"No me infieras la ofensa de tomarme por vulgar renunciador; una operación que tiene lugar dos o tres veces al día, y cuya finalidad es alimentar la vida, merece seguramente todos nuestros cuidados." Memorias de Adriano, Marguerite Yourcenar.
1. Agradecimientos 2. Hipótesis y/o conclusiones
Doy gracias al Creador por permitirme ser, también por la culminación de esta carrera. Me siento complacido por haber pretendido conocer la verdadera naturaleza de los trastornos de la alimentación. Con esta tesis aprendí mucho más del comportamiento humano, actividad que me compete pues la comunicación -mi profesión- es articuladora de cualquier tipo de labor que se desempeñe en nuestra sociedad.
Dedico este trabajo a:
A mi abuelo Antonio Chadid Chadid, quien en vida con su espíritu fenicio -templado como los cedros del Libano- me enseñó el significado de la palabra respeto y porque él siempre estuvo presente en las mejores horas de mi niñez
A mi abuela Farita -quien fue la primera mujer que trabajó en la Costa-, pues sus libros y la subscripción diaria a EL TIEMPO y EL ESPECTADOR influyeron en mi amor por la comunicación social y el periodismo.
A mi madre Amparo Chadid -mujer de mentalidad cosmopolita y de avanzada que no teme romper esquemas y quien es una genuina defensora de la libertad personal y del derecho a "ser" por encima de los convencionalismos-.
A mi abuela Polita por el afecto y el apoyo que me ha brindado siempre, su nobleza y bondad, sólo dos de sus mútiples valores, son dignas de imitación.
A John Stone, mi socio/pana, quien inicia mi lista de familiares favoritos del planeta tierra -desde la perspectiva que me domina como ciudadano universal-.
A Juan Ortíz y Liliana Sendra, en Chile o en cualquier lugar del mundo, por haberme hecho sentir valioso.
A Eduardo Posada Hurtado -co-autor de este proyecto-, por ser un ser humano integral, noble, paciente y por seguir siendo un niño -de los cuales es el reino de los cielos-. Eduardo: Me sentí complacido de que te unieras a esta causa por la calidad de tu trabajo, tu mentalidad intelectual y la riqueza que como ser humano encierras, además porque sé que algún día serás un famoso escritor.
A Griselda Gómez -la directora de tesis ideal-, Sonia Muñoz, Julian González y a Rodolfo Espinoza, por ser los mejores catédraticos con los que me topé en la universidad; pues son idóneos en la labor de transmitir el conocimiento y ayudan a sus discípulos a descubrir y alimentar su propio 'mago interior' .
A Karina y Patricia por confiar en mí y por contarme la terrible experiencia que ambas vivieron en las garras de la anorexia y la bulimia.
De manera especial quiero agradecer a algunas personas que contribuyeron -con su respaldo- a la finalización de esta carrera:
Blanca Ramírez, María Ramírez, Adrian Kryszak, Andrés Restrepo y sus padres -mono y stella-, Iván Felipe Alfaro y sus padres -Ruth e Iván-, Carlos Alberto Martínez, Rodrigo Vidal, Ricky Ricón -RJG-, Francisco Jaramillo y Alvaro Chadid.
Gracias a todas las personas que nos ayudaron en la adquisión de la información, consejos, entrevistas, prestamo de material, ayuda económica, prestamo de computadores, asesorías y comentarios. Sin ustedes este proyecto no sería una realidad.
A Jennifer, Steph, Mikkel Voight, Pascal Dengi, Diego Berman, Trevor Wolf, Rafael, Leonardo Visos, Diana -Nana fine-, Katherine Lenis, Madeleine Lenis, Brian Bolton, Sergio Vásquez, Eliana Londoño, Yenny Veléz, Carlos A. Bonilla, Angelica Orozco, Claudine Buatois, Las Hirs, Blanca Jaramillo de Gómez y familia, Juan Pablo Raymond, Candel, José Salóm, Gloria Magán, Clarisel R., Hugo Macias, Ariel Altamirano, Yenny Iles, Angela Echeverri, Mónica Pineda, Juan Francisco Poveda y Elvira Hoyos. Por ser parte de uno de mis sueños hecho realidad: tener amigos alrededor del mundo.
