REPERCUSIONES DE LOS TRASTORNOS DE LA ALIMENTACIÓN
Las repecursiones que sufren las personas afectadas por un trastorno del comportamiento alimentario tocan todos los aspectos de la vida, empezando por los más íntimos como son la propia personalidad, la capacidad de socializar y el manejo de la sexualidad. Estos males también llegan a afectar la estabilidad emocional que brinda -o debe brindar- la familia, el dinero, el Estado e incluso pueden desestabilizar seriamente la economía familiar de los enfermos, de igual manera cuestionan el funcionamiento actual de los sistemas de seguridad social en todo el mundo.
1. Individuales. | |
2. Familiares./Plano económico | |
3. Sociales./Sistemas de salud |
1. REPERCUSIONES INDIVIDUALES.
Vida laboral | |
Vida académica | |
La palabra individuo en el diccionario significa "cada ser de una especie o género" , definición clara y concisa a menos que seamos unos filósofos revisionistas y cuestionemos el significado de la palabra ser -principio activo y radical constitutivo de las cosas-.
Revisando la parte histórica del mencionado diccionario, unas viejas indicaciones de los principios del psicoanálisis aparecieron. En ellos Freud proponía la división de la mente en tres instancias fundamentales; el yo, que es el encargado de la actividad sensorial y mental que siente y piensa, por oposición al exterior de él y media entre las otras dos instancias; el 'superyo' o valores morales, obligaciones, reglas de civilización; y el ello que es la parte instintiva, pulsionar de la mente.
Cuando el yo está débil o presenta límites indefinidos muchas veces la persona se convierte en alguien que vive en función de los demás y carece de la capacidad de tomar decisiones, opinar, e incluso de identificar y verbalizar sus propias emociones.
Las personas que padecen un trastorno de la alimentación carecen de un yo fuerte, su ser, su principio activo y radical está incompleto. Esta condición permite al afectado escribir por ejemplo un resumen, pero le impide redactar una reseña.
Cuando una persona se recupera de un trastorno de la alimentación desarrolla una personalidad con criterios propios, deseos, caprichos y otras características antes inexistentes. Ninguna repercusión individual puede ser más importante que la de ser, la de existir en función de sí mismos y no en función de los otros. El mundo gana un ser humano y pierde un "robot".
Aunque en esta lucha se pierdan muchos días, meses, quizás años de estar sumido en el 'dolor' - en su significado etimológico - y se corra el riesgo de morir antes de 'lograr el objetivo'.
"...siempre trataba de facilitarme las cosas. Siempre pedía apoyo para cualquier decisión. Cuando le preguntaba qué prefería, ella respondía: "¿Qué piensas tú, mamá?", o "¿Qué será mejor para los demás? No podía llevar adelante las decisiones más simples respecto de las cuestiones más básicas: qué ponerse, a qué restaurante ir o qué comer. No era capaz de poner en juego un criterio propio." 189
"Ahora estoy sola, en compañía de mi misma y de las emociones que acompañan el abandono de un camino que te ha nutrido y el comienzo de otro con la promesa de nuevos olores, nuevos gustos, nuevos colores. Mi respiración se acelera cuando pienso que esta es la primera vez que exploro sola, como mujer que confía en sí misma, siente su fuerza y experimenta totalmente sus necesidades, sus miedos y lo que quiere; esta es la primera vez que sacio mi hambre interior. 190
La escuela psicoanalítica defiende la idea de que para las mujeres con anorexia el alimento muchas veces puede llegar a tener una simbología sexual. El engordar, como consecuencia de alimentarse, puede ser interpretado por ellas como un símbolo de indulgencia o consentimiento sexual. En este esquema el comer se convierte en algo inmoral y antiestético y el rechazar los alimentos y adelgazar significa la adquisición de seguridad y poder. En otras palabras, la persona logra la autonomía frente al deseo sexual, impidiendo con su inanición el desarrollo de los caracteres sexuales y rechazando por ahi derecho su rol sexual. Esa barrera impuesta a la maduración psicosexual implica también el temor a la proximidad emocional, la ternura, el contacto físico y el dar y recibir afecto y asumir responsabilidades. La mujer que sufre de anorexia cambia las relaciones sexuales interpersonales por relaciones interpersonales con su propio cuerpo -narcisismo.
