaboración del plástico, la cuál, aunque parezca increible, es menor a la generada en el proceso de fabricación del papel. Sería ideal que cuando en el supermercado ofrecen una bolsa de plástico o de papel para llevar las compras explicaran al cliente con cuál de ellas colabora menos en la contaminación del planeta. Quizás tomando conciencia de este hecho empecemos a usar bolsas hechas de fique o cualquier otro material reutilizable y seamos parte de la solución y no del problema.

Lord Todd, presidente de la Sociedad Real Británica, que agrupa a los científicos de ese país, sin duda tenía razón cuando afirmó que la polimerización es quizás la contribución de la química que mayor impacto ha tenido en la vida diaria. Ahora hay que esperar que podamos concertar entre el desarrollo tecnológico y la situación ecológica del planeta; de lo contrario buscaremos vano consuelo en  aquella máxima de Albert Einstein que dice: "La capacidad destructora del hombre es infinita...afortunadamente el universo también lo es".
 
 
 
¿Necesita más información acerca de este tema?
Contactar al Doctor Fabio Zuluaga, Decano de la Facultad de Ciencias de la Universidad del Valle, Cali. 
Tels (57-2)3315203  (57-2)3305829   E-mail  fazulu@quimica.univalle.edu.co quien entregó la información para la elaboración de este texto.



 
 

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