En los catecismos de primera comunión se recomienda que antes de confesarse se haga una lista consciente y escrupulosa de todos los pecados cometidos, mortales, veniales e indefinidos, y, como seguridad extra, se pida perdón por los pecados que uno no recuerda haber cometido pero ofendieron a Dios. Estos agradecimientos, cortos al igual que mi lista de pecados confesables, manejan el mismo esquema.
Gracias a mi Mamá -madre suena muy serio y distante-, María Eunice Hurtado, quien es mi mecenas personal y la persona por la cuál siento mayor amor y orgullo. Su persistencia inquebrantable en verme convertido en la mejor persona que ella podía costear es la única responsable de este logro académico y personal. Gracias Mamá por permitirme ser un hombre capaz de cambiar las cosas que son incorrectas con ideas y acciones de paz, no con violencia y balas.
Gracias a Pedro Mendoza, co-autor de este trabajo de grado. Su compromiso con el tema de los trastornos alimentarios es el reflejo de una personalidad siempre dispuesta a luchar por las causas nobles, sacrificando incluso su libertad individual y el amor por las cosas bellas y placenteras. Su esencia, amalgama entre el hombre postmoderno Lipovetskiano y los ideales Rousseanianos, permite a quienes lo conocen reconocer en el a un "otro" fuera de lo común y , en esa diferencia, construir sus propias vidas con una mayor conciencia de sí mismo y del mundo que lo rodea. Gracias Pedro por ser un faro que ilumina la a veces delgada línea entre individualismo y uniformidad.
Gracias a la Licenciada Griselda Gómez Fríes, directora de este trabajo de grado, por su paciencia y comprensión.
Gracias a mi padre, Libardo Posada Franco, por pagar gran parte de mi carrera y por su particular personalidad.
Gracias a la Comunicadora Social y profesora Patricia Alzate por enseñarme a escribir de manera competente, a pesar de todos los vicios que traía del colegio.
Gracias al Comunicador Social Jairo Canaval Erazo quien terminó la labor que Patricia Alzate había empezado años antes, sacando tiempo para enseñar, discutir y concertar en su inexistente tiempo libre.
Gracias a la profesora Maritza López de la Roche por las dos materias-seminarios que vi con ella. Aprendí muchísimo.
Gracias al profesor Julián González por calificar mi trabajo final de prensa. No voy a dar explicaciones al respecto.
Gracias a Gloria Garzón por los favores que me hizo y por su amistad.
Gracias a la Psiquiatra María Adelaida Arboleda.
Gracias a la Trabajadora Social Lucía Restrepo.
Gracias al Psicólogo Alvaro Reveiz y a Mabel Irina Calero.
Y, por último, gracias a todos aquellos que han influido para que este trabajo de grado sea una realidad y que, por desgracia, no están de forma constante en mi memoria. En futuras revisiones de la página seguro aparecerán...
A.Dicotomía ser humano social/ser humano animal B.La carga femenina de la belleza C.Un mundo global sumido en una crisis social/existencial D.Pretendiendo encontrar las posibles soluciones
A. DICOTOMÍA SER HUMANO SOCIAL/SER HUMANO ANIMAL
"La razón, la conciencia y la moralidad no pueden estudiarse de la misma forma en que se estudia la velocidad de un impulso a lo largo de una fibra nerviosa... Sin embargo, el entendimiento de estos factores abstractos, y en último término indefinibles en nuestras vidas, depende de la familiaridad que se tenga con los soportes biológicos puesto que si reposan sobre una base biológica y son ejemplos de las formas en que nuestro funcionamiento protoplásmico inherente ha sido explotado, por fortuna por nosotros, para estructurar un edificio filosófico que trasciende de lejos los requerimientos de la supervivencia y la reproducción, logrando una magnitud confirmada por las restricciones del solo instinto o las meras necesidades de la vida celular continua." La Sabiduría del Cuerpo, Sherwin B. Nuland
Terminamos creyendo que el cuerpo es un objeto de culto y consumo porque nuestra naturaleza humana, su parte 'animal' ama lo bello -todo lo que de una u otra forma diga que un ser es portador de un ADN sano-. Los emporios industriales manipulan -directa e indirectamente- nuestras necesidades biológicas a través de la publicidad, los medios masivos y mediante la imposición de modelos crean nuevas 'necesidades'. Estas no necesariamente son motivadas por nuestro instinto de supervivencia pero tienen una íntima relación con nuestros deseos naturales.