Además la inanición continua a la que se someten las mujeres que padecen de anorexia repercute físicamente en la parte sexual al producirles disfunciones sexuales como falta de deseo sexual, anorgasmia y falta de lubricación vaginal.
Las mujeres que sufren de bulimia pocas veces disfrutan de la genitalidad y su obsesión con la gordura las hace tan inseguras que rara vez se permiten tener algo mas que sexo.
El placer del contacto íntimo con otro cuerpo es algo que ellas se niegan, es otro autocastigo. Mientras estén en las garras del trastorno de la alimentación no van a disfrutar el contacto con otra persona, se marginan de su propia sexualidad -hasta el punto de a veces ser anorgásmicas- , y tener relaciones sexuales puede llegar a ser un acto mecánico que no implica involucrarse más allá de ser un simple 'recipiente'. A pesar de ello muchas veces las mujeres con bulimia tienen un hipererotismo, producto de sus vacíos afectivos-emocionales, que desencadena una conducta que podría calificarse de promiscuidad sexual o prostitución enmascarada.191
Según la psicóloga Peggy-Claude Pierre muchas mujeres que de todas maneras se casaron y hasta tuvieron hijos mientras padecían un trastorno alimentario, temporalmente escaparon a los avatares de la enfermedad... pero no están verdaderamente compenetradas con su identidad sexual.
Claustrofobia, calor. Una docena de mujeres bien vestidas y maquilladas comparten una minúscula habitación que parece poco apta para humanos y perfecta para maniquíes. No es la firma de autógrafos de alguien famoso ni el día de descuento propio de los almacenes en las temporadas bajas; es una entrevista de trabajo.
En la mañana ella se miró desnuda frente al espejo y consideró concienzudamente cuál sería la ropa de la tarde. Un cuerpo delgado se asoma al espejo, un cuerpo desarticulado le contesta -"Esos senos se puede levantar con el 'Magic Cup' y destacarlos en el vestido... El estómago por fín está plano y puede ocultarse, estos zapatos combinan con la ropa." Antes de salir picotea una tostada y se toma un té sin azúcar... de sobremesa prefiere la crema dental y el Listerine.
- Nos gusta su apariencia, tiene el perfil que buscamos para el trabajo! - el jefe de personal asiente, respaldando el dictamen de su asistente y fija su mirada en las 'cualidades' que sobresalieron entre las 'cualidades' de las demás. Ella sonríe mecánicamente, su estómago cruje un poco y un escalofrío intelectual súbito - un dejavú racional - traspasa su mente, su cuerpo.
La luna se muestra en el cielo, la mira desde su ventana mientras se cambia de ropa. Ella mañana saldrá a buscar otro empleo. Tratará de ser reconocida por quien es y no por su atractivo físico. Un trago de Coca Cola Light aprueba burbujeante esa decisión. Otro trago más grande la aclama...".
En la crónica anterior se describe el proceso vívido por una mujer afectada por un TA. en Cali, ella aprovecha 'su nueva delgadez' como mecanismo de seducción para conseguir trabajo, en medio de una sociedad que sobre valora la apariencia física de las personas aun sobre otras cualidades. Pero en general para las personas con trastornos de la alimentación la responsabilidad del trabajo puede significar una actividad agotadora en medio de la ansiedad y la angustia de pensar todo el tiempo en peso, comida, figura y talla.
"Aunque las anoréxicas a menudo estudian o trabajan con mucho empeño, incluso de manera obsesiva, su trabajo se resiente porque su vida emocional y su capacidad creativa están muy limitadas por su enfermedad."192
Otros enemigos del éxito del trabajo para las personas con trastornos alimentarios. son los síntomas físicos que se derivan de aguantar hambre - depresión, debilidad, irrasibilidad, falta de concentración, hipersensibilidad - o de tener períodos bulímicos -ansiedad, malestar digestivo u endocrino, cansancio, baja de electrólitos en la sangre-.
