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Vista exterior de la Casa Refugio. En la obra se integraron materiales autóctonos de la zona como madera y bambú. |
Desde el resguardo Kwet Wala, ubicado en las montañas de Pradera, se alcanza a observar una hermosa panorámica del Departamento del Valle del Cauca. El clima húmedo, la espesa vegetación y la neblina dominan un paisaje en el que, de ahora en adelante, los indígenas Nasa de la comunidad Paez habitarán un albergue que a la vez será para ellos una especie de centro cultural.
La imponente Kwet Wala o Piedra Grande, que da nombre al Resguardo, es uno de los referentes más fuertes para los cerca de 510 integrantes de una población que, en varias ocasiones, ha sido víctima de la violencia y del desplazamiento forzoso.
Desde tiempos ancestrales, la gran formación rocosa tiene una gran carga simbólica para los indígenas asentados en las veredas La Fría, El Nogal y la Carbonera y es por esa razón que la reconstrucción de este nuevo refugio, así como los materiales empleados en el proceso responden a las necesidades y aportes que los indígenas Nasa realizaron.
Así lo explica José Arnobis Solano, miembro de la comunidad indígena, quien participó en el proceso y colaboró en la construcción de la edificación.
"Dedibo a la violación de los derechos humanos y el conflicto armado en esta zona, la Organización Internacional para las Migraciones, OIM, conoció la problemática de nuestra comunidad y comenzamos el proyecto del albergue en el que nos refugiaremos en caso de nuevos enfrentamientos armados", explica José Arnobis Solano.
"Como comunidades indígenas, el trabajo es de todo. Niños, mujeres y hombres. Todos estamos vinculados en diversos niveles de acuerdo a nuestras capacidades. Ahora que ya la casa está lista hemos planeado muchas cosas. El espacio esta pensado no sólo como un albergue, sino como un espacio para actividades culturales y también para llevar a cabo capacitación para la comunidad", agrega.
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El proceso de construcción de la Casa Refugio contó con la asesoría técnica de expertos de la OIM y de la Universidad del Valle. |
El proceso de intervención
Desde el año 2002, los indígenas asentados en las veredas La Fría, El Nogal y la Carbonera han sido objeto de desplazamientos y ataques por parte de los actores armados que encuentran en la zona un cruce estratégico para su movilización y operaciones.
Teniendo en cuenta esas condiciones y partiendo de una construcción ya existente, pero en muy precarias condiciones estructurales y sanitarias, el programa de Atención a Desplazados y Grupos Vulnerables, ejecutado por OIM, inició la intervención.
La ingeniera Sandra Liliana Cano, Jefe de la División de administración de Bienes y Servicios de la Universidad del Valle, encargada de la direccionar la asesoría técnica, explica que se formuló un proyecto para el diseño estructural de la casa y de las baterías sanitarias. También señala que se tuvieron en cuenta los aportes de la comunidad indígena, orientados a generar un espacio apto para refugiarse y además para llevar a cabo procesos de enseñanza y actividades culturales.
De acuerdo con los datos de la OIM, el costo total de la obra, que se entregó el 15 de mayo de 2009, fue de $224. 061.000 en una edificación diseñada para albergar a 200 personas.
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Toda la comunidad de resguardo Kwet Wala participó en el proceso de construcción de la Casa Refugio. |
La obra fue posible gracias al apoyo económico del Gobierno de los Estados Unidos a través de su Agencia para el Desarrollo Internacional (USAID) en el marco del programa de Atención a Desplazados y Grupos Vulnerables, ejecutado por La Organización Internacional para las Migraciones (OIM) y de la Gobernación del Valle del Cauca.
El aporte de la Universidad del Valle en este importante proyecto fue la elaboración de la documentación para la construcción de la casa comunitaria, asi como la capacitación a la comunidad del resguardo en el manejo y uso de los materiales autóctonos de la zona para integrarlos a la edificación.
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La Kwet Wala o Piedra Grande es un referente simbólico de la comunidad Nasa |
Entre las mejoras que se realizaron con respecto a la construcción anterior, que data desde hace 100 años, están una cubierta amplia para proteger a las personas fuera de la casa, espacios de almacenamiento de alimentos y realización de encuentros y reuniones, cocina y baños mejor equipados.
Tras la entrega oficial del refugio, que fue presidida por el rector de la Universidad del Valle, Iván Enrique Ramos Calderón, y que se celebró con un acto cultural, la comunidad de Cabildo Kwet Wala está lista para seguir trabajando en equipo y para usar ese nuevo espacio como un punto de encuentro en el que mujeres, niños, hombres y mayores puedan compartir tradiciones, saberes, lenguajes y conocimientos milenarios. Todo esto bajo la protección y la energía que emana la eterna Kwet Wala o Piedra Grande.