Si los antiguos griegos hubiesen sabido todo lo que la ciencia moderna conoce de circunstancias que por siglos han sido consideradas inexplicables, como los procesos hormonales, no habrían escatimado en apreciar más el puro instinto de supervivencia -sin contaminaciones ideológicas sociales- y el grado de influencia que tiene en nuestro inconsciente ese hombre primitivo que todos llevamos dentro. En la sociabilidad moderna en Occidente, el cuerpo y la forma de socializarlo van ligados de forma precisa a los hábitos que nos ha generado el consumismo/capitalismo; la sexualidad es uno de los campos que más se explotan pues nuestras hormonas sexuales entran en franca guerra con nuestros espíritus civilizados.
Creemos que nuestra sociedad particular -llámese industrializada/globalizada/massmediatizada- yace bajo la influencia directa de los medios de producción; estas son entidades que han patrocinado por largos años la investigación científica, debido a esto conocen íntimamente nuestra 'vulnerabilidad' biológica y están aquí para manipulárnos, en una nueva forma de sometimiento de los pueblos. Como nuestra sociedad ha llegado a un estado en que puede manipular muchas cosas, el cuerpo no es la excepción, este se reconstruye, se remodela, se articula y se transforma. Los trastornos alimenticios como la anorexia son una forma de 'suicidio lento' en que el ser afectado trata de buscar el fortalecer o crear los límites de su yo interior -aún no se ha determinado porque se da está patología- en los aspectos exteriores que se consideran más importantes en nuestra sociedad.
Desde la óptica de la reproducción, la población heterosexual -según Kinsey son muy pocos pues él creía que la gran mayoría somos bisexuales- se ve desafiada por alternativas contrarias -(Jefry Wiss, Judith Walcovick)- y esos deseos se constituyen en prácticas sociales, ya sean manifiestos en estas o inconscientes. El crecimiento vertiginoso de la industria sexual manifiesta el sexismo imperante en la sociedad, pero existen otros mecanismos más sutiles para aquellas esferas de la población que rechazan manifestaciones abiertas de nuestros impulsos sexuales. Es en los espacios artísticos que se puede desfogar esta energía de forma mimetizada, es en el consumo cultural de bienes simbólicos donde de una u otra forma se esconden ineludibles apelaciones a nuestra dimensión carnal; no existe prácticamente una publicidad que de modo directo o subliminal no este apelando a nuestra sexualidad.
La escogencia de modelos por parte de los diseñadores como soporte de su estilo glamouroso -hechizador- se ciñe a las representaciones inconscientes de nuestra sexualidad. 'Ellos' la varían pues saben que la gente no tiene los mismos gustos. Vemos claramente en la publicidad de los productos en cuero de Gucci una abierta insinuación al sadomasoquismo, en los adolescentes asexuados de Versace -amante de las formas efébicas- la hibridación o androginia como una invitación abierta a la bisexualidad.
Cada supermodelo representa a su vez el estilo imperante de cada época en que se le 'utilizó' como estandarte. Kate Moss representó ese estilo 'grunge' salido de Seattle y sus roqueros existencialistas. Ella llevaba en su rostro el dolor de una generación desahuciada de verdad por la virtualidad de los medios. Se le acusa de ser la modelo anoréxica por excelencia.
De este mismo modo cada nueva tribu o grupo urbano -resultante de las mútiples híbridaciones culturales en torno a la urbe, la música, las prácticas sexuales, las preferencias deportivas y de entretenimiento- tiene su "modelo" -independiente de que este sea o no un personaje que camine en una pasarela durante el lanzamiento de una nueva colección de ropa o de que pose en comerciales- y los emporios económicos tienen en cuenta estas nuevas preferencias pues cada grupo representa un sin límite de posibilidades económicas ya que ofrecen como potenciales consumidores multiplicidad de necesidades y demandan nuevos productos, acordes a las nuevas prácticas que se registran al interior de estas agrupaciones.