La ausencia de iniciativa de los seres afectados por trastornos de la alimentación. muestran una cara dual; por un lado son maleables, hacen todo lo que se les pida y los jefes, y otros compañeros de trabajo pueden abusar de esto, por el otro no se les pueden delegar funciones en las que se ponga en juego su iniciativa o creatividad.
Además personas con trastornos alimentarios. frecuentemente trabajan en oficios que demandan la delgadez del cuerpo como el modelaje, actuación, danza clásica o contemporánea, gimnasia, patinaje artístico, atletismo, boxeo, entre otros deportes, que pueden representar un reto para su demanda permanente de "necesidad" y "control". Las víctimas de los trastornos de la alimentación. no sólo quieren ser buenos, quieren ser los mejores y a veces son subyugados por su enfermedad hasta el extremo de hacer cosas extremas.
La presión por ser una chica popular marca la vida de las adolescentes en el colegio y uno de los requisitos para ser bella, y por consiguiente popular, es la delgadez. Pero para muchas adolescentes es imposible tener una talla que les permita entrar en un vestido que le produzca a los muchachos el deseo de quitárselo a toda costa... al menos por una noche. Para lograr la popularidad que hoy implica el ser activa -o siendo conservadores, al menos deseada- sexualmente, las chicas más desesperadas son aconsejadas por "celestinas adolescentes" para usar productos como las pastas Dualit o Hidrosicot, que limitan al máximo el deseo de comer y producen una hiperactividad en el organismo que obliga a estar todo el tiempo moviéndose o haciendo ejercicio. El convertirse en adictas de esos productos es, para muchas de ellas, solo una consecuencia secundaria del éxito social.
Lo peor de la situación antes descrita es que, en la mayoría de los casos, las compañeras de colegio son conscientes de los hábitos alimenticios inadecuados de sus pares y fingen ignorarlos llegando hasta el punto de pasar por alto cuando una amiga con tendencias anoréxicas se retrae, se aleja en los recreos o no comparte el rito de comer con todos los amigos. Para completar ese nivel de indolencia, a las personas obesas se les maltrata con aseveraciones irónicas sobre su forma física, haciendo de su estancia en el colegio o escuela una época traumática.
También es importante señalar que "las estudiantes que padecen de anorexia se muestran desconsoladas cuando se les pide una respuesta personal a lo que están leyendo. Tanto esfuerzo se ha invertido en no tener necesidades ni sentimientos propios y no saben qué sienten ante lo que leen, aunque con frecuencia conocen lo que todo el mundo ha sentido y dicho al respecto ."193 Por ello en el sistema de educación colombiano, especialmente en escuelas y colegios, muchos de los estudiantes que sufren anorexia obtienen las mejores calificaciones.
Los anteriores datos, aunados a la creciente aparición de núcleos de niñas y adolescentes con predisposiciones a desarrollar trastornos alimentarios en colegios de todos los estratos sociales de la ciudad de Cali, cuestionan fuertemente a las instituciones educativas de nuestro país. 194
Pocas cosas son tan nocivas como los conflictos no resueltos que siguen trabajando inconscientemente en el cerebro. La persona que está afectada por un trastorno alimenticio tiene varios de estos conflictos y, en cierta forma, sus problemas con los alimentos son la manifestación física de ellos. Esos problemas pueden ser una carencia de sentimientos propios -como consecuencia de una situación familiar en donde la familia lo era todo y no se le permitía a cada individuo ser el mismo-, falta de amor propio, o imposibilidad de amar a otra persona ya que no tiene que dar, ni tampoco posee espacio o tiempo para alguien diferente a si mismo. Muchas personas anoréxicas y bulímicas también sufren de alexitimia, incapacidad de percibir y verbalizar sus emociones y sentimientos. Los sentimientos sin nombre, como los llama la psicóloga Julia Buckroyd.
Para que una persona se libere definitivamente de un trastorno del comportamiento alimentario esos sentimientos deben salir a la superficie y poder ser asimilados o superados. Al lograrlo la mentalidad negativa pierde su poder y la relación con las personas que comparten la cotidianidad del enfermo pueden renovarse o recomenzarse, esta vez con pie derecho.
