El
pipilongo:
Una semilla que se puede convertir
en una verdadera alternativa para los
cultivos ilícitos en Colombia.
El
pipilongo; un arbusto de origen asiático
que crece silvestre a 1.000 o 1.200 msnm
desde México hasta Brasil en las orillas
de caminos, potreros, cercas,
terrenos abandonados o dentro de bosques
secundarios, que crece en la sombra y bajo
el sol directo y que produce un fruto
delgado y largo que condimenta la comida
del Pacífico colombiano; es una semilla
para la paz que se puede convertir en una
alternativa para los cultivos ilícitos en
Colombia.
"Semillas
para la paz" es la manera como el docente
Jaime Restrepo, del Grupo de Investigación
en Productos Naturales y Alimentos de la
Universidad del Valle-GIPNA le ha llamado
a su investigación "Aprovechamiento de
especies vegetales con potencial
agroindustrial como posible reemplazo de
cultivos ilícitos en el Norte del Cauca y
sur del Valle".
El
proyecto consiste en escoger, mediante
estudios químicos y agrícolas, dos
especies que tuvieran un potencial
agroindustrial, es decir, con facilidades
de siembra y cultivo y con potencialidad
para la comercialización de
subproductos.
El
pipilongo (piper tuberculatum) resultó ser
una excelente alternativa. "Culturalmente,
en la zona de la selva húmeda del Pacífico
y en poblaciones del norte del Cauca como
Timba, Robles, Buenos aires y Villa Rica,
hay muchas creencias entorno a esta planta
y el Grupo GIPNA buscó comprobar
científicamente algunos de los aspectos
que tienen potencial, como sus propiedades
antibacterianas, con microbiología para
preservar carnes, su potencial insecticida
y su gran capacidad de termogénesis: la
propiedad que tiene la célula a través de
ciertas sustancias de mejorar la actividad
de la célula y la captura de nutrientes."
comenta el profesor Jaime Restrepo.
Es
decir que, si se consume un alimento rico
en aminoácidos y propiedades
anticancerígenas, como la cúrcuma, el
pipilongo hará que se aumenten en un 200%
sus efectos o propiedades. Es una
propiedad que casi todas las pimientas
tienen. Además, las investigaciones y la
literatura científica sobre el pipilongo
indican que es un cultivo de ladera, que
crece rápidamente y en cualquier terreno,
casi sin necesidad de fertilizantes ni
mucha atención, es muy resistente a plagas
y a condiciones adversas de clima.
Después
de
los estudios preliminares de laboratorio,
en los que el Grupo GIPNA pudo comprobar
científicamente casi todo lo que los
habitantes del sur del Valle y del norte
del Cauca le atribuían al pipilongo con
tecnologías instrumentales de frontera
como la resonancia magnética nuclear
proteica, la espectrometría de masas y
cromatografía liquida de alta eficiencia,
se pasó a diseñar un plan de manejo del
cultivo para hacer un seguimiento de la
cadena productiva de la planta.
"Hemos
tenido unos resultados promisorios, con la
seguridad de que se le aportará a la
calidad de vida del campesino, ya que
sabrá gracias a nuestras investigaciones
que el cultivo que tiene en el jardín de
su casa o en su pequeña parcela tiene un
enorme potencial", comenta el profesor
Restrepo.
Con
los recursos restantes de la convocatoria
interna de la Vicerrectoría de
Investigaciones, fuente de financiación de
la parte inicial del proceso, el Grupo
GIPNA está estudiando la posibilidad de
hacer la extensión de ese cultivo.
Actualmente, en un terreno de la
Corporación de Profesores de la
Universidad del Valle-Corpuv ubicado en
Tocotá, Valle, hay unos pequeños cultivos
de pipilongo y están contactando algunos
estudiantes y campesinos de parcelas
cercanas para entregar el material
biológico del pipilongo con los conceptos,
la forma de cultivo, las propiedades para
ver de qué manera estos campesinos y los
mismos estudiantes se apropian de esta
tecnología para el desarrollo de su
comunidad.
"También
tenemos unos cultivos en la Estación
Biológica de la Universidad y gracias al
Departamento de Biología contamos con unos
fertilizantes orgánicos que potencian el
crecimiento de la planta y germinación de
semilla en un 50%", asegura el profesor
Restrepo.
Además,
ya se ha entregado material biológicamente
activo al Instituto Técnico Agrícola-ITA,
de Buga, que ha servido como material de
trabajo para sus investigaciones y para
los estudiantes que desarrollan procesos
agrícolas productivos.
"El
propósitos del proyecto es trabajar con
comunidades y los involucrados están muy
interesados, ya hay estudiantes que están
usando estos resultados preliminares como
materia de conocimiento para enriquecer
sus saberes y tratar de que se
convierta en una razón de vida". Según el
docente Jaime Restrepo, allí nace el
concepto semillas para la paz "porque el
campesino ya puede desarrollar un
proyecto que tiene todos los avales
científicos y tecnológicos que se pueden
conocer y sembrar este cultivo con
seguridad y confianza de que lo que está
sembrando será más productivo que el
cultivo ilícito".
En
Colombia ya hay antecedentes del reemplazo
del cultivo de coca por una pimienta
verde, que han sido noticia en el país y
se vende en restaurantes gourmet. El grupo
GIPNA ha tomado todos estos ejemplos para
aplicarlos con el pipilongo. "Hemos tomado
estas alta tecnología con la planta y le
hemos dado un valor agregado a esta
planta, que hace parte de la dieta básica
de estas regiones del norte del cauca y el
sur del valle, la gente no conoce su
verdadero potencial nutritivo", expresa el
docente Jaime Restrepo.
Otra
semilla para la paz estudiada por el Grupo
GIPNA es la Jatrofa (jatropha curcas), una
planta que ha sido estudiada en Perú por
su alto potencial para la producción de
aceite (está compuesta en un 56% por
aceites). No es comestible y sirve para la
elaboración de biodiesel, que se puede
usar como reemplazo de la gasolina y el
etanol.
A
través de técnicas la calidad se ha
encontrado que el biodiesel de jatrofa
tiene un 93% de pureza y también es un
cultivo resistente y productor de energía,
del que también se puede extraer
glicerina, que puede ser usado en la
industria cosmetológica.