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Diego Felipe Moná
Boada
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Colombia
gasta miles de millones de dólares al año
en servicios aeroespaciales contratados
con agencias espaciales de otros países,
como fotografía satelital. Para llevar un
satélite al espacio se necesita un cohete
que lo transporte y para contar con
autonomía espacial se requiere tener
satélites propios en órbita, pero Colombia
no cuenta con la tecnología necesaria para
lograrlo.
Enviar
carga útil al espacio es muy costoso.
Subir un kilogramo cuesta aproximadamente
25.000 dólares, con las tarifas de la
NASA. Asimismo, los cohetes y las antenas
necesarias para lanzar un satélite tienen
precios elevados.
Lograr
que Colombia pueda observarse a sí misma
desde el espacio se está convirtiendo en
una realidad y se está consiguiendo en el
Valle del Cauca gracias a la inversión
para el desarrollo en tecnología
aeroespacial.
Paisaje
local
El Centro de Investigación en Tecnología
Aeroespacial- CITAE y el Clúster
Aeroespacial del Valle son ejemplos de la
prioridad que se le está dando en la
Región al desarrollo tecnológico
aeroespacial, tanto en inversión como en
investigación.
El Clúster es una alianza entre empresas,
universidades y Gobierno Departamental,
fundada en Cali en el 2011, que trabaja en
torno al sector aeroespacial conjuntamente
y en el mismo lugar.
El primer egresado de
la
Maestría en Ingeniería Aeroespacial
de la
Universidad del Valle, Diego
Felipe Moná
Boada, desarrolló, como tesis
de grado, una
antena de telemería para cohetes
espaciales, que
hace parte del proyecto "lanzadera
de satélites de órbita baja" del
Centro de Investigación en
Tecnología Aeroespacial"
CITAE.
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CA
su vez, el CITAE desarrolla proyectos
relacionados con progreso aeroespacial y
uno de los primeros adelantos lo hizo el
magíster en ingeniería aeroespacial Diego
Felipe Moná Boada.
Moná Boada es el primer egresado de la
Maestría en Ingeniería Aeroespacial de la
Universidad del Valle y desarrolló, como
tesis de grado, una antena de telemería
para cohetes espaciales, que hace parte
del proyecto "lanzadera de satélites de
órbita baja" del CITAE.
Diego Felipe Moná Boada es un ingeniero
electrónico que se interesó por la
telemetría aplicada en ingeniería
aeroespacial desde que hizo su pasantía de
pregrado en la Escuela Militar de Aviación
Marco Fidel Suárez. El Ingeniero se dedicó
a diseñar, durante dos años, una antena
para cohetes espaciales que permitiera
tener control y transmitir datos de
variables físicas, como la posición del
cohete, la temperatura, la altura, la
velocidad, todo, en tiempo real.
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Ilustración: Antena
microtira, diseñada por Diego
Felipe Moná Boada
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El
interés por crear la antena de telemetría
surgió por la necesidad del CITAE de
avanzar en la creación de un cohete que
transporte satélites de órbita baja hasta
el espacio.
Para
que Colombia cuente con autonomía espacial
requiere de satélites en una órbita de 180
kilómetros, por lo menos, y para tener
satélites necesita, tanto los cohetes,
como las antenas que permitan
monitorearlos en tierra, una en el cohete
y otra en la estación.
La tecnología
La antena microtira que diseñó e
implementó el magíster en ingeniería
aeroespacial, tuvo un costo del 2%
comparado con los precios del mercado.
Por otra parte y como asegura Diego Felipe
Moná, "La antena es de bajísimo costo,
además tiene dimensiones reducidas y la
tecnología con que la hice podría
aplicarse en infinidad de actividades como
fotografía digital, investigación espacial
y atmosférica, sistemas de vigilancia,
meteorología, educación o redes de
comunicación local".
Luego de revisar el diseño teórico y
computacional, asesorado por profesores de
la Facultad de Ingeniería, y de someterla
apruebas rigurosas, el artefacto demostró
tener un patrón de radiación
omnidireccional, es decir, que transmite
información en tiempo real sin importar el
movimiento del cohete. Este resultado fue
primordial, pues los cohetes viajan a 900
metros por segundo y sería inútil si la
información no llegara a la estación base
de manera inmediata.
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Prototipo de la antena
diseñada por Moná Boada
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Contexto
nacional
En diseño y construcción de partes y
repuestos para vehículos que vuelan en
la atmósfera, como aviones ultralivianos
o helicópteros,
Colombia cuenta con un avance
importante. Sin embargo, en la rama
aeroespacial, que comprende vehículos y
artefactos puestos en
el espacio, el desarrollo está
aún empezando.
El país se
está quedando atrás en términos de
autonomía espacial y el único satélite
que tiene es el "Libertad 1", lanzado en
2007 por medio de un cohete
ruso-ucraniano, que tiene el tamaño de
una hamburguesa y solo prestó el
servicio de emisión de señales de radio.
La industria
de tecnología aeroespacial genera muchas
ganancias y está repartida, en su
mayoría, entre países como Estados
Unidos, Rusia, China, India y el
continente europeo. Con los avances en
investigación que se están desarrollando
en el país, con el interés empresarial y
gubernamental que se le está dando a
esta industria y con ejemplos como el
del primer maestro en ingeniería
aeroespacial de la Universidad del
Valle, se podría pensar el país como una
potencia continental.
El reto es,
concluye el magister en ingeniería
aeroespacial, "potencializar a Colombia
en esta área, con profesionales en
diseño y construcción de tecnología
aeroespacial y convertirla en una nación
capaz de prestar el servicio de
lanzadera de satélites a otros países de
Suramérica y de proveer partes y
repuestos para aviones".