En China el grafema de crisis es el mismo de oportunidad. Es así como la enfermedad debe tener un sentido y un propósito en la vida del afectado. Al golpear un trastorno alimentario la vida de un individuo, aunque sea un grave problema, puede significar el forjamiento de un ser más libre de expresar su vida emocional, pues la verdadera causa del problema son los sentimientos reprimidos y los vacíos emocionales.
Por todo este cuadro emocional las víctimas de estos trastornos sufren mucho con las relaciones de pareja y se aferran a sus relaciones amorosas de una forma compulsiva, creyendo que no son merecedores de nada bueno. En muchos casos cuando estos síndromes afectan a personas adolescentes coinciden con el reciente rompimiento de una relación amorosa, y la chica generalmente cree que la culpa de todo la tiene su gordura. Ese afán de satanizarse a sí mismo, de echarse siempre la culpa de todo, los hace vulnerables ante su pareja y personas aprovechadas pueden minar su confianza en el otro.
Una familia con un miembro afectado por un trastorno alimenticio presenta el panorama propicio para los silencios dolorosos, recriminaciones tardías, y vacías promesas de cambio, por eso la familia jamás debe ser culpada del mal que padece su miembro sino que debe reconocer la responsabilidad de si misma en el problema aprovechándolo para el arduo proceso de sanación interna del paciente.
En la terapia familiar las heridas del enfermo cicatrizan paralelamente a las de su familia. Además, las creencias erróneas sobre los trastornos alimenticios -profundamente enraizadas debido a que los medios los han difundido- son desechadas al reconocerse de primera mano las profundas complicaciones biopsicosociales del familiar enfermo. Los padres siempre tienen dificultades para entender que en el fondo sus hijas no desean ser como una Barbie. "Desean adelgazar hasta morir".
La familia como núcleo básico de la sociedad atraviesa todos los aspectos de la vida y tiene la responsabilidad de desarrollar una relectura crítica de la sociedad moderna.
Una de las cosas a corregir es la educación social de las mujeres dentro y fuera de la familia, para evitar socavar su confianza y su sentido de identidad. Debe desaparecer el absurdo prejuicio de que las mujeres y sus recursos emocionales no son muchas veces adecuados para hacer frente a lo que las sociedad les pide.
Otro punto vital que las familias deben de corregir es el impedir que cualquier miembro de ellas expresen lo que sienten en su interior, como si el manifestarse fuera un delito atroz. En esas familias lo que se premia es la docilidad ante un sistema que exige cumplir todos los deberes u obligaciones, sin protestar o discutir. Los hijos afectados sufren de 'Esterilidad emocional'; son incapaces de afrontar el dolor, la ira, los sentimientos fuertes. Bajo este régimen familiar los sentimientos y las necesidades terminan volviéndose algo malo, algo que no se comenta. Pero ese sacrificio sólo reprime sentimientos, no los hace desaparecer. Al final, estas personas desarrollan una baja autoestima pues no logran tener menos necesidades emocionales del nivel que les exigían sus padres.
¿Cómo van a manejar estos niños sus sentimientos si se les impide expresarlos y procesarlos de manera franca y sincera ante una persona de confianza? La respuesta es que encontrarán otras maneras menos normales, menos saludables y menos directas de expresarlos porque, como el agua, los sentimientos encuentran la salida de una u otra forma."195
Cali, como cientos de otras ciudades, es una ciudad de servicios con un crecimiento económico significativo dentro de la sociedad colombiana. Aquí es común que en los núcleos familiares de la ciudad ambos padres trabajen, por lo tanto el tiempo - cantidad y calidad- que comparten con sus hijos es cada vez menor. Cuando los padres tienen muchas responsabilidades, los chicos están sin apoyo ni compañía en el proceso de manejar sus propios sentimientos.