Así registramos un crecimiento parejo de productos -indumentarias,souvenirs,cds,aparatos, accesorios, tintes de pelo, piercings, tatuajes etc.- que son comprados por los raperos, los practicantes de patinaje extremo, los metaleros, los alternativos, los grunge, y por cualquier ciudadano interesado en empaparse de esta nueva forma de vida en que los modos y las modas cambian a medida que trascurre cada segundo y se alimentan de lo que los medios dictan por novedoso; a ese mismo ritmo cada ciudadano potencial consumidor admira y se compara con cada "objeto del deseo" y por apropiación con el "modelo" de su predilección puede llegar a querer ser como este paradigma.
Es así como los seres humanos como seres sociales nos ajustamos a los límites y reglas de nuestro grupo cultural específico, pero sin dejar de lado el instinto animal que con sus necesidades biológicas lucha por devolvernos la razón que nos unifica dentro de la diversidad: que somos seres mortales que necesitamos luchar al igual que los otros seres vivientes por la supervivencia y mantenimiento de nuestra organización. Esta regla única nos salvaguarda independiente de cual sea el grupo social en que estemos inmersos y de cual sea nuestra relación con estas nuevas prácticas que encierra el desarrollo tecnológico, la mundialización y globalización de la economía y el reinado de los mass media.
B. LA CARGA FEMENINA DE LA BELLEZA
La mayoría de las chicas han crecido siendo tomadas 'como vasos de cristal', y "no se tocan ni con el pétalo de una rosa". Ellas deben ser sumisas, delicadas y negar que pueden disfrutar de su vida sexual. La mujer que se deja tocar o admite abiertamente que se sabe conocedora de su poder sexual es catalogada como "loba", "perra" o "puta". Esta vulnerabilidad con que Occidente cuida a sus mujeres se está empezando a romper en muchos países como Israel donde las chicas prestan 2 años de servicio militar y en otros países de Europa donde ellas compiten en franca lid con los hombres por puestos en el mundo de los negocios, las artes y la ciencia.
Pero todavía en muchos países existen grupos sociales conservadores y es allí donde se prepresentan más los trastornos de la alimentación como el caso de España y Argentina -ambos países católicos, latinos y machistas por excelencia- donde la tasa de afectadas es mayor. En Argentina la psicoanalista Silvia Fendrick no ha dudado en llamar a esta enfermedad "Santa Anorexia", comparándola con los padecimientos de Sor Juana Inés de la Cruz, Santa Librada y Santa Catalina de Siena; estas mujeres católicas reprimieron de forma pública sus necesidades corporales y representan lo que toda mujer ha tenido que vivir de una u otra forma en Hispanoamérica: la represión de sus necesidades emocionales, sexuales y alimenticias, todo eso en aras de conservar el espíritu femenino que según se cree en esta parte del orbe es propio de las mujeres, así que a continuación despejemos este mito:
Las mujeres y el amor; ¿sólo falsificaciones?
En su libro "Sexo y literatura" -1928- el escritor D.H Lawrence intenta probar que el amor en la sociedad moderna es un sentimiento falsificado. Las personas sabemos -o creemos saber- cómo debemos sentirnos y simulamos esos sentimientos mientras ocultamos cualquier rasgo de sentimiento verdadero por el miedo de ser heridos. El amor termina siendo una farsa que se destruye en la sexualidad porque -según Lawrence- el fraude de esta sentimentalidad fingida explota, a corto o largo plazo, en esa máxima expresión de intimidad y afecto que es el acto sexual. Por eso parejas que en apariencia se amaban muchísimo terminan odiándose, situación observada en gran cantidad de divorcios similares -guardando las proporciones- al de la pelicula "La Guerra de los Roses".
¿Existe tanto miedo a comprometer los verdaderos sentimientos porque el estereotipo existente sobre lo que debe ser el amor es, gracias a los escritores rosa -como lo plantea Lawrence- o a los melodramas y películas románticas, demasiado utópico y totalitario y exige al individuo más de lo que muchos estámos dispuestos a dar?, o ¿quizás ante el choque entre el deseo de amar sin ataduras ni responsabilidades y los viejos ideales al respecto -aún vigentes- es mejor escapar fingiendo sentimientos?. Dos preguntas y demasiadas posibles respuestas, sin embargo hay algo que debe destacar como desencadenante y a la vez consecuencia de toda esta situación: la crisis de identidad de género presente en los hombres y mujeres actuales en la sociedad occidental o consumista masiva -mucho más que en los de 1928- como consecuencia de la relajación en los estereotipos -y el agotamiento de los mismos- que determinaban cómo era ser femenino o masculino.