Es importante concluir que muchas familias cuando responden al desafío de un trastorno de la alimentación, si no conocen bien la complejidad maquiavélica de la enfermedad, pueden terminar siendo damnificados. Algunos padres no soportan el estrés de perder una hija por la anorexia o la bulimia y se divorcian. Los hermanos de los seres afectados se sienten a veces desprotegidos pues los padres centran toda su atención en el enfermo. Pero si la familia logra separar al enfermo de su dolencia, comprender que este es más que su enfermedad, dejando la culpa a un lado, puede responsablemente luchar por la recuperación del hijo y salir fortalecida en el proceso. Esto generalmente se revierte en la mejoría de las relaciones intrafamiliares y el respeto de la individualidad de cada uno de sus componentes.
Las consecuencias que puede traer para una familia el que uno de sus miembros padezca de un trastorno de la alimentación son tan peligrosas para la canasta familiar como para su salud. A veces pensamos de forma errónea que el problema de las personas afectadas por un trastorno alimentario es sólo de sus cuerpos, pero así como estos males llegan a invadir todas las áreas de la vida de un ser, pueden llegar a ser nefastos para la economía de una familia.
Fuera de los gastos que puede representar la adicción de un bulímico cuando está enfermo; por las compras de comida, sus drogas, sus tratamientos de belleza y gimnasios, laxantes, etc, los gastos de su recuperación son también cuantiosos. El tratamiento para los desordenes alimenticios puede resultar demasiado caro para una familia promedio, por ejemplo: un psicoanalista en Cali puede cobrar por consulta entre $ 20.000 y $120.000 -dependiendo de la experiencia del profesional-; el hospital más económico por un día de hospitalización puede cobrar medio millón de pesos. A menudo las bulímicas, por el desequilibrio electrolítico que sufren, pueden requerir hospitalización o el uso de medicación intravenosa.
Lo mismo pasa con las anoréxicas, en los casos menos graves ellas necesitan asistencia médica para recuperar su salud, también necesitan en su recuperación la asistencia de psicólogos para que mediante la psicoterapia recuperen la confianza en si mismas. Los tratamientos para una recuperación definitiva pueden demorar más de un año. Para las anoréxicas que entran en la etapa aguda todo tiene otro precio.
En Estados Unidos el tratamiento de pacientes anoréxicos agudos puede costar $ US$ 150.000 o más. Sin embargo, lo caro no es necesariamente lo mejor, pues algunas clínicas u hospitales utilizan reforzamientos negativos poderosos: reposo obligatorio en cama, les prohiben las visitas de los padres y no las dejan hacer nada placentero hasta que ganen peso. La utilización de estos modos anticuados puede representar la recuperación momentánea del afectado, pero es seguro que al terminar el tratamiento presente recaídas. Además del dolor interno y de la pérdida absoluta de su valía, la persona con sus recaídas sigue representando gastos y más gastos para la familia.
Existen tratamientos novedosos, como el de la clínica Montreux en Víctoria - Canadá, dedicada exclusivamente a pacientes anoréxicos o bulímicos agudos, en donde se trabaja con vigilancia de 24 horas al paciente, en donde las pacientes y los profesionales son asistidas por algunas personas recuperadas. El tratamiento consiste en ayudar a reconstruir el "yo" de la personas fortaleciendo sus puntos positivos - 'a base de amor, paciencia y dedicación más allá de lo normal' - y derrotando la mentalidad negativa:
"Las compañías de seguros de salud están tomando conciencia de la naturaleza costo-efecto de nuestro trabajo y algunas de ellas han provisto los fondos para pacientes que siguen nuestros programas. Aunque el tiempo de tratamiento es mayor que el de aquellos programas que sólo se ocupan de alimentar a los pacientes, el costo diario es del 25 al 50 por ciento menor que el de tratamiento en hospitales de agudos. Además, cuando los pacientes se recuperan por completo, ya no necesitan más tratamiento. - Hemos tratado con éxito a cientos de personas con trastornos de la alimentación. Me he ocupado de pacientes hasta de sesenta y cuatro años y de otros de apenas tres. Debemos hacer notar que la mayor parte de los pacientes que llegan a nosotros alcanzan la recuperación completa. Sin embargo, algunos dejan el programa por su propia voluntad antes del momento en que nosotros consideramos que deberían hacerlo. No sostenemos, por lo tanto, que hayamos tenido un 100 por ciento de éxito. Lo que sostenemos es que es posible - y que debería - alcanzar un 100 por ciento de recuperación. !!! Montreux se puede considerar también como un laboratorio social para el cambio positivo. !!! " 196
"La Empresa Promotora de la Salud -EPS- que más beneficios ofrece en nuestro país permite 10 citas con el psiquiatra y toda la droga que este especialista formule, sin importar que el caso de anorexia o bulimia sea crónico, grave o apenas esté empezando", afirma María Adelaida Arboleda, psiquiatra del Hospital Siquiátrico San Isidro de Cali.