En esta crisis muchos hombres se esfuerzan por ser masculinos y muchas mujeres se esfuerzan por ser femeninas, tratando ambos sexos de alcanzar un tipo o un conjunto de cualidades y de medidas -que no se alcanza nunca- entre los muchos que ahora existen y que confunden por sus facetas a veces ambiguas al comparárseles con los viejos estándares.
Tradicionalmente en la cultura occidental ser una mujer, una persona del sexo femenino de la especie humana, implica necesariamente femineidad, entendiéndose esta como una cualidad relativa a la mujer. Toda una tautología!. En el actual Afganistán de los Talibanes ser mujer significa ser un objeto sumiso e impuro sin ningún tipo de derecho, por decir lo menos. En otras partes mujer aún sigue siendo sinónimo de madre, concepto que debe revaluarse, entre muchas maneras, con la ayuda del teólogo Leonardo Boff quien escribió el libro "El Rostro Materno de Dios", donde se muestra el amor maternal que Él tiene por la humanidad, asociándosele todas las cualidades de madre a un Dios que no puede, a pesar de sus acciones, ser catalogado -por imposibilidades ontológicas, entre otras- bajo el parámetro de madre-mujer.
El estereotipo -entendido estereotipo como un esquema simplificado que hace que uno o dos caracteres se atribuyan a todo un grupo- sobre las cualidades que deben ser inmanentes a la mujer hace que muchas veces esta se esfuerce por ser femenina hasta la exageración y caricaturización. ¿Acaso los travestis que son "más mujeres" que las propias mujeres al vestirse con ceñidos trajes, implantarse senos y lucir sexualmente atractivos -según ciertos estándares femeninos con un trasfondo de sumisión al hombre-, no son un ejemplo perfecto de hiperfemeinización de algo que por si solo -aparentemente- no podría ser femenino?.
Un caso de dibujos animados le añade un toque divertido pero cuestionador a esa situación: En la serie japonesa de dibujos animados traducida al español como "Están Atrapados" la persona más femenina del escuadrón policial adquirió esa esencia al aprender el arte de las Geishas y todas las ceremonias propias de la antigua mujer japonesa. Así su feminidad inocultable atraería a los delicuentes sexuales como una planta carnivora a una mosca. Este personaje biológicamente era hombre pero estudió durante tantos años cómo ser mujer que lo aprendió demasiado bién y olvidó como ser hombre.
El psicoanalista E.Jones en su ensayo "La fase precoz del desarrollo de la sexualidad femenina" se pregunta: " Una mujer es un ser nacido como tal como mujer o es un ser falsificado como mujer?". La respuesta a tal inquietud la puede dar el mismo cuando afirma: "El lector puede preguntarse cómo distingo la femineidad verdadera del disfraz. De hecho no sostengo que tal diferencia exista. La femineidad ya sea fundamental o superficial es siempre la misma".
C. UN MUNDO GLOBAL SUMIDO EN UNA CRISIS SOCIAL EXISTENCIAL
"Hemos permitido que prevalezcan una interpretación poco generosa y hasta a veces inhumana de los trastornos de la alimentación, y esa interpretación ha llevado a la muerte a incontables inocentes. La vida es un imprescindible esfuerzo para lograr el equilibrio. El hecho de que la raza humana subsista es encomiable. Lo lamentable es que la bondad y la compasión se han convertido en algo raro, excepcional y hasta notable. Por lo tanto, aunque la sociedad sienta que se mueve positivamente de una década a la siguiente, el concepto de progreso sólo es objeto de su interpretación."Peggy Claude-Pierre
¿Qué le pasa a nuestra sociedad que existe un cúmulo muy importante de su población sumida en los marasmos de un trastorno de la alimentación? ¿A que se debe la tendencia de los afectados por estos males a revestir todo con un matiz negativo y disfuncional contra la vida?
Seguramente la vanidad, el amor a sí mismos, es la droga más dulce y díficil de dejar, pero quien vive el horror de un trastorno de la alimentación se esfuerza por creer todo lo contrario; se sienten feos, dignos de lástima y poca cosa. Se ha comprobado que generalmente los afectados por desordenes alimenticios son personas altruistas que siguen el mundo de la moda no por vanidad sino porque este es en cierta manera una guía de lo que se acepta en sociedad y lo que los afectados buscan es aceptación y perfeccionismo. Los enfermos se sienten perdidos si no agradan a los demás, son seres que reprimen sus emociones -peor aun no las conocen- pues no se han permitido sufrir o manifestar cualquier impulso brusco porque es mal visto por sus familias o entorno social. Entonces cuando fracasan por una u otra razón no saben cómo enfrentar su propia realidad y se pueden ver inmersos en un desorden alimenticio.
También se podría creer que todo subyace en la dicotomía biología/placer contra sociedad/altruismo; aunque el ser humano a pesar de ser egoísta se preocupa por su 'manada', parecería que el hecho de tener que ajustarse tanto a los designios de una sociedad -que reprime muchas veces nuestra esencia con costumbres antinatura- les está matando el ego -voluntad o facultad de decidir-. Los afectados por un trastorno del comportamiento alimentario no saben lo que quieren, usualmente no saben si tiene hambre o no, no conocen sus emociones, si están tristes, felices o enojados. Viven un estado de permanente desasosiego.
Los dueños de las multinacionales tienen un mercado importante para la subyugación y el poder; utilizan la comida, la promoción exacerbante de comida en la televisión, toda relacionada con el sexo, en cada propaganda de gaseosa, de chocolates, entre otros -en un alto porcentaje se hacen juegos de palabras que relacionan al hambre con el apetito sexual-. Luego indirectamente la gente comienza a alterar su mecanismo normal de control de apetito; la influencia de la utilización indiscriminada de mensajes subliminales no puede ser gratuita.
Además la gente utiliza la comida como pretexto para socializar y se come a toda hora, hasta cuando no se tiene hambre. Lo más preocupante es que las industrias alimenticias muchas veces a sus alimentos le agregan aditivos, hormonas, preservantes y azúcares sintéticas que producen adición. Eso es un cuento aparte.
Luego la gente se engorda pues come y ve televisión todo el tiempo, resultado de la vida sedentaria por excelencia. Las adolescentes engordan y luego ven cuerpos super delgados siendo exaltados en su colegio, en la calle, en la universidad y en los medios. Ante este complejo los mismos industriales que ofrecen comida basura ofrecen comida 'Diet 'o 'Light', otros ofrecen cirugías, otros tratamientos de belleza etc. Es un círculo vicioso donde nosotros los consumidores damos vueltas con orejeras que no dejan ver la realidad.
En todo este proceso los medios masivos son el mecanismo de subyugación, 'las maquinas de lavar cerebros'. Es por medio de estos que las personas reciben esos mensajes constantes que les prometen felicidad y comfort. En la promoción de esa vida fácil y de relax se utiliza gente bella como ícono -volvemos a los modelos- pero es imposible que una sola persona sea representada por todos -claro que a Madonna la han imitado hasta hombres- pues como dice el Doctor Alberto Pradilla: "Hemos "matado" a los seres humanos pretendiendo que todos seamos iguales al promedio pues unos somos chicos, otros grandes, unos flacos, otros gordos y no existe una determinada talla ideal."
Pero la tabla de pesos y medidas -creada por unos doctores a petición de las compañías de seguros en Estados Unidos- es la que millones de personas en el mundo tienen pegadas en sus baños, al lado de la pesa, para mirar si han llegado a su 'peso ideal.' Mucha gente cree que si logra un peso determinado -por lograrlo hacen lo que sea y cuesteles lo que les cueste- obtienen 'de ñapa' salud, vida plena, felicidad y paz interior. Por otro lado, las tallas 'ideales' -XS, S, M, L y XL- que manejan los productores de ropa son sólo un aproximamiento que pretende facilitar la venta de ropa producida por grandes cantidades y no sobre medidas; estas son ineficaces pues existen multiplicidad de cuerpos que no pueden ceñirse a estas.