Escribir sobre las repercusiones sociales de los trastornos de la alimentación puede ser una tarea titánica abórdese desde la disciplina que se aborde. Por ello nos limitaremos a generar inquietudes muy generales sobre un tema que necesitaría toda una reflexión intelectual propia de los antiguos filósofos griegos - entiéndase que sólo se dedicaban a pensar -.
Para empezar es vital acotar un dato importante:
Según Gro Harlem Brundlandt - Directora general de la Organización Mundial de la Salud : " todas las previsiones de la OMS muestran que en un futuro vamos a ser testigos de un aumento espectacular de los problemas mentales. Se trata de una crisis de los siglos XX y XXI" .
Ella basa su declaración en el último estudio del consorcio internacional de la OMS sobre epidemiología psiquiatrica que examinó los datos de treinta mil personas en siete países. Como a los trastornos alimenticios se les considera igualmente un problema mental, según esta preocupante afirmación aumentarán drásticamente en los próximos años.
Si nuestra estructura social particular -llámese sociedad de consumo, cultura global, sociedades industrializadas, híbridas etc.- ha resultado un terreno fértil para la cosecha de estos males, necesariamente nuestra estructura social, o la forma en que la humanidad se maneja así misma, tiene que cuestionarse. Para muchos autores estas enfermedades son un llamado de atención, un grito de alerta que cada vez se hace más fuerte, que clama por el replanteamiento de muchos de los pilares de nuestra civilización actual, entre otros: la medicina tradicional, las políticas de salud pública, los modos de producción, construcciones simbólicas y consumos culturales. Como es muy difícil delimitar estos temas, pues sus fronteras son casi indiferenciables unas de otras, nos centraremos en tratar algunos aspectos puntuales donde estos síndromes tienen una ingerencia directa.
"Hoy en día estoy firmemente convencida de que gran parte de lo que suele suponer respecto de los trastornos de la alimentación está completamente equivocado o es muy superficial. Las consecuencias de esas equivocaciones han sido graves. La creencia de que estas enfermedades pueden ser tratadas como una afección crónica ha hecho que se dejase morir a muchas personas"197
Los trastornos alimenticios cuestionan, entre otras cosas, las políticas que rigen los sistemas de salud pública a nivel mundial:
En una entrevista que la Directora general de la Organización Mundial de la Salud - concedió a la Agencia EFE, afirmó entre otras cosas que
"...los servicios psiquiátricos están tradicionalmente centralizados en establecimientos grandes, poco eficaces e incluso contraproducentes contra muchos enfermos, y denunció "la aplicación mediocre de estrategias de salud mental que presenten una buena relación costo -eficacia" la directora de la OMS también afirmó que "la estigmatización de las enfermedades mentales incita a los afectados a no hacerse curar".
Aunque existen muchos tratamientos para curar o aliviar enfermedades basados en conocimientos ancestrales como las hierbas medicinales, la homeopatía o la terapia de la orina, es la medicina farmacológica la que ¨manda la parada en el mundo¨. En el caso de estas enfermedades en donde se combinan problemas psicosociobiológicos, la medicina tradicional/psiquiatría y la psicoterapia resultan ser la única opción disponible, pero no están exentas de problemas u complicaciones. Las complicaciones más comunes para las personas afectadas por estos trastornos es el desconocimiento de los profesionales de la salud, algunas van a consultas y no reciben una buena orientación. 198
"Las mujeres se dirigen a los médicos buscando ayuda, pero lo único con lo que se encuentran es que éstos no saben cómo ayudarlas. Las facultades de medicina necesitan dedicar más tiempo a la nutrición en sus programas. Por término medio, un médico sólo estudia la nutrición durante tres días a lo largo de toda su carrera. Y esa falta de adiestramiento incapacita a muchos médicos para dar buenos consejos a las mujeres. Los médicos también necesitan ponerse al día en las recientes investigaciones relacionadas con las dietas. Los médicos bien formados pueden marcar la diferencia en nuestra lucha contra los trastornos alimenticios." 199
A la problemática que representa la preparación inadecuada de los profesionales de la salud - mirándolo desde la óptica de los trastornos de la alimentación se suma el tema del dinero, pues el costo del tratamiento para una persona con estas afecciones no está al alcance de todo el mundo. Es sólo un mito que los trastornos alimentarios, y en especial la anorexia, son exclusivos de sectores de la población con un alto nivel de vida. Además, los tratamientos siquiátricos preferidos por muchos profesionales se basan en teorías psicoanalíticas y conductistas que pueden carecen de un impacto benéfico en el paciente afectado por un trastorno alimenticio. El proceso de psicoanalizar a la persona afectada corre el riesgo de tener que concretarse utilizando una tabla ouija, una médium y un abogado defensor para casos de negligencia médica. Los métodos clínicos - y la terapia conductista - para obligar a las personas anoréxicas a retomar su peso normal a veces bordean la tortura psicológica y física. Como si su sólo coste no fuera ya suficiente sufrimiento.
El otro problema médico-económico que existen con estos trastornos es su falta de cobertura médica por parte de las aseguradoras. Esto conlleva a que las estadías de los pacientes de anorexia sea muy reducida en los hospitales y se limiten a su recuperación física - aumento de peso - pero no a las causas psicológicas del mal. En la revista Glamour (Colombia) de septiembre de 1999, el artículo ¨Anoréxicas sentenciadas a muerte¨ presentaba un trabajo de su equipo investigativo en el cuál se encuestó a los 109 expertos en afecciones alimenticias de mayor renombre en Estados Unidos. Los alarmantes resultados revelaron cómo las mujeres que sufren de anorexia en la Unión Americana mueren porque los seguros médicos no quieren pagar sus tratamientos. Entre otras cosas podemos destacar los siguientes resultados de esa investigación:
- 83,3% de los profesionales encuestados aseguró haberse visto obligado por las aseguradoras medicas a reducir la estadía en el hospital de las pacientes de anorexia. La mitad dijo que los agentes de seguros acostumbran a ordenar salidas prematuras; debido a esto, el 96.7% piensa que las víctimas de esta enfermedad están expuestas a situaciones que ponen en peligros sus vidas.
- El 100% dijo que algunos de sus pacientes sufren recaídas y un perturbador 18 % afirmó que al menos un paciente del hospital para el cual prestan servicios ha muerto por consecuencia directa o indirecta de los pagos limitados de los seguros.
- 29,3% considera que las pólizas de seguros establecidas son 'nocivas' para sus pacientes y menos del 1 % las califico de beneficiosas. Un 98, 1 % piensa que debe establecerse una legislación para frenar estos abusos.
- En un esfuerzo por cambiar el rumbo de la situación, en 1996 el congreso de los E.U. aprobó la Ley de Paridad de Salud Mental, la cual erradicó la practica frecuente de destinar un monto superior al cuidado médico, dejando desprovista la salud mental, pero, desde que la ley entró en vigencia en 1999, las aseguradoras han cambiado de táctica. De acuerdo con un estudio realizado, en el cual se analizaron 4.000 planes subsidiados por los empleadores, muchas de las aseguradoras han optado por limitar el tiempo de hospitalización para reducir los costos. 200
Según Julia Buckroyd es bueno aclarar que la sintomatología 'oficial' de la Anorexia Nerviosa y Bulimia Nerviosa - que determina la gravedad de la afección - "ha sido creada a petición de las compañías aseguradoras médicas de los Estados Unidos - estas necesitan una definición estricta de las enfermedades por las que pagan - , además son utilizadas por los médicos que se ciñen a la utilización de diagnósticos claros e inequívocos. Estos criterios sólo describen las etapas más avanzadas de la enfermedad." 201
Esto nos lleva a pensar que existen muchos casos de Bulimia Nerviosa y Anorexia Nerviosa subclínicos que pueden ser ignorados o tratados por los psicólogos o médicos como otra patología, que aunque necesariamente no necesiten hospitalización inmediata si corren el riesgo de empeorar con el tiempo.