Además el ficcionamiento de la realidad por medio de los audiovisuales y su lenguaje -ilusionista, mágico e hipnotizador- han contribuido de una u otra forma a la pérdida de conciencia acerca de la apreciación real de la autoimágen y de la apreciación que tienen nuestros semejantes de sus congéneres; es tal el grado de percepción errónea de la realidad que se ha multiplicado la dismorfia corporal como patología psicológica. Es tal el posicionamiento de lo argumental que lo documental o lo periodístico pierde vigencia para la masa y a la vez se imponen formatos periodísticos influenciados fuertemente por lo argumental, se ha vuelto espectáculo la vida diaria.
D. PRETENDIENDO ENCONTRAR LAS POSIBLES SOLUCIONES
"La posibilidad de trasformar las crisis multidimensionales requiere la formulación de distintas y nuevas alternativas teórico-metodológicas que respondan a una nueva visión de la realidad, que incluya un replanteamiento de nuestros pensamientos, percepciones y valores; que implique el cambio de una perspectiva mecanicista a una concepción más orgánica, sistémica y ecológica, en otras palabras más holista." Presentación del curso Comunicación y Sistemas Humanos, Nora Caballero y Harold Estrada.
La prevención, más que el tratamiento, debería ser el principal objetivo en la lucha contra los trastornos alimenticios. Sí se puede modificar el modo como se educa a los hijos, el modo como los medios de comunicación presentan a las mujeres y las actitudes que se adoptan frente a sus cuerpos, se disminuirá la tasa de afectados. Pero los padres hoy en día no tienen tiempo y los medios seguirán siendo utilizados por los que manipulan la apariencia de las mujeres, y nosotros no dejaremos de compararnos con Brad Pitt, con Gisele Bünchen o cualquier humano que pertenezca a la "élite de los venucinos" -míticos habitantes de Venus: planeta del amor, la belleza y la sexualidad-
Los otros seres vivientes respetan las leyes y normas perfectas con que se rige la vida en el universo: los ciclos del agua, del oxígeno, la ley de la gravedad, el tiempo en que la tierra da vuelta al sol y la luna a la tierra, las estaciones, el ciclo menstrual, la procreación, el envejecimiento, todos estos hechos describen la maravillosa y repetitiva sucesión de patrones y reglas inmutables. Aparentemente, los seres humanos estamos haciendo mutar todas esas reglas maravillosas que permiten el mantenimiento y sostén del planeta; la contaminación, la sobrepoblación, el mal gasto de recursos, el desperdicio de vida, son sólo una muestra del caos en que está sumida la sociedad humana a principios del siglo XXI, es de esperar un cambio, sino es seguro que las consecuencias no serán beneficiosas para ninguna de las especies, en especial para las que nosotros nos empecinamos en acabar como si fuéramos una plaga.
Tal vez es hora de trasmutarnos en seres más conscientes de nuestra mortalidad. Humanos adaptados a su realidad; amantes de la maravilla que encierra nuestro cuerpo. Pero el gran problema que llevamos los seres humanos -por lo cual tampoco respetamos a las otras especies vivientes- es la falta de aceptación entre los individuos de la propia especie humana. El racismo y cualquier forma de negación del otro a causa de la religión, la cultura, la apariencia física, las ideologías, la preferencia sexual, la edad, entre otras, es la principal problemática que debemos vencer.
Este trabajo pretende -en algo- calar en la mentalidad humana de los colombianos para que podamos empezar a mirar a los otros seres por sus cualidades más importantes; el carácter, la bondad, la compasión, el intelecto, la sabiduría -entendiéndose como intelecto utilizado en pro de causas nobles-.Para que aceptando la diferencia como cualidad insuperable que dentro de los matices nos hace ricos, sepamos dentro de esa diversidad encontrar la igualdad en nuestra vulnerabilidad, en el hecho de que todos somos mortales; pues nos rigen los mismos principios fisíco-químicos y su naturaleza biológica. Tenemos que entender que no somos perfectos; podemos ser humildes, luchar contra la imposición cultural occidental de la competencia en donde se construye encima del otro y el triunfo se obtiene con el fracaso ajeno. Cuando nuestra ganancia no sea a costa del sufrimiento del otro, entonces podremos celebrar.
"Lo más importante de cada ser humano es que es único, irrepetible e individual... entonces ¿para qué quiere uno ser otro?"