La política de las compañías de aseguramiento es irónica si consideramos que la mayoría de personas afectadas, dentro de sus obsesiones, siguen 'al pie de la letra' la tabla de peso que fue concebida por estos monopolios de la salud en los Estados Unidos, con el fin de encontrar pautas que les explicaran - de acuerdo al peso y dependiendo de la estatura - qué probabilidades de vida puede tener un ser humano, para determinar el monto a pagar por su seguridad social.
Son ya muchas las investigaciones que han demostrado que la forma en que los humanos asimilamos los alimentos y los distribuimos en el cuerpo no puede generalizarse, estas están determinadas genéticamente. Otros expertos consideran lo mismo, por ello estas tablas no son válidas y con ellas se rige gran parte de la industria de la salud y de los productos diet, obligando a las personas a pretender obtener un peso determinado que puede resultar imposible sin que se perjudique su salud. Si tenemos en cuenta al pueblo de Samoa - en Oceanía - caracterizado por ser pesado y grande, es imposible que para uno de sus miembros funcione esta tabla de peso y si tenemos en cuenta las mezclas raciales que se han gestado en todo el mundo, funcionarían aun menos.
Aunque no se ha hecho nada para derrumbar públicamente el mito de la tabla de peso de las aseguradoras de salud, estos síndromes directa e indirectamente han generado movimientos para que estos monopolios sean más justos con el trato a sus contribuyentes. Entre muchas, La Asociación Americana de Anorexia y Bulimia -AABA sus siglas en inglés- es una organización que además de trabajar en la prevención y mitigación de los trastornos de la alimentación comanda una campaña por la reestructuración de la cobertura que hacen las compañías de salud sobre estas enfermedades y una reforma a la legislación de la salud mental. Para hacer más efectiva su lucha, están recogiendo testimonios escritos de personas que al solicitar atención para su trastorno alimentario sus compañías de seguros las han rechazado.
Otra iniciativa similar comanda La Asociación Nacional de Anorexia Nerviosa y Desordenes Asociados -ANAD sus siglas en inglés- en su lucha contra la discriminación de las Compañías de Seguro. Ambas empresas han generado movimientos en los diferentes Estados de la Unión para que se renueven las Leyes que rigen a la salud mental.
En los estudios realizados por la Universidad de Antioquia en varios colegios de Medellín se encontró que el porcentaje de niños con anorexia es igual que el porcentaje que existe a nivel mundial, del 1 al 4 %. Si comparamos este dato con la investigación realizada en 1994 por la Universidad Nacional, en la cual el porcentaje fué similar entre sus estudiantes, podemos darnos cuenta que estamos ante una epidemia que sale 'a la luz pública' y que pronto va a dejar de inundan las clínicas privadas y se va a convertir en un problema de seguridad pública.
Si comparamos que los casos en Cali de mujeres contagiadas con VIH en los años 80s eran menos de 100 y en el año pasado fueron más de 440, solamente los registrados, y a este incremento se les escapa de llamar pandemia, ¿cómo podemos denominar a los trastornos alimenticios cuando en menos de 10 años la población afectada ha aumentado hasta abordar el 2% de la población colombiana? ¿qué determinaciones tomarán las EPS colombianas ante el problema de estos males? ¿Qué hará el gobierno colombiano para reglamentar que en el uso 'justo' de los recursos del Estado se cobije a las personas afectadas por un síndrome del comportamiento alimentario?.
Contribuciones y comentarios:
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Pedro Mendoza-Chadid, Eduardo Posada-Hurtado © Copyright 2001.© Las Ilustraciones han sido tomadas de varios portales en Internet y revistas. Estas han sido adecuadas por Pedro Mendoza-Chadid. © Última revisión: noviembre de 2001© Última modificación de la página: 15 de noviembre de 2001